UNA JORNADA CON ELLA
8 DE JULIO DE 1994
Nonito Pereira
"La Universidad
de México presenta algunos resultados
del análisis del cancionero de la cantante de música popular Paquita la del
Barrio, ubicando dos momentos en su carrera artística y analizando diversos
núcleos temáticos de ambas etapas, donde vemos el paso de cantante de boleros y
de canciones de la noche a la construcción de su imagen como defensora de las
mujeres, reivindicadora de una respuesta agresiva y determinada por parte de
las mujeres, explotadas, mal amadas, violentadas a través de la infidelidad de
sus parejas.
Dentro de la
segunda etapa, una canción la hace famosa incluso internacionalmente: “Rata de
dos patas”, desarrollándose en adelante una serie de canciones reivindicativas
de las mujeres que llegan inclusive al llamado a responder los agravios
sentidos con discursos agresivos, denigradores de la supuesta “hombría” de los
varones machistas, no sólo por sus abusos, deslealtad y desamor, sino también
por la burla de sus “pequeños” atributos sexuales o su declinar sexual al
llegar a la vejez, que se busca paliar seduciendo a jovencitas, quienes les
agraviarán a su vez a través de la infidelidad."
- La canción "Rata de dos patas: te estoy hablando a ti, porque un bicho
rastrero, aún siendo el más maldito, comparado contigo, se queda muy
chiquito" y con esa tonada, y muchas otras, la cantante defiende a las
mujeres.
- ¿Me estás
oyendo, inútil?". Ese duro reclamo, dirigido a los hombres, es ya un clásico
en el imaginario popular mexicano. Creado por la cantante mexicana Paquita del
Barrio, fue una adelantada a la época al combatir al machismo desde el
escenario, con sus canciones, amilanando
a los hombres con sus "boleros cimarrones", sus "temerarias
rancheras" y las constantes puyas de sus "incontinentes
corridos" .
Conocí a
Paquita el 8
de julio de 1994. La había contratado para una actuación en el Playa Club de A
Coruña a instancias de la cerveza mexicana Coronita. Era su tercera gira
española y las dos anteriores habían sido todo un éxito y el clamor levantado
por el anuncio de un nuevo concierto fue considerable.
Su
visita coincidía con la edición del CD , "Vuelvo al tequila" en el
quer las canciones narran el despecho de una mujer que deja el tequila para
engancharse en las bebidas habituales de su amante como el whisky.
Mis
referencias sobre Paquita, eran las que procedían de la abundante información que de ella salía
en prensa, radio y tv, que la convertían en una heroína del movimiento
feminista, con declaraciones tan bravas
como " el hombre es
para usar y tirar ", que conectaban
de inmediato con las mujeres despechadas hartas de los excesos machistas.
Tuve ciertas
dudas ante la oferta del concierto, pero se disiparon de inmediato al comprobar
la rapidez con la que corrió como la
pólvora la "posibilidad" de la
celebración del mismo, sobre todo , claro está, por parte de las mujeres que
mostraron su entusiasmo.
Tenía la
intención de ahondar más en la personalidad de Paquita, fuera del escenario,
para poder mantener con ella una entrevista . Periodistas amigos de Madrid me
habían puesto en antecedentes de que, la apariencia, era un tanto engañosa,
toda vez que en las "distancias cortas" se pasaba muy bien con ella y
en la conversación había un halito de rebeldía y denuncia, pero aplacada con
momentos de ternura.. Algo que no me encajaba en un entorno -- quién lo iba a
decir con títulos como "Tres veces te engañé", "Me estás oyendo
inútil", "Rata de dos patas", "Las mujeres mandan",
"Viejo rabo verde", "Hombres malvados", entre muchas otras
-- clasificado como de "género duro y contra ellos".
SESIÓN "VERMÚ"
La mañana
del concierto, así como el día anterior, la demanda de localidades para asistir
al concierto fue una "vorágine" aunque mayoritariamente femeninos ya
que no fueron
muchos los "machotes" -- así nos distinguía Paquita peyorativamente
-- dispuestos a recibir los piropos dedicados por esta mujer de
"rompe y rasga". Los hubo. Pocos, pero algún valiente "sacó
pecho" y aguantó, ante la hilaridad
y recochineo del mayoritario público femenino, --encrespado ambientalmente por
las alusiones cargadas de desprestigio hacia el género masculino -- la proclama
de “insultos”, “ofensas” e “humillaciones” de la Reina
y Defensora de las Mujeres que ejercía como tal.
Pero volvamos al principio, cuando Paquita llegó al
local con un pequeño séquito de acompañantes. Presentación e invitación.¿
Quieres tomar algo?. Era la hora del protocolo del "vermú", y cumplimos con el "tanteando" el
terreno de la hostelería, ante el
panorama que ofrecía la playa de Riazor un día soleado. Salió a relucir el
restaurante- bar de la que era propietaria en el corazón de la colonia
Guerrero, en el centro de la ciudad de México, que por cierto le estaba dando
problemas por culpa de un funcionario local, según comento.
COMIDA, Y LARGA SOBRESA :
"YO NO ODIO A LOS HOMBRES.SOLO LE CANTO A AQUELLOS SINVERGUENZAS
QUE NO RESPETAN A LA MUJER"
Aunque tengo resaca del recuerdo, un tanto difuso,
que me quedó de aquella larga sobremesa, fue que el carácter
"guerrillero" de Paquita , con
más de 40 años de trayectoria defendiendo a las mujeres a través de sus
canciones, no se correspondía con el "odio" hacia los hombres sino
que el origen de ese resentimiento, publicado en numerosas ocasiones en los
medios de comunicación, parte de una
historia de desamor de cuando ell tenía 15 años y se caso con un hombre de 42 años, con quién tuvo dos hijos y que
pasado el tiempo se enteró de que su marido era bígamo y tenía una familia en
otro pueblo.
Una historia de desamor y resentimiento que fue
desgranando sorbo a sorbo , entre otras historias, y no bajo precisamente bajo
los efluvios del tequila -- por lo del título del disco -- que le había
ofrecido a instancias del nombre del disco --. Se le notaba relajada, a
gusto, distendida -- las noticias de entradas agotadas para el concierto daban
ánimos -- con ganas de platicar y lo hicimos escanciando, con repetición, unas
copas de coñac, que sin duda, animaron la conversación.
Difícilmente podía meter baza en su
relato y asumí el papel pasivo de la escucha., hasta que en un momento dado,
mostré mi comprensión por la actitud contra los hombres que mostraba en sus
canciones, que eran reflejo de situaciones vividas, a lo que ella replico:
"Yo no odio a los hombres. Solo le canto a aquellos sinvergüenzas que
no respetan a la mujer.
Ya en las postrimerías de la
conversación , cuando el recorrido
argumental de la entrevista ya estaba machacado hasta la saciedad, la vienen a
buscar para probar el sonido, Todo un alivio, pero se muestra reacia a cumplir
con la solicitud. Lo hace pero,... para corroborar la simpatía, el
"buen rollo" que surgió a lo largo de la comida y los tragos d la
sobremesa, antes de que se fuera al hotel para descansar un rato, brindamos por
sus éxitos, dejando una sinceridad que se reflejo en su mirada cuando como
colofón me habla emocionada de sus nietos, de sus hijos y del público que tanto
la quiere.
!
VENTE CONMIGO!
Despedida hasta la hora del concierto
y, Paquita , va y me suelta a bocajarro…¡Vente conmigo!. En vez de preguntarle
a dónde, puse cara de circunstancias y esbozando una sonrisa le atice un buen
trago a la copa de coñac – era francés – que me dejó momentáneamente sin habla.
Ella, al no recibir contestación a su
sorprendente oferta retoma la proposición explicando que necesita un
representante, ya que no estaba muy contenta con el que tenía. En principio sería
para la gira española...¡Ya me gustaría! replique aliviado por el significado
de su pretensión , y con buenas palabras, le explico que tengo mucho trabajo y
que es imposible aceptar.
Dice que lo siente y para corroborar
la simpatía que surgió a lo largo de la comida y los tragos, brindamos por sus
éxitos, antes de que se fuera al hotel para descansar un rato, dejando una
sinceridad que se refleja en su mirada cuando habla emocionada de sus nietos,
de sus hijos y del público que tanto la quiere.
CONCIERTO :_LAS MUJERES
AL PODER...DURO Y CONTRA ELLOS
¿Sorpresa?...Ninguna.
Todo sobre lo previsto . Una hora antes del concierto, mujeres, muchas mujeres,
empezaron a llegar a la sala. La proporción sería de 8 por cada hombre, que
asistían como "acompañantes", y a ser posible "fuera de
foco", en las postrimerías de la sala.
Cuando Paquita se plantó en el
escenario, con una contundente presencia , fue recibida con entusiasmo
mientras las letras de sus canciones eran jaleadas constantemente por el
público femenino.
Con su voz peculiar fue soltando
lindezas con ropajes musicales de rancheras y boleros…¿Me estás oyendo
inútil?, Rata de dos Patas , Tres veces te engañé, y Las
mujeres mandan, entre otras. En esta última canción se explayo a gusto… "los
hombres son unos malditos malandrines pelagatos sosteniendo que, en
muchos casos, el hombre es el equivalente a un buey que se amansa con la sal
en el hocico.
Las propuestas "indecorosas"
también formaron parte de su repertorio, en el que también arengo a las señoras
y señoritas a ejercer su derecho a tomar la iniciativa a la hora del
amor:
Al final del concierto llegó la
despedida renovando la invitación para
que pasara por su bar cantina cuando fuera a México. Un viaje que nunca hice, aunque de vez en cuando me llegan noticias de
que Paquita la del Barrio sigue adelante con su guerra contra el machismo.
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