viernes, 12 de julio de 2013

THE STRANGLERS:EL DEL BOMBO SE CABREA Y SE LÍA A BAQUETAZOS



ESTOY MUY "BAQUETEADO"



,Agosto del 94.Macro concierto en los arenales de la playa de Riazor. Actuación de La Señal,Inmaculate Fools,La Frontera y,para cerrar, "The Stranglers" --"Los Estranguladores"-.Todos lo grupos habían cumplido por la tarde el requisito de la prueba de sonido menos los " hijos de la Gran.Bretaña ",  los "Stranglers" que llegaron justo a las 10 de la noche ,hora en que comenzaba el concierto. Además de tarde, llegaron "mal" y arrastro.con exigencias múltiples,problemas todos y "mal rollo" en camerinos.

Me habia tocado presentar el evento y todo fué como una seda hasta que llega el turno de los malencarados "Stranglers"que, ni cortos ni perezosos empiezan a " probar sonido ", cuando tenían que actuar.Los miles de personas que habían disfrutado con La FronTera empiezan a enfriarse por la tardanza y toman las del "Orzan"...Poco a poco la playa se queda casÍ vacía y  por fin sus " majestades " se dignan a tocar.

La organización le explica al manager que voy a soltar una pequeña "parrafada", muy breve, para darles la bienvenida por encima del "play back" de presentación. No hay problema . Subo al excenario y cuando saludo con un "Buenas Noches" a los pocos que quedaban aplastados contra la arena,empiezan a llover baquetas de bateria.Unas me dan en la pierna otras en la espalda.No pierdo la compostura y pienso:"Estos quieren calentar el ambiente con bulla.Bueno,sin problemas".Ya me
giro para darles paso y  veo como el batería  sigue con el lanzamiento de "baquetas" solo que esta andanada me da en la cabeza. Todo muy "punk"...

Hago gestos de que se " corte " y lo que consigo es un " corte de mangas" con tocamiento de "entrepierna" por parte del "bateras". Pierdo la poca paciencia que me quedaba y le aplico su propia medicina.Recojo las baquetas del suelo y se las tiro a la cabeza mientras me voy acercando a
él para asestar ,desde más cerca,un baquetazo grande y gordo,como ‚él,a manera de prólogo o "introducción" al concierto.

En el recorrido hacia el batería me "sujetan" dos "guiris" y me impiden llegar al del " bombo ".En el back-stage el personal "seguridad nacional" estaba inquieto y a punto de salir al escenario para echarme una mano.Afortunadamente,no entrán‚ al trapo de  la provocación y , tras unos requiebros manuales  a la española, hice mutis por el foro. Todo el espectáculo se estaba visionando por las pantallas de video gigantes. La "repera"...


Al acabar el concierto sudorosos," Los Estranguladores " iban directos al camerino pero ,con todo el " flemón británico ",los de seguridad les invitaron a subir al autobús y coger las de Villadiego, directamente sudando como estaban.. Aún resuenan en la playa de Riazor los "ecos" de los piropos,eso sí,en inglés,que dedicaron los " Stranglers " al persona de organización.Y la verdad,"no se porqué‚"pués el trato fué de lo más "británico" posible. Exquísito, diría yo, para los merecimien-
tos de los " guiris " que se habian ganado a pulso unos cariñosos "cachetes"...

A partir de este Festival puedo decir,sin temor a equivocarme,que soy una persona muy " baqueteada "


EL DÍA DESPUÉS...

El intercambio en directo de " baquetas " mantenido con el bateria de Los "Stranglers" en el escenario , retransmitido por las pantallas de video laterales a todo el auditorio de la Playa de Riazor, tuvo su repercusión en los medios de comunicación. A la semana siguiente salia tranquilamente de mi casa y se me acerca una Sra. que conocía de vista por vecindad y me suelta: "¨Habráse visto la desfachatez de esa gente?.­Hizo Ud. muy bi‚énn en devolverselas!.Yo haría lo mismo si me tiraran "banquetas" a la cabeza.
Me qued‚ pasmao ante la expresiva muestra de "solidaridad" por parte de la Sra. y no se me ocurrió otra cosa  que darle las gracias a la vez que intentaba dibujar algo parecido a una sonrisa en mi
rostro mientras pensaba de que manera bien intencionada se pueden tergiversar los acontecimientos.
Uno está, o cree estar,   preparado para hacer frente a todo tipo de comentarios malintencionados producto del deporte nacional de la envidia.Pero esta fué la primera vez que alguien ,con toda su buena fé ,me coloca en una "guerra de banquetas".Afortunadamente los "palillos de tocar" son menos peligrosos que las "banquetas" a la hora de utilizarse como arma arrojadiza.




jueves, 11 de julio de 2013

LO "PELIGROSO" DE SER JURADO...

A BENIDORM, PASANDO POR SADA, EN COMPAÑÍA DE LA GUARDIA CIVIL.
























En un intento de resucitar en 1985 el  éxito del Festival de La Canción de Benidorm, Radio Cadena Española se encarga de organizar el certamen dándole una buena mano de "pintura" para restaurar fondos y ac tualizar su anquilosada estructura de cara a la "demanda del mercado". Esta revisión pasaba por dar entrada en las fases previas del Festival a grupos pop-rock que, una vez pre-seleccionados en las cabeceras regionales de esta cadena de emisoras competirían en la gran final a celebrar en Benidorm.

La "cabecera" de Radio Cadena Española en Galicia estaba enA Coru¤a y la dirección regional de la misma organizaba, según mandato de central, la eliminatoria gallega  con un concierto múltiple en  el  que participaban los grupos gallegos seleccionados por las emi soras de las cuatro provincias.: Coruña,Lugo, Ourense y Pontevedra.  Lugar del certamen, la sala "Auditorium" de Sada.

El "pique" Coruña-Vigo, amenazaba con desestabilizar el veredicto del jurado escogido con escrupulosa y equitativaimparcialidad. Los comentaristas musicales de ambas zonas ‚éramos
conscientes de que teníamos que ejercer nuestro derecho a voto dentro de los límites de una desapasionada profesionalidad.Como mienbros del jurado estábamos Jesús Ordovás, Antón Reixa, Pilar Comesa¤a, Carlos Cortón, Ananda Español y yo. El ambiente era relajado y cordial, aunque  el triunfo del grupo Metro en el Concurso Rock de La Coruña sobre el vigués "Bar" , junto a la eliminación de "Siniestro Total" y el zafarrancho montado  en la "trastienda "por Bibiano y  un servidor, sobrevolaba la reunión.

Al llegar a la sala los jurados nos perdimos por el local  para escuchar  a los grupos. En mis notas de puntuación destacaban dos: "Radio Océano " de La Coruña y " Aerolíneas Federales" de Vigo. Un poco "agobiado" por este empate,  me dirigí a la sala de reunión del jurado con la secreta esperanza de que los apuntes del resto del jurado pudieran romper la igualdad de mi criterio. 

En los primeros intercambios de opinión enseguida se vió claro que estas dos formaciones se iban a echar un pulso en el veredicto final que prometía ser, por lo menos, apasionante.Difícil estaba el tema y trás casi dos horas de deliberaciones -- escuchando el pataleo del respetable por la tardanza -- en las que cada sector del jurado argumentaba y barajaba todo tipo de merecimientos de los representates de "zona", Vueltas y más vueltas, pero el veredicto final no pasaba del empate y solo pod¡a ganar uno. 

Las "fuerzas" estaban equilibradas al igual que los merecimientos. Hab¡a que desempatar aunque nadie estaba por la "labor". Quién más, quién menos, pidió una "palangana" para lavarse las manos mientras en la sala el público vociferaba proclamando a "Radio Océano" como triunfadores. Lógico por estar tocando en casa.

Imposibilitados para una decisión "salomónica", y en la ronda "redefinitiva" introduzco en mi veredicto argumentos de "lógica" que me llevan a dar mi voto decisivo para Aérolineas Federales: Consideraba que su estilo y la canción , "encajaba" más con el espíritu festivalero del Festival de Benidorm que la de Radio Océano, más "destroyer", en onda punk.

Con el veredicto del jurado en la mano, sale a escena el presentador que es recibido con "pitos y flautas",  variados abucheos por la tardanza y victoriosos coros que entonaban, masivamente, "­Radio Oc‚ano campeón!". El ambiente era para acojonarse y, el presentador, se "acojonó" sabiendo de antemano que, los ganadores eran "Aerolíneas Federales". Con los "congojos" fuera de sitio e intentando hacer oír su voz sobre la masa coral, el presentador, en vez de dar el número total de votos del jurado para cada participante --con lo cuál los votos particulares se mantendrian en secreto -- opta  por  personalizar la votación dejándome, de
esta manera, con el "culo al aire" a expensas de las "iras" de los enfebrecidas huestes de "Radio Océano". !­Menuda faena!.

Resignado y con la conciencia tranquila -- solo la conciencia -- observo las reacciones del público. Silbidos y abucheos para los que votaban a "Aerolineas Federales" y estruendo de aplausos para los votos favorables a "Radio Oc‚ano", con tan mala sombra de que
mi voto estaba de último..¡.­la que se pod¡a montar!....pensé y se montó  cuando el voto de Antón Reixa, penúltimo en hacerse público, empató la votación. Empate que fué acogido con aplausos al entender el público que, al ser yo de  Coruña, votaría igual que el resto del jurado coruñes‚s . O sea, a favor de "Radio Oc‚ano".

Silencio absoluto y ...¡­Crash, Boom, Zás!...Un punto más para Aerolíneas Federales que los proclama ganadores . El presentador intenta explicar el proceso de la votación, haciendo incidencia en lo reñi do que habia estado pero, el "ya no respetable", en plena bronca, le obliga a abandonar el escenario . Sale "Aerolineas" a  saludar y reciben una lluvia de objetos varios. Aparece " Radio Océa no" y es recibido por todo lo alto como triunfadores "morales" con vítores entre los que distingo mi nombre adornado de variados "apellidos" calificativos.

Desde mi situación en la sala, procuro pasar desapercibido y enfilo con prisa la salida. En el recorrido hasta la puerta me cayó algún que otro adorno verbal, varios "cortes de mangas", que sobrellevaba con dignidad y sin peligro para mi integridad física. Una vez en la puerta intenté  dirigirme al coche para abandonar la zona caliente pero, una pandilla me sale al paso y me cierra el camino al tiempo que exige explicaciones de mi voto.­¡ Que no cunda el pánico! ,  pense para adentro en un intento de estimularme  animicaménte mientras intento razonar... " ¡si quieres arroz Catalina!" ... imposible. 

Ante el giro que estaban tomando los acontecimientos, una pareja de la Guardia Civil que es taba en los aledaños del local, supervisando la salida del público se percata del tumulto y  me  rescata de la situación  ofreciéndose a acompañarme hasta el coche. Ofrecimiento que acepto de inmediato.

 Una vez en el coche, a salvo de las "discrepancias" del respetable , juro no aceptar "nunca, jam s" invitación alguna para formar parte de un jurado. Sobre todo si, por el medio, había implicaciones para la polémica. Una utopía porque los jurados solo queda bien con uno: el ganador y mal con todos los demás.Por cierto, fue un "juramento" , el de no nunca más jurado, que no cumplí, aunque en las treinta y tantas ocasiones que "ocupé plaza", las polémicas no me afectaron tanto, ni en lo "físico, ni en lo químico"...Bueno, miento...ya que en una ocasión formando parte del jurado del concurso "Son de Estrelas" de la TVG, una señora, decepcionada por mi votación, quiso arreárme con una pancarta...

A pesar de que el tiempo y los acontecimientos dieron la "razón a mi voto", al quedar de segundo en Benidorm "Aerolíneas Federales" y convertirse en grupo revelación del año a nivel nacional, el mal rato pasado, no me lo quita nadie, aunque lo mitiga en buena parte
la buena consideración que de mi tiene Xosé  M. Pereiro ," Johny Rotring", cantante  carism ático de "Radio Oc‚ano", cuando me incluye en su relación de " Os 4 Fantásticos do rock en Galicia": " A pesar de "baixarnos" da Final para ir a Benidorm".

 Gracias Josito!.
¨







martes, 9 de julio de 2013

"CONCIERTO DE LOS MIL AÑOS". EL "SUEÑO DE TRES NOCHES DE VERANO (1993)


                   20 AÑOS DESPUÉS DEL “CONCIERTO DE LOS MIL AÑOS”, SIGO SOÑANDO...



Los días 8,9 y 10 de julio de 1993 el Estadio Municipal de Riazor  acogió el “Concierto de los Mil Años”, que cubrió la ciudad de A Coruña de un manto de  estrellas de la música que compartieron con alrededor de 100.000 personas ------llegadas de toda Galicia, España y Europa-- unas jornadas imborrables en el recuerdo de quiénes allí estuvimos disfrutando.  

Han pasado 20 años y  parece como que habláramos de la “prehistoria” y no lo digo por la suma de la edad de los artistas que allí estuvieron, leyendas y mitos, sino por la lejanía  de aquellos “buenos tiempos” El recuerdo de aquella reunión estelar que figura en los anales como uno de los grandes conciertos del siglo XX en España – y que el Ideal Gallego cubrió de forma especial con extensa información en cuadernillos especiales, como se merecía su celebración --, tal y como ahora anda el patio musical, lo veo en clave de espejismo, como si fuera un sueño del que me resisto a despertar…

Pero fue de verdad. Incluso nadie –o muy pocos—ni el Deportivo ya concesionario del Estadio -habían puesto el grito en el cielo por la utilización del Estadio de Riazor como recinto de conciertos como se hiciera con la celebración de “El rock de una noche de verano” de Miguel Ríos, en agosto de 1983, al que habían asistido 18.000 personas a pesar de la tormenta, el viento y la lluvia, y que motivo – por desperfectos en el césped y drenaje, la concesión del Estadio Municipal al Deportivo, por la cantidad simbólica de 1 peseta. Fue el Xacobeo 93, en una época sin recortes,  quién organizara aquél “monstruoso” concierto con Chris Isaac, George Benson, Neil Young, Sting, John Mayall, Robert Plant, Bob Dylan, The Kinks, Eric Burdon, Jerry Lee Lewis, Chuck Berry, Wilson Picket y Bo Diddley,  artífices de aquél “conciertazo”,irrepetible y grandioso, lo más apoteósico que uno pudo echarse a la cara y a los oídos en A Coruña. No ya en el  siglo XX, sino en XXI,--- supongo que dónde esté buscaré una rendija para presenciarlo, con algunos de los protagonistas que estuvieron en Riazor, por razones de edad --

Un concierto  que sin duda está inscrito como la página musical más “gloriosa” de la ciudad de A Coruña.




lunes, 8 de julio de 2013

1976 - CONCIERTO DE CAT STEVENS, CON "DESCONCIERTO" INCLUIDO

UN CONCIERTO DURANTE  LA TRANSICIÓN




No era un concierto politizado. Solo era, y ya era mucho, uno de los primeros conciertos multitudinarios a cargo de las estrellas internacionales , que hasta la segunda mitad de la década de los 70, no se habían dignado a visitar el país, bien por no estar "democratizado" o por no tener un mercado musical de cierta envergadura para rentabilizar las visitas.

La primera vez que Cat Stevens-- hoy conocido como Yusuf Islam, tras su conversión al islamismo-- actuó en España,en el Pabellón del Real Madrid, --28 de Mayo de 1976 -- los periodistas musicales de provincias invitados al acontecimiento llegamos en grupo y fuImos instalados en unas de las barras del recinto donde poco a poco fueron concentrándose el resto  de invitados de los medios de Madrid.



Situados en la improvisada zona de prensa, cada uno tenía libertad de movimientos para buscarse la vida y encontrar un buen sitio desde donde ver y escuchar la actuación con la consigna de volver al ambigú al termino de la misma y, desde allí, todos los "provincianos" ir a cenar juntos. 

Después de recorrer el Pabellón y no encontrar ningún sitio -- estaba a tope de gente -- desde donde poder ver y escuchar bien el concierto, decidí volver a la "oficina móvil "de prensa desde donde se podía escuchar con nitidez pero no se podía ver. No fui el único que tuvo esa idea ya que, luna buena parte de la prensa musical, estaba allí instalada escuchando el concierto aunque sin posibilidad de verlo.

Para subsanar esta falta de visión, nos acercábamos de forma intermitente a una de las entradas interiores de acceso al recinto para, desde allí, realizar  inspecciones oculares de seguimiento del concierto. El ambiente era de gala y también el número de Policías Nacionales que dentro y fuera del Pabellón ponían e imponían respeto para que las multitudes guardaran la debida "compostura", disolviendo cualquier tipo de concentración que pudiera derivar en manifestación toda vez que estábamos inmersos en lo que hoy se conoce como "transición" y el ambiente ciudadano estaba tenso. 

La presencia de los anti-disturbios imponía respeto aunque el público solo mostraba interés en participar en el acontecimiento musical.Todo iba bien hasta que, en una de esas "inspecciones " al recinto, me encuentro con un "tapón" de cuatro agentes del orden plantificados en el acceso a nuestro "mirador". De manera educada y respetuosa, solicito la posibilidad de que me dejen pasar para ver la actuación y me encuentro con unas miradas disciplentes que me examinan de arriba a abajo sin hacer el menor caso a mi petición. Allí no se mueve nadie y regreso al ambigú para informar de la "barricada" que nos impide el paso. No le damos mayor importancia hasta que escuchamos fuertes aplausos en la sala y queremos saber el motivo. Instintivamente vamos al "vomitorio" y de nuevo nos topamos con la
barrera que impide la visión y que produce un atasco en el acceso.

Me coloco a la altura de los agentes que están de espaldas y de nuevo solicito, con educación , que me abran paso,  al tiempo que hago ademán de apartar a uno de ellos que, de inmediato me fusila con la mirada por mi osadía. "­A dónde va Ud. !", oigo detrás  de mí  una voz  enérgica que dice "­Por aquí no se puede pasar!" y siento una mano que me sujeta por el hombro . Molesto por la acción giro la cabeza y digo, "¨Como no se va  a poder pasar?... precisamente esta es una entrada del público al recinto y lo que no se puede hacer es bloquearla...

¡Que oportunidad perdí de estar callado!. La réplica del agente fue‚ de "ordeno y mando", ante lo que esgrimí mi entrada y me sitúo‚ delante de ellos que se quedaron cubriendo la retaguardia . De vez en cuando, miraba de reojo para atrás y los veía conversando y haciendo gestos que me señalaban .Decído regresar al ambigú y, cuando estoy a medio camino, dos de los Policias Nacionales me cortan el paso  y con toda contundencia solicitan que me identifique. Les hago entrega del DNI que miran con detalle. No contento con ello, me invitan a que les acompañe para proceder a una identificación vía radio-patrulla. 

Cuando todo daba a entender que estaba "retenido", se cruza con el grupo, mi amigo Xerardo Rodriguez, por entoces de la Cope de Vigo que, al igual que yo,  iba y venia desde el ambigú para presenciar la actuación. Al ver Xerardo que me sacaban "escoltado" me pregunta el porqué y con "prisas" -- los agentes me apremiaban para que no interrum-piera la marcha -- le explico los motivos de lo que aparentaba ser una detención. Sorprendido por lo desagrabable de la escena Xerardo intenta dialogar con mis acompaantes que, con gesto adusto y malhumorado no le hacen ni caso...Llegamos a las puertas del Pabellón y le pido a Xerardo que avise al "jefe de la expedición", Carlos Juan Casado de Ariola, de lo que estaba pasando mientras me conducen hasta una "lechera" aparcada en las inmediaciones.

Cuando las puertas del vehículo policial ya estaban abiertas para "facilitar" mi acomodo en el interior, aparece corriendo el "grueso" de mis compañeros alertados por Xerardo. Todos a "una" piden respetuosamente "explicaciones" que nadie parece querer dar y mi "acongojonamiento" me lleva a pensar en una noche en comisaría .

El concierto de Cat Stevens se estaba convirtiendo en un mal sueño por la testarudez de unos agentes de la autoridad. Por fín, cuando ya estaba instalado en el vehículo policial aparece en escena un teniente que parece más " asequible" al diálogo con mis compañeros y, después de diez minutos,--que me parecieron toda una eternidad-- sentado en el coche patrulla oigo una voz salvadora que dice, "!Puede Ud. salir­", al tiempo que una mano me extiende mi documento de identidad. 

Ni una explicación más. Tampoco estaba en condiciones de pedirla por si se arrepentían del rasgo de generosidad y volvían a las "andadas". Así que pusimos tierra por medio y regresamos al ambigú para retomar el concierto entre risas a mi costa por lo sucedido que, aún sin hacerme ninguna gracia, fueron protagonistas del resto de la velada que por momentos creí que acabaría en comisaría aunque no tarareando "Wild World" 

sábado, 6 de julio de 2013

EL “HEAVY METAL” EXPLOTA POR PRIMERA VEZ EN A CORUÑA

DE RICK WAKEMAN A URIAH HEEP



La agencia Gay & Company (hoy Gamerco) fue la primera compañía dedicada a organizar conciertos de nivel internacional. Conocí a Gay Mercader, promotor musical y  fundador de la empresa, durante el concierto de la banda de rock progresivo Emerson, Like & Palmer celebrado en el Palacio de los Deportes de Barcelona en 1972.

Un día, creo recordar que de 1975, me hablan de la posibilidad de traer a Coruña al ex-teclista de Yes, Rick Wakeman, que anuncia gira presentación del álbum Journey to the Centre of the Earth, con el que ha alcanzado el número 1 en el Reino Unido y el número 3 en el Billboard estadounidense. Las condiciones económicas expuestas por Gay son elevadas, pero pienso que entran en las posibilidades de la  tesorería municipal. Se lo hago saber al concejal Gila Lamela, responsable del área de Cultura del Ayuntamiento coruñés y gran aficionado a la música.

Me entrevisto con él y se muestra partidario de realizar el concierto. Llamo a Gay y viaja a Coruña para cerrar el precontrato. Nos reunimos los tres en la cafetería Rima de la calle Feijoo. Se llega a un acuerdo en la fecha, el lugar (Pabellón de Deportes) y en el caché. Sólo falta para cerrar la operación un fleco: la entrega de la mitad del contrato por adelantado. Según Gay, los guiris no se mueven de Inglaterra si no tienen en mano ese dinero. Gila se compromete a tener disponible un mes antes de la fecha señalada el dinero, porque el desembolso tiene que ser aprobado en un pleno municipal.

Se acerca la fecha y Gay insiste en que le aprietan desde Londres y que sin el adelanto no hay concierto. Comunico las prisas a Gila. El pleno municipal en el que figuraba dentro del orden del día la aprobación va y se retrasa. Gay nos comunica que los guiris quieren el dinero ya, y si no, no hay concierto. Con un retraso de quince días sobre lo acordado, Gila ya tiene el dinero, pero, cuando se lo hago saber a Gay, me dice que ya es tarde…Y nos quedamos compuestos, con dinero y sin concierto de Rick Wakeman.

LLEGA URIAH HEEP A CORUÑA -- 1977


Pasa el tiempo y un buen día aparece Luís Rovira, de la compañía Gay & Company, por la Radio Feliz. Viene de Pontevedra, de cerrar la fecha del concierto del grupo Camel, patrocinado por la COPE de Vigo. A instancias de Gay Mercader me habla de que tienen la intención de traer a La Coruña al grupo británico Uriah Heep, pionero del "heavy metal". Me entusiasmo con la idea y me pide cobertura promocional a través de la Radio Feliz. Sin dudarlo, se la doy.  Ahí es nada … ¡Uriah Heep,  una de las bandas referenciales del rock británico, en A Coruña!

Cierto que la banda no está en su mejor momento de forma y viene de un período de inestabilidad provocada por cambios de formación. El cantante David Byron ha sido sustituido por John Lawton (ex-vocalista de Lucifer’s Friend), pero en la formación figuran el guitarrista Mick Box, fundador del grupo, y el teclista de siempre, Ken Hensley. A pesar de los cambios, Uriah Heep goza de una muy buena reputación, ya que sus grandes obras discográficas, aparecidas entre los años 1970 y 1976 , los han convertido en uno de los grupos más consistentes del hard-rock.

CONCIERTO CON ÉXITO Y FLECHAZO

El anuncio del concierto de Uriah Heep levanta mucha expectación, y no sólo en la ciudad. Desde toda Galicia llegan seguidores del “heavy metal” para disfrutar. Así lo hacen las más de 5.000 personas congregadas en el Pabellón de los Deportes. Disfrutan de la excitante sinergia instrumental y de los textos de rasgos místicos habituales de esta formación.

Personalmente, los componentes del grupo son muy enrollados. El que más, John Lawton, el nuevo cantante,  que se enamora perdidamente –aunque sólo por dos días– de una guapa colaboradora de la Radio Feliz llamada Alba, a la que conoce en los estudios radiofónicos durante una entrevista previa al concierto. Tanto es así que después del concierto los miembros de Uriah Heep se quedan un día más en A Coruña, ya que el enamoradizo cantante no quiere marcharse (según me comenta Luís Rovira) tras haber encontrado en nuestra ciudad …”el amor”.





jueves, 4 de julio de 2013

ANUNCIAN UNA "OLA DE CALOR" Y LOCOMÍA VUELVE A SACAR LOS ABANICOS

VUELVE EL SONIDO "ABANICO" PARA REFRESCAR EL VERANO...

Lo cuál indica que la "crisis" de creatividad musical es  "casi igual" a la económica...¡Vamos, que estamos en "pelotas"!

Hace calor...y en las tardes noches del verano,tomando un "gin - tonic", sin "pijadas", suenan en las terrazas y discotecas playeras, una música "refrescante", que llega , desde el Caribe, a través de las corrientes del "Golfo".

De repente "siesteando" escucho en un programa de la tele, que vuelve "Locomía y sus abanicos".Achacó lo escuchado a mi "somnolencia"...Levanto los párpados y allí estaban,abanicando al público... No era un espejismo de verano...¡Eran los "nietos" -- con perdón  "guaperas y cachas" de Locomía dándole otra vez al abanico!. Muy guapos ellos...

Después de refregarme los ojos .., pensé --algo difícil de hacer en los minutos post- siesta --
que la  culpa  era de los recortes y la austeridad,...¡Esta claro!....Ante la noticia de que sube la corriente eléctrica, los más ahorradores, están cambiando el aire acondicionado por los abanicos...que es mucho más castizo y económico...

 HISTERIA  EXPRESS



Locomía nació como grupo de moda en 1984 en Ibiza, una isla musicalmente muy movida y en el verano de 1989 se convierten en un boom en toda España vendiendo miles de copias, obteniendo disco de oro y platino. Su aspecto extravagante, con una estética peleona y muy valiente,  sacando hombreras y adornados por  coreografías acompañadas de gigantescos abanicos, les dio mucha notoriedad y los veranos1989 a 1992  sufrieron el síndrome Locomía cuyos temas sonaban en todas las discotecas. Bueno, en casi todas  porque en el Playa Club, el  de los buenos tiempos, su música no tuvo  cabida a pesar de la oferta que tuve para actuar en esta sala, vía teléfono, por parte de su manager y que cuento en forma de histería express

     Rin, rin, ring (suena el teléfono)…
     ¿Diga?...(contesto)...
   ¿Es el Playa Club de La Coruña?...
-       Si...dígame...
-     Soy el manager de Locomía y quisiera hablar con el encargado de contratación de la sala…
-      Yo soy,… dígame Ud…
-  Era para ver la posibilidad de que el grupo actuará en esa sala …¿Conoce a Locomía?...Es el grupo de los “abanicos”…
-    Pues si,--respondo -- claro que los conozco, como no, pero,… en esta sala ya tenemos “aire acondicionado”.
-     ¡Ah bueno! ,… perdone Ud. las molestias…
-     Click …(se corta la comunicación).

Sucedió tal cuál. Al acabar la corta conversación con el manager de Locomía me dio un ataque de risa del que aún no me he recuperado. Fue un diálogo para besugos y mi contestación, por vía de la ironía, debió hacer mella en el manager  que quedó descolocado y, sin más argumentos, colgó el teléfono.



miércoles, 3 de julio de 2013

LOS "HUEVAZOS" DE RAMONCIN

EL REY DEL POLLO FRITO

A finales de los años 70, las compañías discográficas españolas se decidieron a abrir,  nuevos huecos por donde hacer llegar un rock  “auténtico” y callejero que rompiera  la somnolencia que había invadido el pop español .

.Los tiempos estaban cambiando y los cazatalentos, necesitados  de “mercancía”, iniciaron la búsqueda  para alimentar  las apetencias de una juventud que empezaba a tener su protagonismo, levantando su cresta, en las comunidades invadidas por la desesperanza colectiva.

El “punk” británico se había convertido en un buen negocio discográfico y , el culto al fracaso , la desesperanza y la fealdad , había dado muy buenos dividendos al " bisnes " que después de las primeras convulsiones absorbió en beneficio propio la metafórica " filosofía " punk que , en estado bruto , provocaba alarma social con sus intensos ramalazos de rebelión .

La impugnación , salvaje y grosera , que los " punks " británicos hacían del " star system " , de la profesionalidad , el buen sonido y , y la música de los " héroes de la guitarra " , propició  la creación de un mercado dirigido a aquellos jóvenes que querían devolver a la sociedad una imagen caricaturesca de lo que producía .Está  traslación de la ideología " punk " al tejido social español
se veía bastante fantasmagórica por la escasa dinámica combativa de una exigua representación " punk " que solo emergía de vez en cuando como elemento de curiosidad estética de los circuitos marginales.

La verdad es que no todas las compañías estaban por llevar a su catálogo la música " punk " ante el riesgo , más que probable, de que los elementos más reaccionarios de la sociedad española , pusieran el grito en el cielo, y en la tierra , al percibir los "perjúmenes de basurero " , fermentadas en las ciudades de cemento , que emanaban de estas " criaturas de suburbio " .

A finales de 1977 la EMI fue la encargada de introducir en el " corral discográfico" español  a Ramoncín, el " Rey del Pollo Frito " . Y no fue por casualidad ya que la central inglesa sabia de los buenos resultados comerciales de la moda " punk ". En sus manos había explotado la bomba de los " Sex Pistols " de la que habían sacado un sustancioso rendimiento comercial a base de reconvertir prohibiciones y escándalos en moda musical de “alta costura” .

Ramonc¡n encajaba en la radiografía " punk " con retoques "tipycal spanish".Venia de una ciudad-dormitorio, Vallecas, donde la moral de los adolescentes estaba en quiebra . Sin llegar al forro del extremismo  musical y escénico de los " punks " británicos  asumió  una imagen  de travesti provocador , con una música más rabiosa de lo habitual y un variado repertorio de "corte de mangas



En febrero de 1978  Ramoncín " conmociona " los circuitos musicales españoles, con una esperpéntica  representación teatral de la escuela " punk ". Con marginal chulería  y castizo desparpajo , adquirido y desarrollado en el "foro " de Vallecas , Ramoncín y WC? , saca al mercado un single que contiene “ Du duá” y “El Rey del Pollo Frito” y se planta en la escena musical española con “aviesas” intenciones de mandar al carajo el orden establecido . Con remiendos de " bad boy " y tocando los " desverguenzas " del prójimo se auto corona como " El Rey del Pollo Frito "




CABREA BIEN Y MIRA A QUIÉN ... 

Conocí a RamoncÍn  en plena representación de sus modales insurrectos grabando el primer disco en los estudios que la EMI tenÍa en los sótanos de sus oficinas en la Plaza de Ramales. Estaba haciendo pasillos a la espera de ser recibido por el director de promoción de la compañía cuando  empiezo a percibir un trasiego inusual en la casa. Gente subiendo y bajando escaleras, ecos de barullo " underground " y voces anormalmente fuera de tono , me avisaban de que algo estaba pasando.

Ya en la oficina de promoción, me dan el " parte de guerra " … Un nuevo fichaje de la compañía , llamado Ramoncín y conocido con el nombre de guerra artístico como " El Rey del Pollo Frito " estaba grabando en los estudios del sótano . Poniendo en práctica el manual del " punk " ,Ramonc¡n y sus " huestes " de acompañamiento (WC) se habían dedicado a llenar de " graffitis " las puertas y paredes de los " WC´S " con una serie de frases provocadoras ante el manifiesto disgusto de algún directivo de la compañía poco comprensivo con el nuevo sistema de decoración y a las " gamberradas " de unos jóve nes con gestos autodestructores y atributos a lo Richard Hell --Ricardo Infierno -- del grupo " Televisión " (el famoso imperdible ) .! A donde vamos a parar ¡ clamaba alterado el directivo en cuestión..

Los responsables del nuevo producto, intentaban capear como podían las iras de los menos comprensivos directivos que exigían inmediatas reparaciones . Obviamente , el producto estaba siendo cocinado con la materia prima exigida para acentuar el conflicto y crear un entorno adecuado a las necesidades de enfretamiento . El cabreo de unos daba paso al optimismo de quiénes veían como " El Rey del Pollo Frito " estaba haciendo méritos para ser degustado.

Para conocer mi opinión al respecto me llevan al estudio  y me pasan  los " masters " grabados por Ramonc¡n . Escucho canciones directas, con ramalazos violentos y sonido de guitarras entrecortadas por la voz descarada del cantante . Suena bien , al menos diferente . En medio de la audición aparece Ramoncín con el que converso para ampliar información sobre el producto de próximo lanzamiento al mercado y que figura como objetivo de la compañia .

Muy suelto de verbo , y con ademanes de líder , me traza los rasgos más destacados de su trabajo que reivindica la línea de provocación de la " música basura " inglesa pero , con " sordina ". Cuando ya estábamos a punto de despedirnos entra en escena uno de los ejecutivo de la compañia  que afea la conducta del cantante. Era Luis Sagi-Vela, una de las grandes voces de la l¡rica espa¤ola y director del catálogo de música clásica de EMI ODEON .A Ramoncin le resbala por los omóplatos la filípica reformista que devuelve con una  ágil andanada de impertinente verborrea autónoma que sofoca aún más el cabreo  del Sr. Sagi Vela que , en retirada, se refugia en su despacho acompañado de una retaíla de acciones a exponer ante las máximas instancias de la compañía .


HORTALIZAS, ESCUPITAJOS Y HUEVOS  PARA SU PRESENTACIÓN




El disco de Ramoncín , " El Rey del Pollo Frito " ,se edita acompañado de la parafernalia promorcional adecuada a un  producto estandarte del nuevo " orden ", que intenta desordenar la uniformidad del panorama  musical español . El escaparate elegido es ni mas ni menos que " Los 40 Principales ". Se organiza en Pacha  un  concierto presentación, Allí  estaba Rafa  Revert ,  "sheriff " de "Los 40 Principales  ", en primera fila , atento a las evoluciones de Ramoncín  que se encaraba con el público , provocando y pidiendo " guerra" .

La consigna era " escandalizar " pero, no todos se sentían aludidos por los insultos recibidos . Algunos asistentes sonreían ante una representación que iba subiendo de tono. Las palabras dieron paso a un variado lanzamiento de escupitajos, hortalizas y productos gallináceos , como huevos , que volaban sobre los cada vez más divertidos espectadores que , en buena parte , participaban en el intercambio.

Rafa Revert y su séquito, formado por ejecutivos de promoción de EMI , asistían sonrientes al espectáculo gratamente impresionados por la eficaz estratégia promocional . Muy dentro de su papel , a tope de revoluciones , Ramoncín vá,  y se encara con las primeras filas  cogiéndolas como diana de sus lanzamientos...! La que allí se montó !...Rafa, indignado , y con chaqueta que parecía una ensalada,  ponía el grito en el cielo mientras los promocioneros ofrecían disculpas por la irreverente osadía de Ramoncín, jurando y perjurando  que no formaba parte del guión -- algo sobre lo que siempre tuve dudas -- . El caso es que Ramoncín fue a por Revert y lo encontró  a “huevazo limpio” – yo estaba detrás y solo me salpicó la clara 
--
Todo un puntazo promocional con el que consiguió el "veto " de la SER y  la credibilidad de sus seguidores , por el conducto reglamentario del escándalo  . Poco tiempo después aparece el LP con el tema “Maricas de terciopelo”, que tiene  una amplia repercusión en las páginas de sociedad y cultura de todos los medios informativos, menos en las programaciones musicales de las emisoras españolas que consideran a Ramoncín un “bluff”.

La carrera como cantante de Ramoncín fue desarrollándose  a impulsos de un bien aplicado oportunismo pero perdiendo a todas luces la virulencia programática de los comienzos . En 1982 lo encuentro en Barcelona ,en el concierto de Bruce Springsteen , como un rendido admirador del " boss " . Su intento  de combatir y criticar el orden establecido del rock fue debilitándose y acabó por edulcorarse finalmente en el seno del " establishment " .de la SGAE, de la que fue parte activa y  que lo llevó de visita a los juzgados.



Hoy, gracias a su medra “física y química” ,Ramoncín se ha convertido en todo un erudito de la palabra . Ya no escupe al público, ni tira huevos, ni hortalizas a la gente. Después de ser “absorvido” por el sistema ,  ha peinado sus ideas de rebelión radical con la gomina de una intelectualidad prepotente, que pasea por las tertulias del foro convertido en diccionario antológico del buen conversador y de vez en cuando saca disco como Ramón a secas, aunque como recurso para seguir en el “candelabro” se monta alguna “pirula” para chupar prensa, radio y Tv.














martes, 2 de julio de 2013

¡LLEGAN LOS BEATLES!...Y FUI A VERLOS

“QUÉ TARDE LA DE AQUEL DÍA” :  LA PRIMERA VEZ...
Madrid, 2 de julio de 1965


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Para todo hay una primera vez, un inicio, que solemos inmortalizar a la hora de repasar el listado de los recuerdos, recuperando aquella primera ocasión con más facilidad al estar cargada de más emociones que los recuerdos neutrales. Son recuerdos que hemos guardado en forma más profunda en nuestro cerebro y recordados por más tiempo.

Más allá del impacto que la primera vez tiene entre nosotros, lo que verdaderamente lo fija en la memoria es posiblemente otra cosa: el esfuerzo por conseguir algo, el trabajo que invertimos en el logro de algo.

¿De verdad nos marca tanto la primera vez? La primera experiencia puede ser importante, pero no tiene necesariamente por qué ser determinante en la persona. De mayor relevancia es otra cuestión: en qué condiciones y circunstancias ocurre esa primera vez.
La mía tuvo lugar en Madrid a la edad de 22 años, el 2 de julio de 1965 y lo hice pagando 300 pesetas. Antes, había tenido varios escarceos, en A Coruña y en Madrid, pero nada tan imponente como lo sucedido ese día y que, por su magnitud me mantuvo en fechas previas en un alterado estado emocional, hasta conseguirlo. Una premiere estelar que recuerdo con nostalgia y ciertas dosis de fervor a pesar del semigatillazo anímico proporcionado por el evento.  

Fue en la  madrileña Plaza de Toros de las Ventas donde, acompañado por 2.500 personas, aproximadamente, lo hice por primera vez: asistir a un concierto de categoría mundial, con la ilusión de un debutante en estas lides, viendo y escuchando en directo a The Beatles.

“Beatlemanía” a la española
En 1962, el rostro victoriano de Gran Bretaña empieza a mostrar un gesto distinto, anticonvencional, melenudo y popular, con el nacimiento de un conjunto musical diferente: The Beatles. En España (salvando, claro está, las distancias y los matices) se vivía a comienzos de la década de los años 60 una etapa de prosperidad, con signos externos (había la posibilidad de comprar, aunque fuera a plazos, un flamante seiscientos) que contribuían a hacer más patente la situación de bienestar. Unas circunstancias políticas que sirvieron para alimentar el ardor del fuego de la música pop y que permitieron, aunque fuera a trancas y barrancas, la posibilidad de que los jóvenes tuviéramos la oportunidad  de escoger nuestra música.
En esta situación llegan a España las primeras noticias de la aparición de The Beatles, con unas fotografías que, de inmediato, provocan conservadoras carcajadas de la mayor parte de los columnistas de la prensa española. La indumentaria, el flequillo y el ritmo de sus canciones son motivo de bromas descalificadoras. Se les llama ye-yés, melenudos,  y en función a la traducción literal de su nombre, escarabajos. La mayoría de los profesionales de la radio de entonces, en sintonía con la prensa, los califican como de “moda pasajera”. La sociedad adulta española se retuerce contra el bullicio musical levantado por aquellos chavales de Liverpool que, con sus gestos, anunciaban el comienzo de una revolución de las formas sociales.
Al tiempo que los mayores redoblaban sus ataques contra aquella música ruidosa, los jóvenes españoles asumíamos su forma de expresión y ratificábamos, eso sí, con la boca pequeña, la existencia legítima de una música representativa de nuestros mundo particular. Poco a poco, la beatlemanía va saliendo a la calle y, con ella, parte de la juventud española asume un nuevo comportamiento que se transforma en signos externos: el pelo y la vestimenta.

Heterodoxo musical
Una vez alguien me llamó heterodoxo musical exquisito y, a bote pronto, lo consideré un insulto por creer que me llamaba otra cosa. Tuvo su gracia, ya que mi interlocutor me había calado de inmediato, tras una prolongada tertulia en la que había tocado diferentes palos musicales.
 Este virus de la heterodoxia lo pillé en mis años mozos, a comienzos de los 60, inoculándome gérmenes del pop británico que empezaban a infectar a medio mundo: Dave Clark Five, Rolling Stones, Billy J. Kramer & The Dakotas, Animals, Searchers, Kinks, Herman´s Hermitis, Beatles… También contagiándome, a la vez, con un sonido nacido en Detroit, que se autodefinía como “el sonido de la joven América” y alteraba los biorritmos juveniles de los que tenían la oportunidad de escucharla entonces. También era un adicto al blues, al rythm and blues y al soul, adentrándome tímidamente, empujado por estas corrientes musicales, en el jazz.

La España musical de 1964
Uno año antes de la llegada de The Beatles a España los de Liverpool arrasaban en todo el mundo y ejercían una dictadura musical internacional acaparando en tan solo un año cinco primeros puestos de las listas de singles y tres de álbumes. Un pleno total. Incluso habían logrado colocar el single Love me do, que había llegado al número 17 de las listas británicas, en el número uno de las norteamericanas.

Mientras esto sucedía, Los Pekenikes lograban el primer éxito instrumental español. Lo hacían por casualidad, a instancias de Junior, que les aconsejó introducir en su repertorio algún tema instrumental. Lo era Los cuatro muleros, hecho al estilo de formaciones extranjeras como The Shadows, cuyo tema Apache era pieza obligada para cualquier grupo que se preciara de tocar bien.

En ese año nacen Los Brincos  y muere el Circo Price madrileño (que se había convertido en la catedral de la joven música española, después de dos años de festivales) a causa de un demoledor ataque gubernamental. Cuenta José Ramón Pardo que el cierre fue provocado por el diario madrileño Pueblo, que llevaba una larga temporada desprestigiando a los asistentes a las sesiones matinales –entre los que me encontraba– diciendo que no eran “ni estudiantes, ni obreros”. Al final quienes realmente movían los hilos consiguieron que Pueblo –con continuos ataques a través de noticias como “algunos grupos de jóvenes, envenados por el ritmo a la salida del concierto, cometieron desmanes y fechorías”– impulsara la suspensión, por orden gubernamental, y para evitar males mayores de los Festivales del Price.

La bomba: ¡Los Beatles en carne y hueso!

Así estaba el patio cuando explota la noticia de que Los Beatles vienen a actuar a España. Para preparar el ambiente se editan los singles Twist and shout, She loves you y Roll over Beethoven…. ¡Menuda bomba! Los Beatles llegaban a España dispuestos a tocar ante un público que asistía al mundo del pop como ante un espejismo en medio de un páramo. Aquí no venía nadie a tocar y se hablaba de ellos como si fueran el terror mismo para la juventud.
Yo quería ir al concierto, a pesar de mis minusvalías financieras y del ambiente hostil que se había montado en torno a él con informaciones de cariz disuasorio, aparecidas  en prensa, radio y No-Do, que trataban de restar importancia a visita de los escarabajos. Una campaña de descrédito en la que se hablaba de posibles desórdenes públicos en Barajas a la llegada de Los Beatles y de fuertes medidas policiales para mantener en orden las incontroladas acciones de los jóvenes que asistieran al concierto. Una campaña que dio sus resultados, ya que muchas fans desistieron de ir a recibirlos al aeropuerto a pesar de que se habían habilitado autobuses para tal efecto.

Aquellas alarmantes noticias echaban por el suelo la estrategia que un grupo de amigos asiduos del Price habíamos estudiado para poder colarnos sin pagar en la Plaza de Toros al considerar que la vigilancia tapaba los resquicios por creíamos poder burlar a los porteros. Así que bajamos de la carrilana que nos llevó desde la Puerta del Sol hasta las inmediaciones de las Ventas, que estaban atestadas de gente, y de grises a pie y a caballo, pertrechados para disolver una multitudinaria manifestación.



Un poco acongojados por la magnitud del despliegue policial nos dirigimos hacia las taquillas comentando sobre la localidad a comprar. En estas que se nos viene encima una carga policial y... pies para que os quiero.  Los míos me llevan, no sin hacer gestos de que iba a comprar la entrada a un policía montado que se acercaba, amenazadoramente, hacia la cola de las taquillas. En la desbandada general había perdido a mis compañeros de concierto y ni corto ni perezoso pido una de segundo bloque de sillas por la que pago 300 pesetas –el precio de las entradas iba desde las 75 a las 450 pesetas–.

Cuando faltaba media hora para que comenzara el concierto el aspecto de la plaza era desolador. En realidad la plaza estaba medio vacía, o medio llena, y había mucho más público fuera que en el interior de la misma. En mi hilera de sillas estaban cinco personas, aunque alejadas de mi silla, y me encontraba un poco raro, perdido, solo sin poder charlar con nadie. Miraba a mí alrededor y a las gradas medio vacías buscando al resto de mis acompañantes para recuperarlos, pero no los localicé. Se notaba en el público que estábamos poco duchos en los conciertos en grandes lugares.

La llegada de mis vecinos de silla, una pareja que había venido desde Medina del Campo y que como yo estaban sorprendidos por la poca gente que estaba dentro, alivia la espera con una conversación en torno a la grandiosidad de los amplificadores Vox colocados sobre un escenario espartano.

Con Torrebruno –el amigo de los niños– como presentador, empiezan a desfilar los teloneros. ¡Y vaya desfile!... El primero en aparecer es un cantante llamado Michel, que consume su actuación ante la indiferencia del público. Le siguen Juan Cano, Los Rustiks, Beat Chicks y Modern Four. Cuando aparecen Los Pekenikes el ambiente empieza a bullir, escuchándose, a manera de ensayo, las primeras corales histéricas de las fans afinando sus gritos. Su actuación fue el prólogo de la llegada de los Beatles al escenario. Llegada que sale a anunciar el inefable Torrebruno –metro y pico de simpatía y estatura– ante el griterío de buena parte de las aproximadamente 2.500 personas que estábamos salpicando las sillas y gradas de Las Ventas –a los dos días, en Barcelona asistieron 18.000–.

Vestidos de negro, imitando  cuando podían las poses flamencas más tópicas, aparecen Ringo, Paul, George y John (con sombrero cordobés). Tuve la sensación de estar viviendo un sueño. No me podía creer que estuvieran allí, delante de ellos, cantando “C´mon, c´mon, c´mon baby”... ¡Twist and shout!, que fue la primera canción. Pero era cierto, a pesar del sonido muy deficiente y de que las canciones se percibieran más que escucharse entre el griterío del público, poco, pero muy chillón. Tocaron doce canciones, entre ellas She´s a woman, Love me do, Can´t buy me love, I feel fine, Hard day night, Ticket to ride, y se despidieron con Long tall Sally.

Un caché de un millón y medio de pesetas
De los de entonces… Esa fue la cifra que cobraron los Beatles, según lo publicado por la prensa por un mini concierto de 35 minutos de duración. Al término del mismo, las valoraciones de los asistentes fluctuaban desde el entusiasmo y la desilusión.  Personalmente, no me habían tocado la fibra del entusiasmo, ya que en mi fuero interno esperaba más… otra cosa.
Ahora, con el paso del tiempo, aquella pobreza de sonido y mi parcial desilusión han sido borrados del disco duro de mi memoria y sólo queda el recuerdo de haber estado en el primer concierto de los Beatles en España, que, a la vez, fue mi estreno a nivel internacional. Y la primera vez siempre se inmortaliza.