EL POETA DE LA RUMBA
Conocí al “poeta de la
rumba”, Xavier Patricio Pérez Álvarez (Buenos Aires, 1951 --de nombre artístico
Gato Pérez, en 1981 cuando llego a A Coruña para compartir escenario en
el Pabellón de Deportes con la Orquesta Mondragón.
Venía acompañado de su manager
personal Carles Flavio para presentar su
disco Atalaya en el que figuraban las canciones Gitanitos y Morenos y Se fuerza la
máquina que, sobre todo la primera, le darían la posterior fama de
ser reconocido como el renovador de la rumba catalana, estilo musical del que
quedo atrapado al descubrirlo en las Festes de Gràcia, donde tocan los
famosos gitanos de ese barrio. Con la rumba Gato por fin había encontrado la
música perfecta para esas letras absolutamente increíbles que componía.
No era su primer disco ya que con
antelación había grabado Carabruta y Romesco ( Edigsa 79 ) -- que fue votado Mejor Disco Español
de 1979 y recibió un Olé de la
Canción -- con los que empezó a experimentar con la rumba catalana y donde se podía escuchar la pieza El
ventilador, una rumba catalana en castellano de gancho inmediato que tendría
mucho éxito y le abriría a Gato Pérez las puertas de la multinacional Emi -
Odeón que le ofrece un contrato por cinco años y un lanzamiento a nivel de todo
el territorio español.
Paralelamente, Barcelona deja de
ser la punta de lanza de la vida nocturna española, y a Madrid y a su naciente
movida se trasladan músicos como Loquillo o Sisa, a los que Barcelona empieza a
resultarles estrecha. También a Gato le llega el éxito, pero, sin emigrar, sin moverse de Barcelona donde había dado sus
primeros pasos en varios grupos musicales Sloblo, El Gato y Secta Sónica grupo
encasillado en un movimiento que en los 70's se le llamo rock Laietano --
Música Urbana, Orquesta Mirasol, Gotic, Iceberg, Toti Soler, la Orquesta
Mirasol y la Compañía Eléctrica Dharma. -- que consistía en fusionar Jazz
rock progresivo con toques mediterráneos y folk catalán. Gato Pérez formaba
parte del entourage de
Zeleste la mítica sala de conciertos de
Barcelona que era lugar de encuentro de la burguesía catalana con ideales
supuestamente progres y una plataforma aglutinadora para la práctica
totalidad de músicos barceloneses.
GIRA PROMOCIONAL CON VISITA A
LA RADIO FELIZ
El concierto de A Coruña de Gato
Pérez y La Orquesta Mondragón formaba parte de una gira promocional, atípica por
entonces, para presentar los discos Atalaya de Gato Pérez y Bon Voyage, segundo álbum de
la Orquesta Mondragón liderada por Javier Gurruchaga que incluía las canciones Viaje
con nosotros y Caperucita
feroz que fue el éxito del verano de 1981 y sus primeros versos, hola
mi amor yo soy el lobo se escucharon por doquier.
.
La gira coordinada directamente
por Rafael Gil, el director general de la Emi en España -- también compositor de éxito bajo el alias
de Ray Girado --, me encarga la
producción y promoción del concierto a través de la Radio Felíz y a ella llegan
el día anterior al mismo Javier , con Javier Gurruchaga, siempre divertido y
excéntrico junto a Popocho Ayestaran, cómico que valiéndose únicamente de la
mímica convertía cada canción en un pequeño gag humoristíco. Tras la entrevista
radiofónica, la comida de rigor, y por la tarde la prueba de sonido en el
Pabellón. Allí aparece Gato Pérez con Carles Flavio. Como sus músicos aun no habían llegado decide posponer
la prueba para el día siguiente y con la misma nos vamos los tres a cenar
mientras Gurruchaga decide ir al hotel a descansar.
POR LA NOCHE, EN EL CABARET , TODOS
LOS GATOS SON PARDOS
Bien cenados, y tras una
distendida conversación, me percato de
que a Gato le va la marcha nocturna. Llega la hora de tomar la copa …¿Dónde
está el ambiente en esta ciudad?, pregunta Gato…Y los llevó al cabaret Marux
Boite para presenciar el show de sus esculturales vedettes . Allí la
noche se prolonga y entre ji, ja, jas me entero de que Carles Flavio es
cura… Me quedo sorprendido por la situación aunque la escasa luz no deja
vislumbrar mi cara. En vista de lo cuál me acerco a la barra para pagar las
consumiciones -- invitaciones incluidas -- con cargo a la producción del
concierto del que ya se habían vendido un buen número de entradas anticipadas.
Al salir del local estaba amaneciendo y
mientras esperábamos el taxi Gato se acerca a mí para pedirme dinero…No
tengo un duro, me dice, y extrañado por la situación le presto unos cuantos
duros sin saber si eran a fondo perdido o con vuelta.Los dejo en el
hotel y sigo hasta mi casa. En el trayecto fui dándole vueltas al sablazo que
me había dado Gato Pérez y como cargarlo en las cuentas de producción que tenía
que dar al hermano de Rafael Gil, responsable de la gira, al día siguiente.
DEUDA SALDADA
A primera hora de la tarde, me
acerco por el Pabellón de Deportes para supervisar el montaje y allí estaba
Gato ensayando con su grupo. Al bajar del escenario se dirige a mí y después de
darme las gracias, me devuelve el dinero prestado la noche anterior. Y no solo
eso, sino que me cuenta que el y la Mondragón
actuaban por los gastos, que no cobraba nada al ser una actuación
promocional obligada por contrato con la compañía.
La situación, me hizo abrir los
ojos y mostrar mi incredulidad ante la perspectiva de que, de la recaudación millonaria
del concierto -- asistieron cerca de 8.000 personas -- los artistas no verían
ni un duro. Los contratos son los contratos. Por cierto, Gato Pérez fue el
telonero y durante su actuación interpretó Gitanitos y Moreno, Ebrios de
soledad, una canción preciosa ambientada en Zeleste y dedicada a Carles
Flavio, y Se fuerza la máquina
De tanto forzar la máquina ,
a los pocos meses Gato Pérez padece un
infarto, y empieza a tener graves
problemas de salud y la fatiga producida por sus problemas cardíacos lo obliga
a dejar el alcohol. A partir de ahí se le acabó la vida nocturna, el jaleo de
los conciertos, el inspirarse con ansiedad. Sus siguientes álbumes los saca,
según sus propias palabras, bajo los efectos del agua mineral .Los problemas
de salud no abandonaría a Gato Pérez hasta su muerte el año 1990. Posteriormente,
su figura ha sido objeto de numerosos homenajes por parte de la profesión
musical. Ventura Pons, que ya contó con Gato Pérez para la banda sonora de su
película 'La rubia del bar', ha dirigido un documental acerca de su vida,
titulado 'El gran Gato'.
Hola. Saludos. Muy buen músico. Busco una canción de él que es algo autobiográfica que menciona billares y chavalas en la letra. No recuerdo el nombre.
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