MIS DESPEDIDAS "FALLIDAS" DE
LOS ROLLING STONES
Los
Rolling Stones anuncian para el próximo 27 de septiembre su único concierto en
España. Sera en el Estadio Olímpico de Barcelona, ciudad donde, curiosamente,
actuaron por primera vez en España el 11 de julio de 1976 en el "ruedo" de la Monumental en 1976.
Y
hasta allí me fui para ver y escuchar a sus "Satánicas Majestades" y
darles la bienvenida junto a 11.000
personas más. Fue una noche calurosa y no solo musicalmente, que también. El
"bochorno" ambiental había acabado con todo tipo de bebidas y en las
barras solo quedaba coñac, que supongo también se terminaría, y los grifos de
los servicios habían sido inutilizados.
Algo
que no pude comprobar porque al final salí "pitando" para beber en un
cafetería próxima un litro de agua casi de un sorbo, tal era mi estado de
deshidratación.
Pero
volviendo al concierto, que había compartido con el maestro de la radio musical
Ángel Álvarez de vecino, los Stones venían
con el refuerzo del organista Billy Preston- "conocido como el quinto
Beatle por haber colaborado en varios trabajos con los de Liverpool -- y el
"debut" de Ron Wod que sustituía a Mick Taylor en el grupo.
Aquel día los Rolling, que traian como teloneros a Robin Trovers y los
Meters, hicieron una faena merecedora de orejas, rabo y vuelta al ruedo.
A pesar de la sequedad de la cavidad bucal
experimentada a lo largo del concierto, en el que saqué varias veces la lengua
de paseo para refrescarla, como la que
figura en su logo, convertido en icono, me quedó un dulce regusto musical por
lo presenciado. Si surgía la ocasión, me prometí, volvería a repetir.
Y la ocasión surgió seis años después, en 1982 , el año del Mundial de fútbol, en Madrid a donde llegaron el 7 de julio y lo hicieron acompañados de rayos y truenos y un
diluvio, una tormenta de verano, que empezó a caer sin previo.Esa circunstancia adversa dibujo una sonrisa en mi cara,
hasta el punto de que mi vecino de localidad en la grada, el siempre recordado
Joaquín Luquí, pregunto el motivo. Le conté mis penurias para poder beber,
aunque fuera agua, en el concierto de Barcelona y, sonriendo dijo : ¡No querías
agua Nonito...¡¡¡Toma agua!!!. Y me di un sorbo de cerveza, que en esta ocasión
si había. Cuenta alguna crónica, en primera persona, que en Jagger "hizo el amor con los 60.000 fans que llenábamos el recinto»,. «Desde que salió nos magnetizó, conquistó, deslumbró, enardeció, perturbó y pervirtió».. ¡Calenturas a pesar de lo que caías!.
Con posterioridad al concierto, Gay Mercader, organizador del
mismo, contó una anécdota de como se vivieron en camerinos los difíciles
momentos provocados por el "chaparrón":
"Mick Jagger miró al cielo y, sin decir una
palabra, todos le entendieron: 'Este es el momento idóneo!'". Y
así, entre rayos y truenos, los Rolling Stones salieron al escenario desafiando
a los elementos dispuestos a empapar, también con su
música, a los miles de súbditos allí reunidos. Los Rolling Stones de
la época , Mick, Keith Richards, Ronnie Wood, Charlie Watts y Bill Wyman, se
quedaron en Madrid a la espera de ofrecer un nuevo concierto que como el
anterior reuniría alrededor de 60.000 personas, muchas de las cuales hicieron "doblete".
Y como no hay dos sin tres, y ante el rumor de una despedida de
los Rolling, dada la "edad" de los componentes, regresé el 17 de
junio de 1990 al Vicente Calderón
para "despedirlos" -- el día anterior también habían actuado -- en la
gira europea "Urban Jungle 1990",
continuación de la de presentación del disco Steel Wheels. Aquella
fue la última vez que se pudo ver a Bill Wyman tocando con el grupo.
Fue una despedida en falso, ya que el grupo se mantuvo vivo y coleando y ante el anunció de su llegada a Gijón, a cuestas con su gira mundial "Voodoo Launge Tour" el 22 de julio de 1995, para celebrar mi cumpleaños, viaje a tierras asturianas para estar en el Estadio del Molinón en único concierto que el grupo británico ofreció en España, por si era el de "despedida". Era su cuarta visita a nuestro país y no me había perdido ninguna.
Por si su gira "Bridges to Babylon" sería la última, para
"Vigo me fui" a "despedirlos", al estadio de Balaídos, a
rendirles pleitesía el 18 de julio de
1998. Pero de nuevo la supuesta despedida no fue tal y "Sus Satánicas
Majestades", siguieron vivos y
coleando y el Xacobeo anuncía para el 16 de julio de 1999 un concierto de los
Rolling Stones en el Monte del Gozo y a Santiago "fui ligerito" para
verlos por sexta vez , por si, de "casualidad" era su adiós.
¡Si quieres arroz Catalina!. Cuando anunciaron su presencia en Madrid de "40 Licks World Tour en 2003", acudí nuevamente al estadio Vicente Calderón para despedirme "yo" de ellos, el 27 de junio del 2003, ya que no tenían trazas de "tirar la tolla" a pesar de su longevidad artística.
¡Si quieres arroz Catalina!. Cuando anunciaron su presencia en Madrid de "40 Licks World Tour en 2003", acudí nuevamente al estadio Vicente Calderón para despedirme "yo" de ellos, el 27 de junio del 2003, ya que no tenían trazas de "tirar la tolla" a pesar de su longevidad artística.
Y
ahí me despedí de sus directos mientras ellos inasequibles al desaliento
seguían en la brecha. Volvieron en 2006 , 2007 y
2014 y me quedé sin ir a
"despedirlos" . .
Ahora anuncian un único concierto en Barcelona ,para el mes de septiembre, ciudad en la que dieron su primer concierto en España hace 41 años. ¿Será el "definitivo" (?) . No lo tengo muy claro...a lo mejor sí y de ahí que esté pensando ir a "despedirlos", una vez más.
Ahora anuncian un único concierto en Barcelona ,para el mes de septiembre, ciudad en la que dieron su primer concierto en España hace 41 años. ¿Será el "definitivo" (?) . No lo tengo muy claro...a lo mejor sí y de ahí que esté pensando ir a "despedirlos", una vez más.
Estos septuagenarios, alguno de mi quinta como Jagger -- al
que solo verlo en acción me produce agujetas y me hace sacar la lengua fuera
--demuestran que el rock´n´roll no tiene edad de caducidad.
Recupero para la ocasión un comentario que Nacho Sainz de Tejada
publico en "El País" al respecto:
" Los Rolling Stones no están pasados de época. Muy al
contrario. Nadie puede mantener el éxito instalado en el desfase, porque la
nostalgia no llena estadios. Los Stones conservan su gancho porque, igual que
en los sesenta representaban rebeldía, espíritu de calle, riesgo, novedad y
ruptura, hoy significan establecimiento, espíritu de élite, conservadurismo,
clasicismo e instalación. Permanecen arriba porque continúan siendo el espejo
de una porción importante de la sociedad que les acompaña en su camino.
¡Larga vida al rock and roll!.
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