viernes, 4 de noviembre de 2016

REVISANDO ARCHIVOS 1994 : PAQUITA LA DEL BARRO:¿ME ESTÁS OYENDO INÚTIL?

PAQUITA LA DEL BARRIO CONTRA EL MACHISMO



                      ¿ME ESTÁS OYENDO INÚTIL?
                         (Y yo haciéndome el sordo)

Fue El 8 de julio de 1994, a las 11 de la noche, cuando la cantante mexicana Paquita la del Barrio, conocida como La Guerrillera del Bolero, actuó en A Coruña, en un Playa Club, abarrotado de mujeres que corearon su célebre frase ¿Me estás oyendo inútil?          estratégicamente ubicada en la parte medular de sus canciones mientras que los pocos hombres que había en la sala, hacia quiénes iban los dardos de esta frase, y otros insultos – como ratas de dos patas --, intentaban pasar desapercibidos esbozando unas vergonzosas sonrisas  ante la hilaridad y recochineos varios del público femenino que había copado mayoritariamente la sala .





El día del concierto, y después de una animada comida que rompió los miedos que yo tenía por la aureola de mujer de rompe y rasga que rodeaba a Paquita, subimos a la terraza del local para tomar los cafés. y unas copas de tequila, con limón y sal. Paquita estaba a gusto y del tequila paso al coñac que abrió las puertas a una larga conversación en la que incluyó, entre trago y trago,  parte de su vida. Empezó dedicando elogios al local, para pasar a describir el ambiente de su bar-cantina, que lleva su nombre, que había abierto recientemente en el corazón de uno de los barrios más bravos del Distrito Federal, la colonia Guerrero.

Era una tarde espléndida de verano, y  bien fuera por el bochorno reinante, o el estímulo del alcohol como carburante, lo cierto es que Paquita me empezó a contar su vida llena de engaños, como el de su primer esposo, con quien tuvo tres hijos. Ella tenía 15 años y él tenía 44. Mientras estaba embarazada se enteró que el señor con quien ella estaba casada, ya tenía esposa en otro pueblo y una familia entera. A pesar de ello, enamorada como estaba, aguantó la embestida de los cuernos maritales y se quedó con él aún sabiendo el engaño…Toda una telenovela.

Locuaz y sin resquemor aparente, cuando pensada que el relato de su vida terminaba, ella siguió con un nuevo capítulo que inició al dejar, con dos hijos a su cargo, al impresentable de su primer marido, para volver a tropezar en la misma piedra con su segundo esposo, que resultó ser más falso que una moneda de 5 euros . Le fue infiel varias veces y al enterarse de que tenía  una hija., Paquita engañada y decepcionada, lo dejó.

Difícilmente podía meter baza en su relato y asumí el papel pasivo de la escucha., hasta que en un momento dado, al cabo de dos horas, mostré mi comprensión por la actitud contra los hombres que mostraba en sus canciones, que eran reflejo de situaciones vividas, a lo que ella replico:

Yo no odio a los hombres. Solo le canto a aquellos sinvergüenzas que no respetan a la mujer. 

Puede ser que Paquita la del Barrio no sea "glamurosa", ni despampanante, es más, prácticamente no ha recurrido ni a la radio ni a la TV para promocionar sus canciones. Por el contrario, son los medios los que la han buscado dada su dosis de alto voltaje y escándalo. Paquita es una artista que se ha hecho fama por sus actuaciones en vivo.




VENTE CONMIGO

Ya en las postrimerías de la conversación, Paquita , va y me suelta a bocajarro…¡Vente conmigo!. En vez de preguntarle a dónde, puse cara de circunstancias y esbozando una sonrisa le atice una un buen trago a la copa de coñac – era francés –  que me dejó momentáneamente sin habla.

Al no recibir contestación a su sorprendente oferta retoma la proposición explicando que necesita un representante, ya que no estaba muy contenta con el que tenía. En principio sería para la gira española...¡Ya me gustaría! replique aliviado por el significado de su pretensión , y con buenas palabras, le explico que tengo mucho trabajo y que es imposible aceptar.

Dice que lo siente y para corroborar la simpatía que surgió a lo largo de la comida y los tragos, brindamos por sus éxitos, antes de que se fuera al hotel para descansar un rato, dejando una sinceridad que se refleja en su mirada cuando habla emocionada de sus nietos, de sus hijos y del público que tanto la quiere.

DURO Y CONTRA ELLOS

Una hora antes del concierto, mujeres, muchas mujeres, empezaron a llegar a la sala. La proporción sería de 8 por cada hombre. 






Paquita, había levantado en los  días previos al concierto patrocinado por la cerveza mexicana Coronita una gran expectación azuzada por su presencia en las emisoras de radio de cobertura nacional en la que se la presentaba como adalid de la guerra contra el machismo.

Cuando Paquita se plantó en el escenario, con una contundente presencia , siendo recibida con entusiasmo mientras las letras de sus canciones eran jaleadas constantemente por el público femenino. Con su voz peculiar fue soltando lindezas con ropajes musicales de rancheras y bolero…¿Me estás oyendo inútil?, Rata de dos Patas , Tres veces te engañé, y Las mujeres mandan, entre otras. En está última canción se explayo a gusto… los hombres son unos malditos malandrines pelagatos sosteniendo que, en muchos casos, el hombre es el equivalente a un buey que se amansa con la sal en el hocico.

Canciones que eran otras tantas oportunidades para que las mujeres asestaran a sus maridos y acompañantes, medio en broma o medio en serio, constantes puyas en vivo y en directo, mientras  los señores que morbosamente presenciaban el show: reían con cierta vergüenza por las alusiones, como  cuando se refirió a a aquellos que tienen pequeños sus atributos, por decirlo decentemente.

Las propuestas indecorosas también formaron parte de su repertorio, en el que también arengo a las señoras y señoritas a  ejercer su derecho a tomar la iniciativa a la hora del amor:

Al final del concierto llegó la despedida y la invitación para que pasara por su bar cantina cuando fuera a México. Un viaje que nunca hice  aunque de vez en cuando me llegan noticias de que Paquita la del Barrio sigue adelante con su guerra contra el machismo.






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