jueves, 26 de septiembre de 2019

PAQUITA LA DEL BARRIO: "LA GUERRILLERA DEL BOLERO" AZOTE DEL MACHISMO. UNA JORNADA CON ELLA 8 DE JULIO DE 1994




                                    UNA JORNADA CON ELLA 8 DE JULIO DE 1994



Nonito Pereira

"La Universidad de México  presenta algunos resultados del análisis del cancionero de la cantante de música popular Paquita la del Barrio, ubicando dos momentos en su carrera artística y analizando diversos núcleos temáticos de ambas etapas, donde vemos el paso de cantante de boleros y de canciones de la noche a la construcción de su imagen como defensora de las mujeres, reivindicadora de una respuesta agresiva y determinada por parte de las mujeres, explotadas, mal amadas, violentadas a través de la infidelidad de sus parejas.
Dentro de la segunda etapa, una canción la hace famosa incluso internacionalmente: “Rata de dos patas”, desarrollándose en adelante una serie de canciones reivindicativas de las mujeres que llegan inclusive al llamado a responder los agravios sentidos con discursos agresivos, denigradores de la supuesta “hombría” de los varones machistas, no sólo por sus abusos, deslealtad y desamor, sino también por la burla de sus “pequeños” atributos sexuales o su declinar sexual al llegar a la vejez, que se busca paliar seduciendo a jovencitas, quienes les agraviarán a su vez a través de la infidelidad."


La canción  "Rata de dos patas:  te estoy hablando a ti, porque un bicho rastrero, aún siendo el más maldito, comparado contigo, se queda muy chiquito" y con esa tonada, y muchas otras, la cantante defiende a las mujeres.

- ¿Me estás oyendo, inútil?". Ese duro reclamo, dirigido a los hombres, es ya un clásico en el imaginario popular mexicano. Creado por la cantante mexicana Paquita del Barrio, fue una adelantada a la época al combatir al machismo desde el escenario, con sus canciones,  amilanando a los hombres con sus "boleros cimarrones", sus "temerarias rancheras" y las constantes puyas de sus "incontinentes corridos" .

 Conocí a Paquita el 8 de julio de 1994. La había contratado para una actuación en el Playa Club de A Coruña a instancias de la cerveza mexicana Coronita. Era su tercera gira española y las dos anteriores habían sido todo un éxito y el clamor levantado por el anuncio de un nuevo concierto fue considerable.




Su visita coincidía con la edición del CD , "Vuelvo al tequila" en el quer las canciones narran el despecho de una mujer que deja el tequila para engancharse en las bebidas habituales de su amante como el whisky.

Mis referencias sobre Paquita, eran las que procedían  de la abundante información que de ella salía en prensa, radio y tv, que la convertían en una heroína del movimiento feminista,  con declaraciones tan bravas como " el hombre es para usar y tirar ",  que conectaban de inmediato con las mujeres despechadas hartas de los excesos machistas.

Tuve ciertas dudas ante la oferta del concierto, pero se disiparon de inmediato al comprobar la rapidez con la que  corrió como la pólvora  la "posibilidad" de la celebración del mismo, sobre todo , claro está, por parte de las mujeres que mostraron su entusiasmo.

Tenía la intención de ahondar más en la personalidad de Paquita, fuera del escenario, para poder mantener con ella una entrevista . Periodistas amigos de Madrid me habían puesto en antecedentes de que, la apariencia, era un tanto engañosa, toda vez que en las "distancias cortas" se pasaba muy bien con ella y en la conversación había un halito de rebeldía y denuncia, pero aplacada con momentos de ternura.. Algo que no me encajaba en un entorno -- quién lo iba a decir con títulos como "Tres veces te engañé", "Me estás oyendo inútil", "Rata de dos patas", "Las mujeres mandan", "Viejo rabo verde", "Hombres malvados", entre muchas otras -- clasificado como de "género duro y contra ellos".



SESIÓN "VERMÚ"

La mañana del concierto, así como el día anterior, la demanda de localidades para asistir al concierto fue una "vorágine" aunque mayoritariamente femeninos ya que no  fueron muchos los "machotes" -- así nos distinguía Paquita peyorativamente --  dispuestos a recibir los  piropos dedicados por esta mujer de "rompe y rasga". Los hubo. Pocos, pero algún valiente "sacó pecho" y aguantó,  ante la hilaridad y recochineo del mayoritario público femenino, --encrespado ambientalmente por las alusiones cargadas de desprestigio hacia el género masculino -- la proclama de  “insultos”, “ofensas” e “humillaciones” de la Reina y Defensora de las Mujeres que ejercía como tal.



Pero volvamos al principio, cuando Paquita llegó al local con un pequeño séquito de acompañantes. Presentación e invitación.¿ Quieres tomar algo?. Era la hora del protocolo del "vermú",  y cumplimos con el "tanteando" el terreno de la hostelería,  ante el panorama que ofrecía la playa de Riazor un día soleado. Salió a relucir el restaurante- bar de la que era propietaria en el corazón de la colonia Guerrero, en el centro de la ciudad de México, que por cierto le estaba dando problemas por culpa de un funcionario local, según comento.

COMIDA, Y LARGA SOBRESA :
"YO NO ODIO A LOS HOMBRES.SOLO LE CANTO A AQUELLOS SINVERGUENZAS QUE NO RESPETAN A LA MUJER"

Aunque tengo resaca del recuerdo, un tanto difuso, que me quedó de aquella larga sobremesa, fue que el carácter "guerrillero" de  Paquita , con más de 40 años de trayectoria defendiendo a las mujeres a través de sus canciones, no se correspondía con el "odio" hacia los hombres sino que el origen de ese resentimiento, publicado en numerosas ocasiones en los medios de comunicación, parte  de una historia de desamor de cuando ell tenía 15 años y se caso con un hombre  de 42 años, con quién tuvo dos hijos y que pasado el tiempo se enteró de que su marido era bígamo y tenía una familia en otro pueblo.

Una historia de desamor y resentimiento que fue desgranando sorbo a sorbo , entre otras historias, y no bajo precisamente bajo los efluvios del tequila -- por lo del título del disco -- que le había ofrecido a instancias del nombre del disco --. Se le notaba relajada, a gusto, distendida -- las noticias de entradas agotadas para el concierto daban ánimos -- con ganas de platicar y lo hicimos escanciando, con repetición, unas copas de coñac, que sin duda, animaron la conversación.
Difícilmente podía meter baza en su relato y asumí el papel pasivo de la escucha., hasta que en un momento dado, mostré mi comprensión por la actitud contra los hombres que mostraba en sus canciones, que eran reflejo de situaciones vividas, a lo que ella replico: "Yo no odio a los hombres. Solo le canto a aquellos sinvergüenzas que no respetan a la mujer. 

Ya en las postrimerías de la conversación , cuando el recorrido argumental de la entrevista ya estaba machacado hasta la saciedad, la vienen a buscar para probar el sonido, Todo un alivio, pero se muestra reacia a cumplir con la solicitud. Lo hace pero,... para corroborar la simpatía, el "buen rollo" que surgió a lo largo de la comida y los tragos d la sobremesa, antes de que se fuera al hotel para descansar un rato, brindamos por sus éxitos, dejando una sinceridad que se reflejo en su mirada cuando como colofón me habla emocionada de sus nietos, de sus hijos y del público que tanto la quiere.

! VENTE CONMIGO!

Despedida hasta la hora del concierto y, Paquita , va y me suelta a bocajarro…¡Vente conmigo!. En vez de preguntarle a dónde, puse cara de circunstancias y esbozando una sonrisa le atice un buen trago a la copa de coñac – era francés – que me dejó momentáneamente sin habla.

Ella, al no recibir contestación a su sorprendente oferta retoma la proposición explicando que necesita un representante, ya que no estaba muy contenta con el que tenía. En principio sería para la gira española...¡Ya me gustaría! replique aliviado por el significado de su pretensión , y con buenas palabras, le explico que tengo mucho trabajo y que es imposible aceptar.

Dice que lo siente y para corroborar la simpatía que surgió a lo largo de la comida y los tragos, brindamos por sus éxitos, antes de que se fuera al hotel para descansar un rato, dejando una sinceridad que se refleja en su mirada cuando habla emocionada de sus nietos, de sus hijos y del público que tanto la quiere.


CONCIERTO :_LAS MUJERES AL PODER...DURO Y CONTRA ELLOS

¿Sorpresa?...Ninguna. Todo sobre lo previsto . Una hora antes del concierto, mujeres, muchas mujeres, empezaron a llegar a la sala. La proporción sería de 8 por cada hombre, que asistían como "acompañantes", y a ser posible "fuera de foco",  en las postrimerías de la sala.

Cuando Paquita se plantó en el escenario, con una contundente presencia , fue recibida con entusiasmo mientras las letras de sus canciones eran jaleadas constantemente por el público femenino.

Con su voz peculiar fue soltando lindezas con ropajes musicales de rancheras y boleros…¿Me estás oyendo inútil?, Rata de dos Patas , Tres veces te engañé, y Las mujeres mandan, entre otras. En esta última canción se explayo a gusto… "los hombres son unos malditos malandrines pelagatos sosteniendo que, en muchos casos, el hombre es el equivalente a un buey que se amansa con la sal en el hocico.

 Canciones que eran otras tantas oportunidades para que las mujeres asestaran a sus maridos y acompañantes, medio en broma o medio en serio, constantes puyas en vivo y en directo, mientras  los señores que morbosamente presenciaban el show: reían con cierta vergüenza por las alusiones, como cuando se refirió a a aquellos que tienen pequeños sus atributos, por decirlo decentemente.

Las propuestas "indecorosas" también formaron parte de su repertorio, en el que también arengo a las señoras y señoritas a  ejercer su derecho a tomar la iniciativa a la hora del amor:

Al final del concierto llegó la despedida renovando la  invitación para que pasara por su bar cantina cuando fuera a México. Un viaje que nunca hice,  aunque de vez en cuando me llegan noticias de que Paquita la del Barrio sigue adelante con su guerra contra el machismo.





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