RECORDANDO UNO DE LOS MEJORES CONCIERTOS QUE HE ESCUCHADO EN MI VIDA PROFESIONAL.
Paul Simon en el Coliseo de A Coruña,18 de Julio de 1991
.
El
cantautor, que alcanzó el éxito en la década de 1960 con el dúo de folk
rock Simon and Garfunkel -- del que él era el compositor de la mayoría de
las canciones
-- " Bridge over
troubled water" , la obra maestra final de Simon &
Garfunkel, cantada íntegramente por Garfunkel la compuso Simon) -- ya
andaba barajando su despedida del mundo del espectáculo para disfrutar de una
merecida jubilación dejando atrás una huella indeleble en la historia de la
música, desde que en 1965 editó su primer disco en solitario "The Paul
Simon Song Book"antes de su unión con Art Gar
funkel yal que siguio, tras
su separación en 1972 "Paul Simon" que incluía 'Mother and child reunion', un reggae grabado en la
capital de Jamaica, Kingston, , con la banda de Jimmy Cliff y miembros de Toots
& The Maytals ejerciendo de músicos de sesión.
A este le siguieron 18 álbumes más en solitario hasta
"Stranger to Stranger" editado en 2016. Deja una estela alfombrada de
números uno con el dúo y en solitario , además de recibir los más preciados galardones
de la industria musical, Grammy incluido.
A CORUÑA "PASA" DE PAUL SIMON
Su
"bye,bye" me trae a la memoria uno de los más intensos conciertos que
presencie en mi caminar profesional, que no fueron pocos. Me refiero al que dió
en el Coliseo de A Coruña Paul Simon el 18 de julio de 1991 dentro de la
gira mundial "Born At The Right Time Tour" en la que presentaba su disco, The rhythm of the saints, en el
que Simon interpretaría los clásicos de Simón & Garfunkel y exploraría
la música étnica, en esta ocasión de Brasil y Camerún.
Las
entradas valían 2.500 pesetas-- 15 euros de hoy -- y posiblemente ese precio
fuera la causa de que cuando se esperaba un lleno solo acudieran al concierto
alrededor de 3.000 personas.
Sólo con ojear los créditos del concierto, a uno se le hacía la
boca agua.Junto a él venían diecisiete músicos que cubrían el amplio espectro
de la carrera musical de Simon, con el genial saxofonista Michael Brecket y el
sin par batería Steve Gadd al frente. La formación se completaba con el
guitarrista Vincet N´Guini, cuatro percusionistas brasileños (Sidinho Moreira,
Dom Chacal, Mingo Araujo y Cyro Baptista), el saxofonista Barney Rachabane, el
trompeta Chris Botti, los teclistas Tony Cedras y Richard Tee, el bajista
Armando Sabal Lecho y los guitarristas Ray Phir y John Selolwane.
Todos ellos
arropados por la potente sección rítmica brasileña de Olodum y las voces del
trío The Waters. A todo esto había que sumarle un innovador sistema de sonido
con 105 canales de microfonía sólo para el escenario...La repera...
Sonido impecable, con cristalina nitidez,
interpretaciones magistrales. Los ritmos y melodías fueron llenando dos horas y
media de un concierto de ameno e histórico repertorio, desde Sound of
silence
hasta The boxer
, pasando por Bridge over
troubled water. Y recreando los temas más destacados de los
álbumes Graceland y The rhythm of the saints
: The
boy in the bubble, You can call me all, I
know what I know, Graceland, Gumboots, Late
in the evening, Still crazy after all these years, entre
otros. Al final del concierto de Paul Simon, el Coliseo parecía un
gallinero, porque nos puso la piel de gallina, erizada por la emoción que
nos había proporcionado.
Muchos aficionados que se consideran aficionados a la música con
calidad se perdieron un concierto espectacular,
grandioso. Que lo fue. El único fallo que hubo fue el público.
Cuando se
esperaba una buena entrada, rozando el lleno del Coliseo, alrededor de
3.000 personas –5.000 fue la cifra barajada en los medios para disfrazar el
pinchazo– asistieron a este espectacular concierto.
Fue, sin duda, uno de
los mejores conciertos, posiblemente el mejor, que he escuchado en mi
vida profesional, y no sólo en La Coruña.
Un dato. Ese mismo concierto, con los mismos protagonistas y
repertorio, se celebró en el Central Park de Nueva York un mes después. Lo que
en La Coruña fue un pinchazo en la Gran Manzana fue un reventón. Más de 750.000
personas no se quisieron perder el Born At The Right Time Tour de
Paul Simon.