I
12.000 "ALMAS METÁLICAS" LLENARON EL COLISEO
LA "OLA" HEAVY
LOS PIROPOS DE MARISCAL ROMERO
Era la primera vez que esta leyenda del metal rock
llegaba a A Coruña a bordo del Give Me Ed…’Til I’m Dead Tour 2003 , y
la ciudad los recibió como se merecían con miles de almas metálicas y un ambiente
increíble de pasión y entrega, según testimonio escrito en la revista
especializada Kerrang!, por Mariscal Romero, locutor de radio que
desde los 70 viene apoyando con todas sus fuerzas al rock duro y al heavy
metal convirtiéndose en un indispensable de la
historia del rock duro español que, en 1975 al grito de guerra de Viva el rollo,
puso en la escena discográfica un recopilatorio de grupos rock españoles .
Con
el presencie buena parte del concierto mostrando mi admiración por lo visto y
escuchado. Un entusiasmo que el dio forma en la prensa escrita nacional:"Ví
el concierto junto a toda una leyenda de la radio y prensa musical gallega. El
gran Nonito Pereira que junto a algunas gentes de la politica local –
se refería al presidente de la Diputación, Santiago Fernández Moreda --no
salían del asombro de ver a tanta peña respondiendo a la llamada del metal".
El concierto prometía y acabo convirtiéndose en
una romería primaveral a ritmo de temas memorables en la que el Coliseo fue
testigo del buen rollo y ausencia de incidentes en una gran noche de rock.
Desde de el principio el quinteto dejó la piel sobre el escenario
llevando en volandas a su público rendido desde la primera canción ,
refugiándose en el sonido metálico y apocalíptico con el que
triunfaron en los años ochenta.
ARREANDO ESTOPA
Aparecieron con casi total puntualidad, el bajista
Seteve Harris, los guitarras David Murray, Adrian Smith y Janick Gers, y el
batería Nico McBrain, y tras los primeros acordes de uno de sus temas más
emblemáticos, The number of the beast, salió a escena el cantante
Bruce Dickinson. Todo el primer bloque del concierto estuvo dominado por viejos
temas de los años 80, como The Trooper , Die with the boots on,
Revelations y Hallowed thy name, una de sus piezas más
emblemáticas, que fue recibida con grandes gritos del respetable, que no dejó
de botar durante casi dos horas.
El pasado más remoto estuvo representado por uno de
sus primeros temas, 22 Acacias Av, de su álbum de debut Iron
Maiden(1976), y fue esa canción la que dio paso al futuro, ya que Dickinson
presentó Wildest Dreams como un anticipo del álbum que
publicarán en septiembre. Volvieron al pasado con The wicker man,
al que siguió Breve new world, título de su último álbum de estudio
y que supuso el regreso de Bruce a la banda en el año 2000.
Fue el propio Dickinson el encargado de recordar que
en esto del metal no existe ni el blue, black, gost o speed, sino el
único y jodido metal que existe es el nuestro. Llevamos 25 años
y - 50 millones de álbumes vendidos, luchando contra las emisoras
de radio que no nos pinchan, y estamos aquí porque vosotros estáis aquí", dijo.
Tras Fear of the dark, cerraron el concierto, como hace desde hace
25 años, con su himno personal, Iron Maiden.
Pero no todo todo
terminó ahí y para los bíses se guardaron otros tres clásicos, Bring
your daugther, Two minutes to midnight yRun to the hills.
LA "MAREA NEGRA"
Como suele ser habitual, en el concierto perdí de
vista a mi mujer que se quedó al resguardo de una cargada atmósfera ambiental en un lateral de la grada próximo a
la entrada de prensa y me dedique a deambular por el recinto para
visualizar y hacer tomas de sonido desde diferentes ángulos y
de cerveza en la barra.
A mayores, ese día, Jesús Manzano, uno de los grandes
responsables, junto al concejal Eduardo Blanco, de que el circuito de las
estrellas llegara a A Coruña en su día, me avisó de la presencia de Luis Rovira
en el back stage.
Para poder bajar a saludarlo, Jesús llamó a Kata,
toda una institución y hombre referencial en los grandes montajes de grandes
espectáculos – fue el encargado de poner en pié toda la infraestructura
del Concierto de los Mil Años (1993) en Riazor – y tras darnos el abrazo
de rigor me hace llegar una acreditación de All Areas con
la que fui al encuentro de Rovira. A pié de escenario el espectáculo era
impresionante. Una marea negra de camisetas con el anagrama de
Iron Maiden inundaba el recinto con constantes flujos y reflujos rítmicos. Una
visión espectacular que imponía.
MI MUJER ...¡EMPAPADA"
Cuando el concierto tocaba a su fin, fui al encuentro
de mi mujer y me encontré con la zona en la que estaba inundada por una gran
ola provocada por la satisfacción de disfrutar de un conciertazo por
parte de los asistentes. Hasta ahí, todo normal. La anormalidad llegó
cuando al finalizar el concierto veo que mi mujer, sonriendo, viene hacia mi
rodeada de una decena de jóvenes rockeros que la vitoreaban… Uno
de ellos hace de portavoz y me dice: Colega vaya mujer más enrollada
que tienes…¡ojalá mis viejos fueran así!.
Camino del coche, le pregunto a mi mujer que había
pasado y entre risas me cuenta que cuando estaba sentada , a su lado
llegó un grupo de jóvenes que empezaron a cantar y bailar de pié: Yo
era la abuelita de todos y no las tenía mucho conmigo y ya estaba pensando en
cambiarme de sitio cuando el de mi lado pregunta si me molestaba que
fumara…le digo que no y corre la bola a toda la fila que se pone de pie y
empiezan a hacerme la ola que aumenta de tamaño con las filas vecinas…¡Que
vergüenza pasé
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