Que
Andrés Lapique Do Barro es un activo cultural de la música gallega lo sabe todo
el mundo con la excepción de quienes por variados motivos siguen
haciéndose los sordos. A falta de un reconocimiento oficial, Andres, su obra,
cuenta con el reconocimiento popular que lo engrandece e incluye en el listado
de gallegos ilustres.
Estas
son algunas de mis vivencias con él relatadas en uno de mis libros, , en los
buenos y malos tiempos, que creo aportan la calidad humana de este artista que desde el principio, en
pleno éxito, ya se despidió con
melancolia y tristeza en la canción "Adeus, Adeus".
"Adeus, adeus, adeus...miña santiña...adeus,
adeus.adeus, vou lonxe da terriña, xa me vou lonxe de eiquí...Adeus para sempre
adeus"
Andrés tiene buena
parte de culpa de que me haya liado la manta a la cabeza y me estrujara la
memoria para exprimir algunos
habitáculos vivenciales de la misma. Cuando empece, en el otoño de 1995, a
tirar del hilo del recuerdo poniendo en su sitio mis convivencias con él, lo
hice con el ánimo de reivindicar su nombre y sus canciones. Quería comunicar a
los posibles lectores de estas “Desmemorias Revisadas” el ambiente emocional
que me rodea cada vez que escucho su obra relegada a un inmerecido anonimato.
Desde entonces, hasta hoy, esta cruzada
de recuperación se ha visto fortalecida con el testimonio de personas que han
estado junto a Andrés Do Barro en el cielo del éxito y la popularidad, o en los
infiernos del olvido.
Xavier Alcalá, amigo
desde la adolescencia de Andrés y letrista de “Teño Saudade”, una de sus más
bellas canciones, ha compartido conmigo este interés por incorporar a Do Barro
a la galería de gallegos ilustres
merecedores de ser rescatados del limbo de la indiferencia. Cada uno por
su lado, pero siempre con esfuerzo común, hemos tirado de la polea para elevar
a nuestro amigo a la altura que se merece.
Afortunadamente ya
no estamos solos y Andrés empieza a recibir esas congratulaciones que en las
peligrosas curvas del tramo final de su vida le faltaron. Su imagen frágil
vuelve a llenar la pequeña pantalla de la TVG, la prensa le vuelve a dedicar
amplios reportajes y sus canciones resuenan con voz propia o en las de otros
artistas.
Este eco de
reivindicación popular a llegado al corazoncito de su primera compañía de
discos que reeditará – posiblemente esté ya en el mercado cuando este relato de
cuentos vea la luz – parte de sus canciones. Lo que no pudo lograr en vida,
cuando le hacía mucha falta, lo ha conseguido de ausente. Puedes estar
orgulloso Andrés y aunque los malos tragos son difíciles de olvidar, tu nombre
y tus canciones harán que pervivas en la memoria histórica de Galicia.
En dos años he
tenido que revisar en varias ocasiones mis escritos sobre Andrés para
actualizar los mismos en función de los acontecimientos que se fueron
produciendo sobre su memoria. Al final me ha salido esta cosa, que
me recuerda la presentación que Andrés hacia de “Adeus, adeus” en su primer
disco : Es
una cosa que yo quiero presentarles... una cosa que está narrada a golpe de
corazón y siempre con la objetividad subjetiva de mi amistad con Andrés. Solo
sé que así la sentí, de esta forma tan rara ... No sé si algún día vera la luz
pero, si es así, espero que sirva como correa de transmisión de mis emociones y
mis recuerdos.
“Miña Santiña, coida da miña vida,
Adeus Andrés, para sempre adeus...”
VIVENCIAS DE TRIUNFO Y DERROTA
Muchas veces pienso
que Galicia le debe algo a Andrés Do Barro. Tal vez no gran cosa. Tal vez un
sencillo y sentido homenaje para quién, como él, la llevó siempre en sus
canciones y su corazón. Estoy casi seguro de que antes o después Andrés tendrá
ese homenaje que lo coloque en el nivel que su legado merece. Mientras este
llega, aquí dejo constancia de unas imborrables convivencias recogidas a lo
largo de su caminar artístico, forjado de canciones inspiradas antes de su
agonía. Canciones que hoy día, siguen revolviéndose en la tumba del tiempo a la
espera de la resurrección.
He tenido la
gran suerte de poder contar entre mis
amigos con dos de los más inolvidables personajes de la canción gallega: Pucho
Boedo y Andrés Do Barro. Los dos han muerto, pero los dos siguen estando vivos,
muy vivos, en mis recuerdos. Pucho conoció en vida el cariño que las gentes de
Galicia le profesaban. Andrés se marchó con la pena del olvido clavada en su
tristeza. Su imagen, empapada en la penuría de la felicidad, vuelve a mi cada
vez que giro la cabeza hacia atrás y recorro de nuevo el camino, luminoso y
oscuro, de su legado.
Andrés, “Andresiño”,
acabó rompiéndose física y moralmente. Aquellas historias de amor y vida que
esculpía en sus canciones, con voz poco hecha para el canto pero con una
emotividad que atragantaba de tanta ternura, se doblegaron ante las
adversidades de la vida. Buscó refugio en el alcohol y con él recorrió el
tortuoso tramo final de su existencia. ¡ Que mala compañía para tan buena
persona!.
Letras y melodías
creadoras de un clima solemne, difícil de encontrar, estallan en mi conciencia
y fustigan mis recuerdos con una sensibilidad llegada desde la otra dimensión
de las realidades. Las canciones de Andrés, servidas por su voz que se contiene
mientras describe sus propias visiones, claman un testimonial retorno. Su voz
desconsolada merece el homenaje que no tuvo en vida. Este es el mío extractado
de vivencias de triunfo y derrota.
CONTRA LA PROTESTA, CANCIONES CON SABOR
REGIONAL
Transcurría el año
1970, conocido en los anales de la música española como el de la popularización
de la canción gallega. Atrás quedaban miedos y reticencias sobre que, la
canción gallega incubada en el movimiento de Voces Ceibes, siguiera los caminos
combativos de la Nova Canço Catalana, la Canción del Pueblo de Madrid o el
movimiento Ezdok Aimaru del País Vasco.
Dos años antes, en
abril del 68, se presentaba en la Facultad de Medicina de Santiago de
Compostela el Movimiento de Voces Ceibes. Era
A Nova Canción Galega a la que
cantaban las voces de Xavier, Benedicto, Vicente Araguas, Xerardo Moscoso,
Gillermo y Miro Casavella entre otros. Fue también el año del ultimatun de
Serrat que exige a Televisión Española cantar el “La,la,la” en Catalán. Algo
que el Ministerio de Información y Turismo, al frente del que estaba Manuel Fraga
Iribarne, se opone de forma decidida y resolutiva.
Un año movido en el
que Juan y Junior logran el éxito discográfico con Anduriña, una canción de ambiente
gallego, precedente de un movimiento musical inspirado en el naturalismo
folklórico que aflorará en 1969 con las grabaciones del asturiano Victor
Manuel, “ La Romería”, “Paxariños”, y “El Abuelo Vitor”, y de Juan Pardo que
había emprendido su carrera en solitario precisamente con un tema, “La
Charanga”, de contenido gallego y que describía una jornada bucólica en los
prados gallegos, debajo de un “castiñeiro” y con gaitas y pandeiros sonando a
todo pasto.
Una canción, “La
Charanga”, de la que se habían hecho dos versiones diferentes, en gallego y
castellano ( con alguna palabra y giro galaico para aumentar el ambiente
pretendido) llegó a clasificarse en los
puestos más altos de las listas españolas de entonces.
En un perfil social
que se refugiaba entre las cuatro paredes de las vivencias urbanas, cualquier
reflejo campestre que proyectara sobre la sociedad ciudadana añoranzas de la
idílica paz de los campos, era acogida con complacencia por un público que se
consolaba de las durezas y agobios del asfalto con recuerdos de sus aldeas de
origen a la que, con suerte, solía acudir el día del santo patrón.
Fueron muchos los
artistas que descubrieron un filón en el folklore de sus por entonces
regiones ( hoy Comunidades Autónomas). Otros, como la navarra María Ostiz,
nacida en Asturias, se aprovechó de la situación para entrar en nómina
de lo que a nivel promocional se llamaba canción de sabor regional gallego.
Y lo hace desarreglando
y destrozando un tema tradicional de la Galicia de
siempre: Na veiriña do mar con el que permanece durante varias semanas en las
listas de clasificación y de la que cobra derechos de autor al ser esta popular
y haberla adaptado María Ostiz.
ME LLAMO ANDRES LAPIQUE DO BARRO, Y SOY
GALLEGO
A finales de 1969,
comienzos del 70, irrumpe por sorpresa en el mundo de la canción española un
cantante de limitadas facultades vocales pero con un natural instinto melódico
que llama poderosamente la atención. Su nombre, Andrés Lapique Do Barro.
La primera noticia
de la existencia de Andrés Do Barro me llega en una visita que hago al
departamento de promoción de su compañía de discos, donde me hablan de él y me
lo ponen por la nubes con el habitual énfasis triunfalista de estos
departamentos. Me lo presentan como una joya y , de buenas a primeras, tuerzo
el gesto en señal de incredulidad.
Andrés no constaba
en mis listados de cantantes gallegos y de aquella mi fe era bastante débil
para creer a pies juntillas algo que aún estaba por ver, sobre todo cuando lo
que escuchaba en primera instancia rascaba en los oídos como maullidos de gato.
Mi encuentro con la
cinta de estudio de Andrés provocó una incredulidad que transmití con un, ¡
vamos a ver que pasa !, que enfrió el ánimo, solo momentáneamente, de Luciano
Fuentes que rápidamente se recuperó para seguir
vendiéndome las excelencias comerciales de las canciones de Andrés... ¡ Escucha
esto... Tren que me leva pola veira do Miño, me leva, me leva cara a o meu
destiño... Pi, pipipi, pipipi, pipi... . Hasta a mi, que nos soy gallego, me
gusta !.
A fuerza de escuchar
varias veces aquellas primeras canciones, la voz desafinada de Andrés empezaba
a sonarme bien. Poco a poco fuí percibiendo el frescor, la emotividad y la
ternura de unas canciones originales aunque mantuve mis dudas sobre el éxito de
Andrés Do Barro hasta que la realidad saco la venda de mis oidos. Su “Tren”, a
pesar de lo atípico y destartalado de su convoy rítmico y melódico, estaba
alcanzando una vertiginosa velocidad camino del éxito. Mi poca fe inicial en Andrés trajo consigo la penitencia de
escuchar más y mejor su trabajo. Y así entré en su mundo artístico primero, y
después, personal. hasta hacernos buenos amigos.
Cuando sale a la
calle su primer álbum, “Me llamo Andrés Lapique Do Barro” lo primero que me
llama poderosamente la atención es la forma que tiene Andrés de presentar su
trabajo:
“ Me llamo Andrés Lapique Do Barro y
soy gallego. Conocí a un gallego que decía que le fastidiaba serlo por qué se
le notaba. A mi también se me nota y me siento orgulloso. Adoro mi tierra
norteña verde y lejana, primitiva y olvidada, madre fertilísima de hombres y
mujeres que ha ido sembrando sus vidas por tierras de España, Portugal,
América...La Galicia de dentro, presente, y la Galicia de lejos, ausente y
saudosa, han condicionado mi música y han ido escribiendo las sencillas notas
de mis canciones...”.
En Madrid, con el
álbum entre las manos, leyendo la presentación y escuchando...Teño saudade,
saudade teño de tí...me pingaron algunas lágrimas de morriña que intente
disimular con rápidos enjuagues para que los compañeros de audición no
percibieran mi lloriqueo emocional.
Con estas palabras,
y una sonrisa asustada, presentaba Andrés Do Barro su primer disco en 1970.
Tenía 23 años y se sabía muy poco de su curriculum musical, a pesar de que,
rebuscando, encontré su nombre como participante de un concierto de la “Nova
Canción Galega” en Barcelona en un artículo realizado por el periodista Celso
Ferreiro y publicado en setiembre de 1968 en el Ideal Gallego.
“ En Barcelona va a celebrarse en fecha próxima el Festival
Internacional de la Canción, en la que de modo oficioso estará presente
Galicia. Se asegura que los versos de la ´ nova ´ canción son representativos
del momento cultural que vive nuestra región y que servirán, además, para una
efectiva toma de conciencia de la personalidad colectiva gallega.
La ´nova ´ canción galaica nació hace
muy poco. Conviene estar a la expectativa. Justamente en el mes de abril hizo
su presentación en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela. Hay ocho
cantantes: Benedicto, Xavier, Xerardo, Moscoso, Mari carmen, Do Barra y Vicente
Araguas, que con Miro y Guillermo integran el grupo que se mueve en la Ciudad
Condal . Su objetivo hacer una canción vernácula con clara incisión sobre los
problemas del pueblo. Como citaremos entre la temática, la Universidad, la
crisis industrial, la construcción de grandes presas y todo el asunto de las
indemnizaciones, etc. Veremos.
En el Festival de Barcelona, nuestros
paisanos, llenos de ilusiones y buenos propósitos, presentarán la canción ´Sola
´que narra la soledad de una campesina ante la vida”.
Nota .- Es de
suponer que el Do Barra del artículo se refiere a Andrés de la misma manera que
los dos cantantes mencionados “Xerardo” y “Moscoso” son en realidad uno:
Xerardo Moscoso.
JUAN PARDO Y ANTONIO D. OLANO :
PRODUCTOR Y PADRINO
Como ya dijimos, la
pareja formada por Juan y Junior había llevado al éxito la canción de ambiente
gallego “Anduriña” para la que habían contado con la colaboración especial de
Pablo Ruíz Picasso que dibujara especialmente para la ocasión la “anduriña” que
iba a ser portada y que acabó ilustrando la contraportada. Posteriormente Juan
Pardo machaca el éxito comercial de la canción de ambiente gallego con aquella
“Charanga” con aires de tarantella napolitana que llegó a número uno de las
listas.
Los medios de
comunicación oficiales, que por aquella época eran casi todos, no pierden la
oportunidad de reconducir a la “ canción gallega” por cauces “normales”,
intentando y consiguiéndolo, cerrar el paso al movimiento de Voces Ceibes que
de esta manera se encontró con la dificultad añadida de enfrentarse a una
canción comercial, editada en gallego, y que contaba con todas las bendiciones
oficiales.
Con “ O tren” en
marcha por la red del éxito, coincido con el periodista gallego Antonio D.
Olano en el restaurante New Sunset de la calle Velázquez de Madrid. El tema de
conversación : Andrés Do Barro. Antonio me pone en antecedentes de la llegada
de este estudiante de náutica a la RCA y de la remodelación que para su
lanzamiento como cantante regional gallego, aferrado al tipismo y al folklore
de su tierra, realiza Juan Pardo. El
también se encuentra medianamente sorprendido por la inmediatez del éxito pero
no acepta la vía milagrosa como determinante para alcanzar la popularidad. Como
testigo de la conversación está Victor Villegas, ejecutivo de promoción de
Fonogram que busca similitudes con el éxito obtenido anteriormente por su
artista Victor Manuel: Do Barro viene a ser la versión gallega de lo que Victor
había hecho con la música asturiana dos años antes.
LAS “ COSAS” DE ANDRÉS
“ Esto que voy a presentar es una
canción que... bueno, yo no sé si ni siquiera es una canción, es una ´cosa ´
que yo quiero presentarles y se llama “Adeus, adeus”. Y es una ´cosa ´que
incluso no sé si es en gallego o castellano, porqué esta mezclado. Solo sé que
así la sentí, de esta forma tan ´rara ´ ... no sé si algún día la llegaré a
grabar...”.
De hecho ya se
estaba grabando con una unididad móvil que se había desplazado a la Sala
Consulado. Posteriormente, y en vista de la tremenda fuerza emotiva del tema,
Juan Pardo lo retomó añadiéndole una cola de estudio para incorporarlo al
primer álbum. Según me contaron posteriormente ejecutivos de la RCA, para
llenar el mismo ya que se quedaba corto de duración.
Escuchando la voz
frágil y huidiza de Andrés en la primera parte de “Adeus, adeus” uno visonaba
la imagen asustada del cantante ante el público. Titubeante, tímida, llena de
ternura, su voz al hablar y al cantar sonaba a ruego, a plegaría, como
queriendo pedir disculpas por si molestaba.
A pesar de sus
limitaciones vocales, aquél día Andrés se enfrentó a un auditorio, que sucumbía
al encantamiento de canciones tan bellas como “Rapaciña”, “Teño Saudade” y
acogía con muestras de agrado
(reforzadas posteriormente con aplausos de estudio ) los rítmicos
balanceos del “ Corpiño Xeitoso” o el
“Pi, pipipi, pipi, pi...pi “ de “O Tren”. Las tomas en directo de estas
canciones, presentes también en el disco con su grabación de estudio, reforzaron la imagen cautivadora de Andrés
que también quiso añadir unas estrofas de “N´a veiriña do mar” presentándolas
como las de una canción de la “Galicia de siempre” y no de María Ostiz, como el
público madrileño suponía después del éxito alcanzado por la adaptación de esta
cantante.
EL MILAGRO EN GALLEGO Y SIN SUBVENCIÓN
Lo dije y lo repito:
nunca pensé que aquél material pudiera llegar a donde llegó, que fue a lo más
alto y repetidas veces. De repente, sus canciones empiezan a sonar en las
emisoras de toda España y yo no salgo de mi asombro. No era el único. Los
colegas de la radio musical me preguntaban, por aquello de ser paisanos, mi
opinión al respecto y yo, como gallego, me ponía siempre en el escalón del
medio : ¿ Y tú, que opinas ?.
Las canciones de Do
Barro empiezan a codearse con “Venus” de Shocking Blue, “Paxariños” y “El
Abuelo Victor” de Victor Manuel, “Gwendoline” de Julio Iglesias, “El Condor pasa” de Simon & Garfunkel, “Himno a la
alegría” de Miguel Rios, “Yellow River” de Christie, “Todo tiene su fin” de los
Módulos o el “Te quiero, te quiero” de Nino Bravo. Como ellas, el “Corpiño
Xeitoso “ de Andrés llega a ser número uno.
Incredulidad y
asombro. ¿ Quién era y de donde venía aquel joven de apariencia casi infantil,
de hablar meloso, con fuerte acento gallego, cara de no haber roto nunca un
plato y que no cantaba un “nabo” ?. Cosa de meigas. Casualidad o como decía mi
padre a la hora de reseñar esta: · “o meu can papou unha mosca”. En realidad, más que una mosca lo que había
atrapado Andrés era un moscardón, grande, gordo y brillante : el éxito. Todo un
milagro.
UNA PRODUCCIÓN DE BRAZOS CAÍDOS
Los productores
discográficos tienen cierta fama de ogros que devoran la personalidad de los
artistas introduciendo “visiones” extrañas a la creatividad de los mismos para
restaurar las canciones y adecuarlas, con retoques de sofisticación, a los
presuntos gustos del mercado.
Si Juan Pardo
hubiera actuado como un productor al uso, Andrés Do Barro sería solo una
anécdota. Escuchando atentamente la producción de “ Me llamo Andrés Lapique Do
Barro” uno puede llegar a pensar que el productor estaba de vacaciones, en
huelga de brazos caidos o que era un enemigo. Los arreglos musicales estaban
cogidos por los pelos y la voz de Andrés desafinaba con soltura.
Pero si el
productor, como era el caso, era Juan Pardo el asunto tomaba otro cariz. Con
ese sexto sentido ( séptimo, octavo o noveno... que más dá ) que adorna a los elegidos, Juan había
realizado un trabajo a la medida, captando y respetando los valores naturales
que Andrés atesoraba. Mantuvo intacta su personalidad humana y con ella modeló
la artística. No hubo maquillajes y todo giró en función de una ambientación
distendida y amistosa, de colegueo. El producto final del disco se parecía más
a una maqueta inacabada que a un disco cuidado.
Un trabajo de
producción excelente donde quedó reflejada la personalidad de Andrés a través
de la siempre dificil vía de la
sencillez. Juan Pardo primo por encima de todo la forma de decir, la morriñosa
y desvalida expresividad de Do Barro que de inmediato motivaba a la audiencia a
sentir instinto de protección : “ Teño saudade,
saudade teño de ti... teño saudade de ti meu ben... saudade teño de tí.
Así era de saudoso Andrés
y así lo vió Juan Pardo.
PASIÑO A PASIÑO, CARA AO SEU DESTIÑO...
Andrés había nacido
en 1947 en San Martín do Porto, Puentedeume. Era el menor de siete hermanos .
Cuando al fin lo conocí personalmente , ya estaba montado en el tren del éxito.
Esperaba encontrarme a un artista engreido por los halagos superficiales del
entorno, y lo que me encontré fue a un joven tímido que no daba la talla de
estrella y que se hacía apreciar.
Juan Guillín,
representante de RCA en La Coruña, me invita a una comida previa a la
presentación del disco “Me llamo Andrés Lapique Do Barro” en el club “Pon -
pon”. Con Andrés venía un ejecutivo de la compañía – me parece recordar que se
llamaba Ivo Ruiz ( que después sería gran enemigo de Andrés en su trayectoria
discográfica ) -- y la presentación
contaba con el apoyo logístico de Radio Juventud y de José María Comesaña.
Después de la comida
Andrés muestra interés por desplazarse a la Torre de Hércules y respirar aire
marino: “¡ Hay que cargar las baterías con este olor a mar y con este paisaje !
, decía mientras hinchaba el pecho aspirando con fruición el aire con olor a
salitre. ¿ Dónde se puede comprar buen
marisco para llevar a Madrid ?, me pregunta y desde el mirador de la Torre le
señalo la cetárea de Pose. Hacía allí vámos y la expedición madrileña se compra
el consabido marisco. En todo momento, la imagen de coitadiño que Andrés daba en
su disco se reflejaba en la realidad del trato.Era tal cuál.
Se le veía como un
niño con zapatos nuevos, disfrutando del incipiente éxito y de la popularidad
que empezaba a saborear. Aparentaba ser un extraño en el escaparate y se
le notaba demasiado frágil para hacer frente a las fuerzas desatadas de un
mundo complicado y veleidoso como el de la música. Tal vez por eso, y por qué
sus canciones me habían llegado a tocar ( después de mucho escucharlas ) la
fibra emocional, sentí una inmediata simpatía por Andrés.
Pasaron pocos meses
y sus canciones subían por los acantilados de las listas de éxitos como espuma
de mar embravecido. Para reforzar la magnífica marcha de su primer disco me
encargan de la compañía un concurso radiofónico sobre el mismo. El concurso se hace
en Radio Juventud de La Coruña y la entrega de premios tendría lugar en el
Playa Club con la presencia de Andrés Do Barro.
Andrés ya estaba que
se salía y su presencia hizo que la sala se abarrotara de un público de todas
las edades que lo quería ver de cerca y estrechar su mano. A partir de ese día
nació una buena amistad entre Andrés y yo que fuimos aumentando cada vez que me
desplazaba a Madrid donde compartíamos momentos de charla en los que hablábamos
de sus proyectos y se lamentaba de los palos injustificados que recibía del
movimiento de Voces Ceibes. Andrés nunca fue un emboscado de la dictadura como
le echaban en cara los componentes de A Nova Canción Galega y siempre
justificaba su trabajo en función de su cariño por Galicia y por un interés hacía
la problemática social y cultural que en ella se vivía. Como dijo no hace mucho
Xavier Alcalá al respecto:” ¿ Andrés producto do franquismo ? . ¡ E unha merda !,
Andrés foi un problema moi fodido para ó rexime...”. Otra cosa fue que el régimen arrimara el
ascua a la sardina del éxito popular de Andrés, que la arrimó, como
anteriormente lo había hecho con María Ostiz, Juan y Junior, y Juan Pardo.
Y ya que sale a
relucir Xavier Alcalá también lo hacen
mis recuerdos del día en que nos conocimos en casa de Andrés, en Madrid, donde estaba “Cuqui”, de Chantada, que fué el culpable de
que Andrés produjera con posterioridad un sencillo con la “Marcha do Antergo
Reino de Galicia”. Aquella tarde - noche dí rienda suelta a mis sueños utópicos trazando el retrato robot
de lo que podía ser el perfecto cantante gallego: letras de Xavier Alcalá,
el sentido de la melodía
de Andrés Do Barro, la voz de Xoan Rubia y la producción de Juan Pardo... No
hubiera sido ninguna tontería.
TRES ENTREVISTAS A TRES DO BARRO
DIFERENTES
1971 : LA DEL ÉXITO
7 de noviembre. Suplemento Dominical de La Voz
de Galicia
Titular : “ Andrés Do Barro se
confiesa: ser gallego, no es solamente nacer en Galicia; es vivirla
intensamente”.
Andrés, a pesar del
éxito, estaba quejoso de las puyas que
recibía. Le molestaba el tratamiento de “milagro” que le daban los
comentaristas musicales al no encontrar razón “lógica para sus reiterados
números uno, cantados, aún encima en
gallego. También le escocían las críticas que desde Galicia le llegaban por
parte de Voces Ceibes.
“
Andrés Lapique Do Barro es para muchas personas un cantante encumbrado
en el pedestal de la fama y difícilmente asequible a los requerimientos de sus
muchos seguidores. Efectivamente, Andrés Do Barro es un cantante famoso pero,
ni mucho menos un ´creido ´de sus éxitos. Todo lo más, al hablar de ellos, se
adivina, más que se ve, un brillo especial en sus ojos. Es, en definitiva, una
persona normal, preocupada por todo lo que gira a su alrededor sin refugiarse
para nada en la jaula dorada de la popularidad.
·
Andrés, tú que has sido el cantante que dio cuerpo a la
popularidad de la canción gallega en el panorama de la música española, ¿ Como
ves en la actualidad a la canción gallega?.
·
No me interesa nada de lo que se hace actualmente.
·
¿ Por qué ?...
·
Considero que no se ha aportado nada a la
música gallega ni a Galicia. Simplemente creo que la canción gallega que se
hace en la actualidad, es un producto de consumo creado por las casas
discográficas. Es más, muchos de los temas cantados en gallego,
para mí, no pasan de ser una ´horterada ´como vulgarmente se dice.
·
¿ Que tanto por ciento le concedes al idioma a la hora de
dar forma a tus canciones ?.
·
Soy más músico que letrista. Por tanto le
concedo mayor importancia a la parte musical aunque, en ocasiones, las letras
me llevan a la música.
·
Sabrás, y si no te lo digo yo, que tanto a ti como a otros
cantantes gallegos, o que cantan en gallego, se os achaca en ciertos sectores
un desconocimiento parcial del idioma en que expresáis vuestras canciones. Por
ejemplo, y sin ir más lejos, algunas personas al escuchar la palabra saudade ´
, insiste y persiste en que, en su lugar, deberías de emplear el término
´morriña ´por considerar que el primero pertenece más al idioma portugués que al gallego... ¡
Defiéndete !
·
Jamás me defiendo... ( se levanta y va
hacia la biblioteca de donde saca un diccionario gallego - castellano y me dice
: Busca por favor el significado de saudade ´. Lo hago y encuentro saudade ´ :
nostalgia, añoranza) .
·
¿ Te consideras creador de una ´escuela ´ de canción gallega
?.
·
No me preocupan los títulos. No me
interesan. Pero creo que mi labor fue lo único que se ha hecho con garantías
suficientes para servir de punto de partida a otros cantantes. Créeme que me
hubiera gustado más, mucho más, la existencia de nuevos movimientos musicales.
·
¿ Por qué ?
·
Estoy plenamente convencido de que cuando
una persona o personas se limitan a copiar, su aportación es mínima, por no
decir nula. Y esto es lo que está pasando con la mayoría de los cantantes que
se expresan en gallego.
·
Cantar en gallego se está poniendo de moda. Pero lo malo es
que estamos sufriendo una serie de arreglos musicales de lo más ´chabacano ´...
·
Perdona que te interrumpa. No pienso
igual que tú respecto a qué, la canción gallega esté de moda. Por el contrario
creo que ya ha pasado de moda. Todos estos cantantes que en la actualidad
emplean el gallego en sus canciones, surgen del empeño que tienen las compañías
discográficas por descubrir un nuevo Juan Pardo o un Andrés Do Barro que vendan
muchos discos.
·
Comprensible... pero, a lo que iba: estos arreglos de los
que te hablaba antes, realizados a costa de nuestro folklore y que al
escucharlos dan “risa” y “coraje” al mismo tiempo ( por lo menos a mí ) deberían
de ser objeto de una total e inmediata repulsa por parte del pueblo gallego.
Desgraciadamente no es así y asistimos a verdaderas “barbaridades” con el
beneplácito de algunos sectores de nuestra región...¿ Que piensas tú como
gallego de estas acosas ´ , por denominarlas algo dignamente, que se están
realizando en la actualidad ?.
·
Pasé por muchas fases al respecto. Cuando
nadie cantaba en gallego, me parecía importante hacerlo. Ahora que se canta en
gallego y que toda España está saturada de canciones en nuestro idioma, no en
calidad sino en cantidad, creo que ha llegado el momento de que los gallegos
seamos nuestros propios críticos. Ser gallego, no es solamente vivir en
Galicia; es vivirla intensamente.
·
Algunos cantantes de Voces Ceibes no son precisamente ´fans´
tuyos.
·
Cada uno tiene su propio criterio. Yo
siempre he respetado el suyo e incluso comparto buena parte de su postulado
pero, particularmente, no me gusta hacer una canción para que me la prohiban.
Eso parece muy fácil. Lo difícil es decir las cosas y que la gente, cuanta más
mejor, pueda escucharlas.
·
¿ Piensas que el folklore gallego está en exceso anclado en
lo tradicional y que los grupos folk pueden aportar elementos para su
´actualización´ ?.
·
El folklore gallego está bien como está y
es como tiene que ser. La tradición es testimonio, aunque si no entiendo mal tu
pregunta lo que quieres es que opine sobre si la música folk es el equivalente,
en nuestros días, al folklore de siempre... Es diferente, tal vez, y el tiempo
lo dirá, algunas canciones de la llamada música ´folk ´lleguen a formar parte
de la tradición de nuestro pueblo, pero difícilmente eso lo vamos a ver tú y
yo. El pueblo evoluciona en sus costumbres y estas son las que condicionan el
folklore.
·
¿ Te ves como un ´clasico´de la canción gallega ?.
·
Yo no, ¿ y tú ?... Dejemos que el tiempo
pase.
1972 : LAS HORAS BAJAS
Suplemento Dominical de La Voz de
Galicia, 17 de diciembre de 1972
Titular : “No quiero que mi música sea
un medio para alienar
Y el tiempo pasó. En
un año, solo un año, Andrés Do Barro se hace un lío, y de los grandes. El éxito
desestabiliza su equilibrio emocional, ablanda su sensatez y repercute en su
creatividad artística. Haciendo oídos, y no precisamente sordos, a los cantos
de sirena ( algunos interpretados en proximidades domésticas ) de un adulador
entorno, Andrés no supo, o no pudo, separar su mundo interior de los intereses
creados en su entorno. Mal aconsejado y deslumbrado por el fogonazo de un éxito
tan fulgurante , empieza a perder el norte de su brújula profesional. Todo lo
que lo había aupado al estrellato, su timidez y su humildad, se vuelve en su
contra. De repente se siente capaz de caminar sin muletas y rompe su relación
con Juan Pardo para enfrentarse a pecho descubierto con los obstáculos con los
que suele obsequiar habitualmente el mundo de la música.
Sus desavenencias de
criterio con Juan Pardo ( cuya caballerosidad y discreción permitió mantener en
la intimidad las causas de esta ruptura y cuyo ejemplo sigo a la hora de
escribir esta cosa
con formato de libro ) sobre el futuro de su carrera
artística conducen al fin de unas
relaciones profesionales. Cegado por el brillo de la popularidad y del éxito
que supone eterno, Andrés abre un nuevo frente de discordia con su compañía
discográfica que desemboca en un final traumático. Esta situación de
inestabilidad no pasa desapercibida para los “buitres carroñeros” que
revolotean el entorno musical y
aprovechan para entrar a saco picoteando
en las entrañas del “milagro” Do Barro.
Lo que un día fueron
halagos, se tornan críticas despiadadas que hacen diana en el nuevo trabajo con
el que Andrés inaugura relaciones con la compañía discográfica Belter.
Escuchando con atención la canción “Poco, a poco, me estoy volviendo loco”, uno
puede darse perfecta cuenta del estado
anímico de Andrés que, a pesar de todos los pesares, seguía creyendo y
confiando en su capacidad de reacción para salir de la mala racha.
En este ambiente
enrarecido por exclamaciones como “ ¡ Que poca voz tiene ! “o “ ¡ Desafina que
da gusto lo vuelvo a entrevistar. Está dolido . Muchas cosas, y la mayoría
malas, se hablaban de Do Barro después de editar “Amor D. F.” .
·
¿ Estás acabado, Andrés ?.
·
¡ Qué más quisieran algunos !. No, no
estoy ni mucho menos acabado. Si es cierto que estuve unos meses un poco
retirado del mundo artístico para poner en orden mis ideas y componer nuevos
temas. También estuve actuando por Europa en una serie de recitales para los
emigrantes gallegos. ¿ Se le puede llamar a esto estar acabado ?
·
Si sigues de cerca la música cantada en gallego, verás que
ahora tienes mucha competencia. Están saliendo nuevos y buenos valores de la
canción. ¿ Temes a esta competencia?.
·
Me parece absurdo que me hables de
competencia cuando se trabaja por Galicia. Hasta ahora era prácticamente yo
solo. Ahora somos más. Mejor. Estoy feliz por ello. Para mí esto representa una
superación en mi trabajo y seguir adelante con una responsabilidad que no
quiero ni puedo eludir, ¿ Sabes ?, en Brasil hay un slogan que muy bien puede
servir para Galicia y los gallegos : “Brasil, ámelo o abandónelo “.
·
Andrés, tu eres consciente de que no tienes una buena voz para cantar y que, cuando lo
haces, desafinas más de lo que tú quisieras. Las críticas en su mayoría te lo
recuerdan constantemente y el público también...
·
El público lo dice, de acuerdo. Pero a
pesar de este defecto, me acepta. Las críticas de algunos comentaristas me resbalan.
Mi única preocupación al cantar , es la de expresar con la mayor claridad
posible mis vivencias más íntimas. Ante todo soy un compositor que canta sus
canciones.
·
Se dice que no quieres que otros cantantes con mejor voz que
la tuya interpreten tus canciones. ¿ Es eso cierto?.
·
No es que no quiera. Recientemente está
“Las Enamoradas” que interpretó Federico Cabo y que por cierto, está arriba
en Hispanoamérica. Pero aún así, prefiero cantarlas yo. ¿ Sabes? , me suenan
muchísimo mejor que si las cantara Tom Jones o Shirley Bassey, por ejemplo.
·
¿ Eres un presumido ?
·
No. Digo solamente lo que siento. Creo
que a la gente le gustan mis canciones, les gusta como las canto yo. Y para mí,
cantar algo que veo nacer y desarrollarse en mi interior me proporciona una
satisfacción tan íntima que difícilmente
puedo explicar. Es como si a una madre le cuidara sus hijos una vecina, aunque
fuese puericultora. Nunca sería lo mismo. ¿ No crees ?.
·
Te acuso de haberte aprovechado de Galicia para tus
intereses artísticos.
·
Nací en Galicia y me crié de ella, física y espiritualmente. Estoy
orgulloso de haberme aprovechado de todo lo que con el tiempo hizo de mí lo que
soy: gallego. Pero como artista no me he aprovechado de nadie. La mayoría de
las veces que he actuado en Galicia lo hice con fines benéficos. No estoy muy
visto, que digamos, en mi tierra.
·
¿ Trabajas poco ?
·
¡ Qué va !. He trabajado y trabajo
muchísimo .
·
Entonces, ¿ No quieren verte tus paisanos ?.
·
Si que quieren, lo que pasa es que no
pueden hacerlo con la asiduidad que ellos y yo quisiéramos. Mi contrato es de
los más elevados de España. A pesar de ello soy un buen negocio para todos los
empresarios porque, dónde voy, lleno las salas. Pero existe otro motivo para
que no cante con frecuencia en Galicia, y es que, en la actualidad, casi todo
el mundo canta en gallego para animar bailes con la aspiración de ganar lo que
yo gané. La labor que yo pretendo realizar ahora, está bastante lejos de las
salas de fiestas. Cuando encuentre los medios idóneos, empezaré a actuar en
Galicia, más a menudo.
·
¿ Cuáles son esos medios ?.
·
No quiero que mi obra sea un medio para alienar
a la gente en los bailes. Quiero lograr cosas de las que carecemos y luchar por
conseguirlo. Quiero, sobre todo, que mis canciones sean escuchadas con
atención.
·
¿ Arrepentido de tu pasado comercial ?.
·
Te entiendo perfectamente. Si, yo he sido
un medio para alienar
a la gente en los bailes. Solo que en esta vida hay objetivos a cumplir y
cuando uno cree que lo ha logrado, se plantea otros. En mayor o menor
proporción conseguí que se dignificara el idioma empleado por unos llamados pailanes,
que no son otra cosa que aquellas personas que hablan nuestra lengua y que en
vez de reconocerse sus méritos en la defensa de la misma, han sido objeto, por
parte de algún sector de gentes, de menosprecio y mofa. ¿ Sabes ?, los más
débiles sucumbieron ante esas presiones sociales y así, nacieron las jeadas.
Quiero seguir cantando en gallego a ras de suelo, acercándome cada vez más a mi
idea de
la Galicia profunda.
·
¿ Temes al olvido ?
·
Me importa un bledo , que es una
palabra muy castellana. No hay peor olvido que el olvidarse de que uno está aquí
para algo. Me importa lo que conseguí con mi trabajo pero, lo que
verdaderamente me interesa y preocupa, es mi conciencia. Si yo hoy vivo
holgadamente ha sido gracias a mi trabajo y a la suerte. Dos cosas que hay que
buscarlas y que no son fáciles de
encontrar. Me considero una persona honrada y me preocupan las inquietudes.
Ellas son las que me hacen componer. ¿ Sabes ?, he visto llorar a muchos
gallegos en mis actuaciones por América y Europa. Lloraban con el alma,
con esa alma
tan melancólica que nos caracteriza. Imagino que lo que yo les hice sentir con
mis canciones es algo más importante que yo mismo. Una ayuda espiritual que, en
un momento adecuado, es tan buen a como la económica.
·
¿ Y ahora qué, Andrés ?.
·
Ahora aquí está mi último disco con mi
felicitación de Navidad. Un deseo de que todos mis paisanos pasen unas fiestas
en familia y con las menos preocupaciones posibles. ¡Bon Nadal . Después, quiero
grabar en directo desde algunas de las cuatro provincias gallegas, a poder ser
la mía, La Coruña, un álbum. Este elepé
llevaría el título “Desde La Coruña, en directp, Andrés Do Barro. Más tarde
viajaré a Venezuela y a México.
1980 : DESPUES DEL EXILIO MEXICANO
Suplemento Voz Joven, La Voz de
Galicia, 18 de abril de 1980.
Andrés, hizo sus
maletas para
hacer las Américas y para México se fue con su grupo en 1974. No
tuvo suerte y todo le salió mal. Buena parte de los contratos que su manager
decía haber gestionado se vinieron abajo y los éxitos soñados se convirtieron
en fracasos que fueron dando portazos a sus ilusiones. Para poder vivir y
mantener a su familia Andrés no hace ascos a ningún trabajo hasta que regresa a
España. Un regreso triste, ya que nadie se acuerda de él.
En abril de 1980
Andrés Do Barro y Paula, su mujer, aparecen por sorpresa en los estudios de “La
Radio Feliz “ en La Coruña para contarme más que sus penas, sus nuevos y
esperanzados proyectos de futuro. Unos proyectos que estaban basados en la
edición de un disco con nuevas canciones cuya cinta master dijo haber grabado
en México y por la que pedía 2.000.000 de pts. Andrés buscaba ayuda para
ofrecerla a las compañías discográficas y yo lo intenté, pero eso... es otra
historia, como también lo es su trabajo en Radio Popular de Ferrol presentando
su programa de radio.
·
Bienvenido Andrés
·
Hola Nonito. Ya lo ves, antes o después
tenía que volver aunque la verdad fue mucho tiempo lejos de Galicia. Días que
parecían meses y meses que parecían años... pero las circunstancias podían más
que mis enormes ganas de retornar.
·
¿ Alguna vez, cuando empezaste a cantar, pensaste en que
estaría tanto tiempo lejos de casa ?.
·
No creo que pensara en ello. ¿ Porqué lo
dices ?
·
Por aquellas canciones tan “ morriñosas “ que cantabas como,
“Hoce voltee para casa “ y por estrofas como ... “Pasee tanto templo en lar
lonche de esquí ... forran mil notes checas de sodio ... “.
·
¿ Sabes ?, en realidad más que pensar que
esto me fuera a pasar a mí, cuando compuse estas canciones lo hice pensando en
miles de gallegos que tenían que salir fuera de Galicia a buscarse la vida y
que, unos volvían y otros se quedaban lejos, para siempre. Después, ya ves como
son las cosas de la vida y el destino de
cada cuál, tuve que soportar esta situación. Más vale olvidarse de ello, por
qué, estar de nuevo en casa, compensa todo lo pasado.
·
¿ Qué tal por México Andrés ?.
·
Pues la verdad, no muy bien. Fui para
allá con unos contratos muy ventajosos, ya que mis discos estaban fuertes en
las listas pero, poco a poco, una serie de inconvenientes ambientales y, por
qué no decirlo, una serie de problemas síquicos, fueron minando mi situación
personal hasta grados alarmantes. Gracias a Dios superé esta delicada etapa y,
como te digo, de nuevo en casa.
·
¿ Cómo has encontrado el ambiente musical de Galicia ?.
·
Muy cambiado, enormemente cambiado y con
una fuerza tremenda. La sorpresa fue mayúscula y creo que está en un camino
esplendoroso. Hay diversidad de maneras de expresión que fortalecen el
ambiente.
·
¿ Y tú que vas hacer ?.
·
Primero asentarme en Galicia. Fijaré mi residencia
en La Coruña y, desde esta ciudad, cumpliré las galas que tengo firmadas para
el verano. Me esperan unos meses de mucho trabajo porque tenemos alrededor de
100 galas para los cuatro meses. Alternando con estas actuaciones presentaré en
la Frecuencia Modulada de Radio Popular de Ferrol un programa dedicado a la
música gallega, con entrevistas donde, de vez en cuando, cantaré alguna nueva
canción.
·
¿Y a nivel discográfico ?
·
Tengo un master que me he triado de
México y que espero editar en breve. Además, estamos con una serie de ideas que
espero fructifiquen dentro de poco tiempo.
·
El que tengas, después de tantos años lejos de Galicia,
tantas galas firmadas, ¿ que representa para ti ?.
·
Una enorme satisfacción porque demuestra
que, a pesar de estar lejos, el público me recuerda con cariño. Desde aquí,
desde estas páginas tan entrañables que yo leía en México, y que en más de una
ocasión me hicieron llorar de nostalgia, quisiera agradecer a todos desde el
fondo de mi corazón, esta fenomenal acogida. Hoy más que ayer, tengo la
obligación de contrarrestar todo este cúmulo de atenciones con mis canciones.
La verdad, no sé si podré, porque es demasiado el afecto con el que me han
recibido. Haré todo lo posible para agradecerlo. Gracias a todos, muchas gracias.
LA VOZ DE DO BARRO
En más de una
ocasión pude leer críticas despiadadas que zurraban sin misericordia algunos de
los conciertos de Andrés. Incluso, charlando al respecto con alguno de los
músicos que lo acompañaban, estos hablaban de la tozudez de Andrés que, una
vez sí y otra también, se desgañitaba sobre el escenario con patéticos desafines. Su
frágil voz se rompía con con facilidad cuando Andrés intentaba dar algún do de pecho y
le salía un gallo
mañanero.
No, no era fácil que
Andrés adecuara su peculiar voz a un entorno musical que le permitiera cantar
relajado. Fuimos varios los que lo intentamos aconsejándole que buscara un
entramado más acústico para sus acompañamientos e incluyera coros que lo
arroparan y evitaran forzar una voz que no tenía.
Tratando de no herir
su susceptibilidad, que la tenía y mucho, le ponía como ejemplo, claro está
salvando las distancias, a Bob Dylan : Andrés, tu desafinas tan bien como
Dylan. Solo te falta que le saques el mismo rendimiento que él en directo . Y
Andrés se mataba de la risa pero no hacía caso. El estaba en otras batallas,
haciendo “manbos
ou así “ en gallego o intentando encajar en sus temas los guaguas guitarreros
que escuchaba en los discos de Temptations.
LA DESFEITA DE CARRAL
Recibo desde Madrid
una llamada telefónica de Andrés que me anuncia su próxima visita a La Coruña.
Venía a actuar a Carral . Problemas de última hora en el desplazamiento lo
obligan a ir directamente a la sala de fiestas sin tiempo de pasar por Coruña.
Me lo comunica y voy a su encuentro.
La sala de fiestas
donde estaba anunciada su actuación, abarrotada de gente. Voy al camerino y lo
saludo. Charlamos y quedó con él para ir a tomar unas copas después de la
actuación. Se disculpa ya que, tan pronto acabé de actuar cogería la carretera
viajando toda la noche para actuar al día siguiente en Puertollano.
Me instalo en la
pista para ver su actuación y lo que escucho me pone el alma en un puño. Ya no
se trataba de que Andrés desafinara más o menos. En realidad, su voz no se
escuchaba. Los trallazos que Chupi metía a la bateria, y el volumen del resto
del grupo, sepultaban la voz de Andrés a pesar de que este hacía ímprobos
esfuerzos para que se le oyera. Cuanto más forzaba sus cuerdas vocales más grande
era la desfeita.
Las letras se adivinaban y el sonido se acoplaba
continuamente.
La expectación que
había levantado su concierto acabó en desilusión y el público no lo despidió
con silbidos por misericordia. Aún así, la ausencia casi total de aplausos fue
elocuente y los comentarios de la salida, epitafios: Este
tío no canta un pimiento .
Me quedé con tan mal
cuerpo que ni pasé por el camerino para despedirme de él. De vuelta a Coruña no
paraba de pensar en como estaba desaprovechando Andrés su innegable encanto y
su innato talento artístico. Intenté buscar disculpas a lo que había escuchado
echándole las culpas a un mal día pero, la cruda realidad de las críticas
negativas que seguían a sus actuaciones no concedían oportunidad para la
esperanza.
Do Barro estaba
viviendo de las rentas de sus dos elepés. Unas rentas que lo habían
emborrachado de protagonismo. La euforia del momento le impidió ver con
claridad el camino a seguir y , sobre todo, sopesar sus fuerzas. El fallido
intento de su compañía de lanzarlo a todo trapo en los mercados de
hispanoamérica e Italia, desemboca en una tensa relación que acaba por romper
el contrato. Perdido el factor sorpresa y la frescura que lo habían aupado a la
divina
consideración de milagro, Andrés luchó por dar un nuevo
impulso a su trabajo , un salto hacia arriba en su carrera pero, alguien le
había sacado la red y el salto acabó siendo mortal.
Su nuevo contrato
con la discográfica Belitre no le reporta la tranquilidad de ánimo necesaria
para asfaltar los caminos del futuro y en 1974, graba el que iba a ser su
último disco antes de emprender el viaje a México.
Un disco en el que
Andrés había depositado muchas esperanzas pero qué, ya antes de aparecer en el
mercado , provoca un enfrentamiento con los ejecutivos de su nueva compañía
discográfica.
EL SONIDO DO BARRO 74
En septiembre del 74
Andrés Do Barro dispara lo que iba a ser su último cartucho discográfico.
Antes, en el mes de Julio, había estado con él en su casa de la madrileña calle
de Orense escuchando maquetas de la grabación y sus argumentos sobre el cambio de
imagen musical que quería dar con su nuevo trabajo. Arriesgaba mucho, pero se le vía dispuesto a
todo para volver al buen camino. Incluso se mostraba más abierto en lo
referente a la remodelación de sus directos. Al hilo de aquella larga jornada
escribo un artículo presentación del nuevo Do Barro en La Voz de Galicia.
“ Estamos a la espera del lanzamiento
de un LP DE Andrés Do Barro que está previsto para, aproximadamente, el mes de
septiembre. Quizás muchos de nuestros lectores se muestren un tanto escépticos
al leer este comentario; pero, es verdad que se puede hablar de un sonido 74 en la música de Andrés Do
Barro. Días pasados, y casi como rigurosa primicia, escuché las maquetas de las
canciones que formarán el próximo álbum de este cantante gallego. ¡ Ahí va !,
las canciones, con unos formidables arreglos de Angel Velázquez e Yzaguirre,
tienen un sonido de lo más actual que va desde el popular Tamla Motown hasta el
Sonido Filadelfia, pasando por temas con matiz ´eltoniano´. Un álbum que va a
proporcionar muchas sorpresas, y que ya de antemano, ha provocado un ´affaire ´
entre Do Barro , sus nuevos productores, y su casa de discos.
Resulta que estas mismas canciones ya
están en el mercado en otro LP con diferentes arreglos y, francamente, Andrés
estaba descontento con ese trabajo por lo qué volvió a repetir la grabación.
Pero, cuál no sería su sorpresa al encontrarse con qué sin su permiso la
primera grabación ya estaba en el mercado matando el impacto que se quería
conseguir con los arreglos que, repetimos, apoyan suficientemente el encabezado
de nuestro comentario “Un nuevo sonido Do Barro 74”.
Canciones como “Por Amor”, “Somos Dos”
etc. pueden ser ´golazos´. Incluso con el nuevo arreglo, el último tema que
figura en el single ´Manuela ´ adquiere una nueva dimensión. También esta canción tiene su historia al no
querer Andrés que fuera editada pero, en una convención de los vendedores de su
compañía discográfica, estos la señalaron como la canción más comercial. Y
miren Uds. por donde, a pesar de que el tema no tenga mucho de comercial, si
parece que lo es el nombre de ´Manuela ´ ya que, si no recuerdo mal, hay dos
discos más en el mercado con este título; uno de Miguel Angel , y otro,
´Manuela del Agua” de Eduardo Rodrigo.
UN IDOLO CON PIES DE BARRO: EL VIAJE A
MEJICO
Había ido para lo
que suponía una gira triunfal de un par de meses ( que se suspendió al poco de
empezar), y se quedo años. En su despedida había manifestado en los medios de
comunicación su intención de conquistar México con sus canciones pero, ni su manager
mexicano, ni las primeras actuaciones, le dieron posibilidades. Aún así, Andrés
no quiso volver humillado. Sin trabajo, sus músicos regresaron a España y él se
quedó allá con su familia buscándose la vida.
Durante su estancia
en México no tuve muchas noticias de él aunque las pocas que me llegaban
hablaban de que lo estaba pasando francamente mal. Había dejado de cantar y
trabajaba en otras actividades para poder subsistir. Algunos cantantes españoles que habían viajado a México traían
noticias de él. Lo habían visto y su situación personal era muy difícil.
Incluso alguno intentó ayudarlo para que regresara a España pero él no lo había
aceptado. Siempre por terceras personas, un día me entero que Andrés ya estaba
en España.
EL REGRESO : DO BARRO Y SU MARIACHI
De sopetón Andrés
aparece en los estudios de La Radio Feliz de La Coruña con su mujer y una hija
pequeña. Trae bajo el brazo un master con canciones que dijo haber grabado en
México y el ánimo seriamente tocado en su línea de flotación. Parece que la posibilidad,
aunque remota, de sacar al mercado un disco levanta su maltrecha moral y a la
espera de noticias le ofrezco la presentación de un programa de radio , “Tren
de Amigos”, que se emitiría los sábados por la tarde en la FM de la COPE. ( Ver
Radio Feliz ).
La idea, pensada
para recuperar su imagen, parece ilusionarle y los resultados no se hacen
esperar. Su nombre vuelve a salir en los medios de comunicación y la prensa del corazón habla en varios reportajes
del regreso de Do Barro. El programa tiene audiencia y aunque las gestiones con
las compañías discográficas para sacar un nuevo disco no van por buen camino
Andrés parece haber recuperado el equilibrio emocional. Un día me da la noticia
de que deja el programa porqué vuelve a
su actividad como cantante: un representante artístico de Orense le acababa de
ofrecer un contrato millonario en exclusiva para realizar un gran gira por toda
España que se iniciaría por Galicia.
Después de tres
meses de convivencia se despide de mí con la promesa de que me tendrá al tanto
de su nueva etapa . Se traslada a vivir a Orense para iniciar los ensayos con
los músicos que le acompañarían y nuevamente le pierdo el rastro. Pasa el
tiempo y no hay ninguna noticia de Andrés ni de su gira. Me extraña la ausencia
de noticias y pienso que el silencio que rodea su regreso a los escenarios
presagia problemas.
En esas estaba
cuando un día aparecen pegados en La Coruña unos carteles bastante raros
anunciando la actuación de Andrés Do Barro en una sala de fiestas de las Jubias
acompañado de su “mariachi mexicano”. Como complemento de la actuación se
anuncian así mismo varios números de variedades, todo un revoltijo, que
aumentan mi extrañeza. Quedo a la espera de noticias de Andrés, previas a su
actuación, pero me quedo con las ganas.
El día de la
actuación me acerco a la sala y me sorprende que diez minutos antes del horario
anunciado para dar comienzo la actuación no haya ningún movimiento de público.
Pienso en una anulación del espectáculo pero no es así. Pago la entrada y una
vez dentro del local me encuentro con un ambiente desolador: éramos cinco
personas. Me siento en una mesa próxima al escenario y espero pacientemente el
comienzo del espectáculo que se retrasa más de media hora para, según el
camarero, dar tiempo a que llegue el público más rezagado. Ni con la espera se
llega a veinticinco personas y el show da comienzo con una voz en off que
anuncia la actuación de un mariachi – a todas luces “feito na casa “ – que se
arranca con una tanda de rancheras y corridos mexicanos para templar gaitas y
animar un ambiente somnoliento.
En un momento de su
actuación, un miembro del mariachi, con sombrero charro calado hasta las orejas
y ropa tres tallas superior a la suya, anuncia la presencia de la estrella del
espectáculo y los “manitos” se arrancan con unas mañanitas para recibir en
escena a un Andrés Do Barro que ya ante el micrófono empieza hablar con su
peculiar inseguridad sobre su estancia en México, tal vez para argumentar su
presencia en aquél carnaval. Cuenta lo bien que le fue por aquellas tierras y
los buenos recuerdos que tiene de su estancia. Para confirmarlo ataca una
canción de su “México lindo y querido” que interrumpe bruscamente el trago que
me estaba dando...Andrés me ve y hace un gesto que quiere ser un saludo. Le
devuelvo el gesto y tras destrozar no más de cuatro canciones mexicanas empiezo
a aplaudirlo para arrastrar al resto del público que, como yo, estaba
desconcertado.
Andrés se despide
anunciando que volverá con un nuevo pase mientras el mariachi se queda en
escena ofreciendo un popurri mexicano. Al relevo llega un dúo de música moderna
y no se que hacer. Por un lado me viene la de marcharme y por otro quiero
quedarme para arropar anímicamente a Andrés. Estoy en ello cuando se acerca a
la mesa Paula, su mujer, que viene a saludarme. Se termina el primer pase y
Paula se siente obligada a contarme el porqué de lo visto y oído... “Fue una idea del
mangar que, en vista del éxito popular que tiene la música mexicana en Galicia,
pensó en incluir en el espectáculo un número musical dedicado a México...
Ahora, en el segundo pase, Andrés cantará acompañado de la guitarra las
canciones que a ti te gustan “.
Asiento con la
cabeza y sigo asintiendo, cuando me habla de que les va muy bien y tienen
firmadas muchas galas por los pueblos.
Sale de nuevo Andrés que me dirige unas palabras y medio grogui empieza a cantar sus canciones de siempre con
un hilo de voz que casi ni se escucha a través del micrófono. Durante la
actuación sufre varios lapsus de memoria que le impiden recordar las letras y
termina como puede. De nuevo a solas con Paula mi estado anímico no deja lugar
a dudas y ella se baja de la nube : La verdad es que la cosa no va nada bien. Apenas tenemos
actuaciones y las que hacemos no nos las pagan. Tenemos el asunto en manos de
un abogado porque ya nos deben mucho dinero ... “.
Intento saber algo
más sobre el mangar y el millonario contrato pero recibo por respuesta insultos
hacia su persona... Paula le llama de todo y Andrés se une a ella cuando se
sienta con nosotros. Sin que le diga nada se sincera con el ánimo resquebrajado...Que quieres
Nonito, tenemos que comer .
Procuro animarlo pero los lamentos de Andrés no paran ahí ... Me despido
de él con el ánimo encogido, un ¡ hasta pronto ! -- sin fecha ni lugar – y un
fuerte abrazo .
EN BUSCA DE LOS DERECHOS DE AUTOR
Varios meses más
tarde lo vuelvo encontrar. Me llama por teléfono y quedamos para comer. Viene
con él una mujer a la que me presenta como su abogado y tiene una buena
apariencia física. Al menos yo lo veo mucho mejor y se lo digo... “ ¿ Sabes ?...
Estuve en tratamiento médico y me encuentro
mucho mejor... y estoy intentando cobrar lo que me debe el
representante de Orense... ¿ Sabes ?... lo metí en el juzgado”. Su
abogado asiente y durante la comida le reitero varias veces mi alegría por
verlo tan animado. Le doy lo que yo creo buena noticia sobre la edición de un
disco recopilatorio donde se incluyen algunas de sus canciones. No sabe nada al
respecto y su abogado me pide datos ... Es qué Andrés no esta recibiendo ningún
dinero por el concepto de autor...
A partir de ese
momento la conversación discurre por el cauce de los derechos de autor y
las cifras de lo que dicen les debe la SGAE empiezan a volar pero mi capacidad
de credibilidad está prácticamente agotada. No obstante me parece raro que
Andrés no reciba ninguna liquidación y hago memoria sobre el contencioso que
había tenido con su primera editora discográfica que, según me habían
comentado, era prácticamente la dueña de sus derechos de autor por impago de un
adelanto millonario hecho en su día. El no sabe que yo lo sé y proclama su
intención de pleitear con la S.G.A.E.
Sale a relucir la
versión que Siniestro Total hiciera de
“O Tren” y se lamenta de que no le hubieran pedido permiso. Bromeo con
la posibilidad de que no hubieran dado con su paradero, pero el horno no está
para bollos...¡
y aún encima no he visto ni un duro !, exclama
acalorado.
Saco hierro al tema
y opino que lo de las revisiones de sus canciones son positivas para él y se
muestra disconforme con el tratamiento “punk” que los Siniestro habían dado a
su “Tren”. De nuevo me confiesa su intención de quedarse a vivir en Galicia, ya
que últimamente lo estaba haciendo en una casa de campo de Segovia, y
reemprender su carrera artística... ¿ Sabes ?, mañana voy a Santiago para entrevistarme con un
directivo de la TVG que parece que quiere hacerme una oferta como productor de
un programa... Su acompañante ratifica la oferta y lo felicito... A partir de ahí ,
le digo, no sería mala idea que para retomar tu carrera, ahora que
estás centrado, empezaras a cantar en locales pequeños con tu guitarra. Los
circuitos de pubs son una buena oportunidad para recuperar ilusiones...
Se le encienden lo
ojos de ilusión y después de ponerle los pies en la tierra sobre el caché a
percibir lo invito a que cante acompañado de su guitarra algunas de sus
canciones en una cena baile que había organizado bajo el nombre de ¡ Que noches
las de aquellos años !, donde se podía bailar y escuchar música y canciones de
los años 60. Sería el punto de partida de su nueva etapa. Acepta y fijamos
fecha y hora.
LA TRISTE CORAZONADA
La verdad es que no
las tenía todas conmigo sobre si anunciar o no la actuación de Andrés. Al final
decido no hacerlo y presentarlo como una sorpresa para los asistentes a la
cena-baile. Llega el día de la actuación y recibo la llamada de Andrés para
decirme que está en Puentedeume con unos familiares y que sobre las 10 de la
noche llegaría a La Coruña. Le confirmo la hora diciéndole que lo esperamos
para cenar. Sin problemas pero... dan las 12 y Andrés no aparecía por ningún
lado.
A la 1 de la
madrugada aparece desaliñado y oliendo a
gasolina. Pide mil disculpas pero una avería en el coche le había jugado una
mala pasada. Las evidencias corraboraban las causas del retraso y después de asearse se une a la fiesta
cantando con su guitarra alguna de sus canciones que todos coreamos hasta altas
horas de la madrugada.
Fue la última vez
que estuve con él . No lo volví a ver más en persona, pero si lo ví como
invitado del programa de la TVG “Corazonada”, que dirigía José Angel González y
presentaba Gayoso. Aunque mejor hubiera sido no haberlo visto: El espectáculo
fue patético
Cuando escuché las
respuestas que daba a las preguntas de Gayoso, tuve la triste corazonada de
que Andrés Do Barro estaba sentenciando su futuro al comprobar como se
crucificaba totalmente fuera de control y arremetiendo contra el mundo. Ya no
le importaba nada ni nadie y sentí ganas de llamar al programa para que alguien
pusiera fin a aquél suicidio público.
Apenado apague el televisor y cinco días más tarde , el 22 de noviembre
de 1989, el Día de los Santos Inocentes me llega la noticia de su muerte. Tenía
47 años y tuvo un final triste y amargo que por su calidad humana y la
emotividad de sus cualidades artísticas no se merecía.
QUEDA SU RECUERDO
Ese recuerdo que
provoca en mi una sensación de desazón anímico.
Es normal que al despedir a un amigo que nos deja, recurrimos al tópico
del recuerdo que nos queda de él a través de sus obras en vida. Andrés era muy
buena gente y cada vez que escucho alguna de sus canciones recupero al amigo en
la emoción y ternura con qué las cantaba.
En Junio de 1996
recibo una llamada de Mon Santiso para que hable sobre Andrés en un programa
que la TVG dedicó a las canciones del verano. Se trataba de trazar un perfil
humano y artístico de Andrés junto a Xavier Alcalá , que no solo conoció al Do
Barro adolescente sino que escribió para él algunas de las letras que la gran
intuición musical de su amigo convirtió en hermosas canciones - poemas: “Teño
Saudade” y “Rapaciña”.
Durante la grabación
del programa nos faltó tiempo ( algo normal en los esquemas televisivos) para
recrearnos en las convivencias que mantuvimos con Andrés antes del éxito, en el
éxito y después de él, cuando recorrió el tortuoso tramo final de su vida con
la soledad del olvido. Una mala compañía para tan buena persona.
El reencuentro con
Xavier Alcalá reavivó recuerdos y nostalgias, enriqueciendo y agrandando el
dossier mental que ya tenia preparado para incluir en esta encuadernación de
mis desmemorias revisadas. En varias ocasiones salió a relucir el homenaje
pendiente al trabajo realizado por Andrés, aquel comunicador de emociones que
en tiempos de restricciones idiomáticas, colocó en los primeros lugares de las
listas de éxitos españolas varias canciones cantadas en gallego. Un homenaje
que estuvo a punto de llevarse a cabo cuando, con motivo del Xacobeo 93, Julio
Iglesias había prometido grabar, ante testigos de la talla del Presidente de la
Xunta de Galicia la canción “Teño
Saudade” . Es posible que Julio Iglesias recuerde su promesa y algún día
incluya esta preciosa canción en su repertorio pero, mientras lo hace, Andrés
Do Barro ya está recibiendo testimonios de gratitud por su trabajo y
recuperando su papel protagonista en la reciente historia de la canción
gallega. El record de ventas y popularidad por él alcanzados se me antoja
difícil, casi imposible de batir.
Así se lo manifesté
a Xosé Manuel Piñeiro el día en que me llamó para participar en el programa de
la Radio Gallega del 8 de mayo de 1997 para conmemorar el 50 aniversario del
nacimiento de Andrés. Un programa especial de dos horas de duración donde
Xavier Alcalá, Xoan Rubia, Juan Pardo, Ana Kiro, Vicente Araguas y yo
coincidimos una vez más en la necesidad de un homenaje para Andrés. Xoan Rubia
diseñó uno que consistía en la grabación de canciones de Andrés por parte de diferentes
cantantes gallegos. La idea quedó en el aire y de no llevarse a cabo
colectivamente, parece haber cuajado de manera individual toda vez que ya hay
varios cantantes que en sus próximos lanzamientos discográficos incluirán temas
de Do Barro.
Su nombre, su imagen
y sus canciones vuelven a estar presentes. Cuando estas lineas vean la luz es
muy posible que su primera compañía discográfica, a la vista de la resurrección
de Andrés, se monte en el “Tren” y edite un disco con sus grandes éxitos en
versión original para que podamos recorrer de nuevo, y valorar en su justa
medida, la gran trayectoria artística de Andresiño. Un trayecto desdibujado en
su tramo final por la adversidad.
Lo dicho. Su voz
desconsolada merece el homenaje que no tuvo en vida. Este es el mío, extractado
de vivencias de triunfo y derrota...
“ Adeus, miña Santiña, adeus, adeus...
coida da sua vida, adeus, para sempre adeus...”
DO
BARRO CUMPLE 50 AÑOS Y “LUAR” LE OFRECE UNA TARTA DE
CUMPLEAÑOS PARA
CELEBRARLO.
31 de Octubre de 1997
Aunque sin velas
para soplar, el programa LUAR de la TVG quiso recordar, y lo recordó durante
cinco horas, lo que sería de estar Andrés con nosotros, su 50 cumpleaños. Una estupenda disculpa para refrescar, en formato de
homenaje, memorias y darle un repaso a la calidad humana de Andrés y a buena
parte de aquellas canciones que un día sonaron, en gallego y sin subvención,
con éxito en toda España. ¡Por fin Do Barro tuvo su homenaje !. ¿ Que te pareció Andrés ?. Yo creo que estuvo
bastante bien y que tus hijos disfrutaron por ti y por ellos. Yo también.
Xosé Ramon Gayoso,
que había entrevistado a Andrés Do Barro en TVG tan solo cinco días antes de su
muerte, fue quién promovió y diseñó un programa especial para reivindicar las
canciones de Andrés y aquella imagen entrañable de quién sin duda fue uno de
los máximos embajadores de la canción gallega. ¡ Muy bien Gayoso!. Un
programa en el que estuvieron cuatro de
tus cinco hijos Andrés y donde alguno de tus amigos, nos conjuramos para hablar
de todo lo mucho y bueno que hicistes por la música y canción gallega. Lo
triste se quedó encerrado en el cofre de las miserias y enterrado en el
olvidado. Era día de fiesta.
En el programa hubo
momentos muy emotivos y otros, como la actuación de María Ostiz cantando “N´a
veiriña do mar” , aquella canción de la Galicia de siempre que esta cantante
había escuchado cantar en Pamplona a un lechero que era de Orense – según
propio testimonio – y que había destrozado con una versión infumable, (¿ te
acuerdas Andrés la de veces que la pusímos a parir ?) pero que tuvo gran éxito
popular en España. Por un momento pense que ibas a bajar para decirle cuatro
cosas pero no, al final pasaste y te
quedastes arriba viendo y disfrutando como se te quiere y recuerda en Galicia,
tu tierra, aquella tierra y aquellas gentes a las que cantastes en tus
canciones y a la que siempre llevastes muy cerca de su corazón y de tu alma.
Fueron cinco horas
de homenaje que me dieron tiempo a pensar en las grandezas y miserias de la
vida... Cuando Andrés más lo necesitaba, no lo tuvo, al homenaje me refiero, y
se marchó dolido y yo incluso diría que anímicamente necesitado de él pero,
como suele suceder, el tiempo inexorable siempre a la hora de emitir juicios,
pone las cosas en su sitio. Andrés
Lapique Do Barro tuvo su merecido homenaje y él estuvo allí ... sus cuatro
hijos pudieron comprobar como el legado artístico de su padre ha calado hondo
muy hondo. Y lloraron ( no fueron los únicos) al recordar aquellas canciones
que Andrés les cantaba cuando eran niños y que todos recordamos con la ternura
y emoción con que un día nacieron...
Andrés, supongo que
lo pasarías bien. Yo disfrute y el “Adeus” final, como siempre que lo escucho,
me hizo arrugar el entrecejo para aprisionar en el lágrimal esas gotas
agridulces que nacen de la emoción contenida.
Nos vemos Andrés...¡
Ah!, decirte, que ya tienes un disco de tus “Grandes éxitos” en el mercado y
que posiblemente tendrás que entrar de nuevo en los estudios para que te
digitalicen y remastericen. Ya te explicaré cuando te vea en que consiste eso.
Creo que no estarás solo y varios cantantes gallegos te harán coros e
interpretarán contigo alguna de tus canciones.
Abrazos Andrés y, de
nuevo,
Adeus...
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