Lo de cumplir años da una perspectiva muy amplia
del panorama social del pasado y permite en los viajes al recuerdo, repasar
situaciones pretéritas que llevan a terrenos comparativos, que las vivencias suelen,
fundamentadas en la nostalgia, engrandecer "engañosamente".
Es decir,
tenemos tendencia a olvidar con más facilidad lo negativo, quedándonos con los
recuerdos positivos. Todos hemos escuchado a alguien decir, para bien principalmente
que, "en mis tiempos las cosas eran diferentes" olvidando que las
comparaciones en el tiempo están trufadas emocionalmente y pueden ser injustas.
Ahora bien, si el repaso al pasado se dosifica convenientemente, puede ser,
incluso positivo.
Esta reflexión viene a cuento ante la posibilidad de que la
gestión de los locales de espectáculos en A Coruña quede en manos del gobierno
local a través de la Concejalía de Cultura. Se habla de que serían alrededor de
17.000 butacas --Ágora, Forum Metropolitano, Teatro Colón, Teatro Rosalía, Coliseo y posiblemente Palacio
de la Ópera --, algo "nunca visto" y que suscita más de una deliberación
sobre el uso y el contenido que se le asignará a esos recintos
"municipalizados".
Las entidades privadas, desaparecen prácticamente
de la gestión de los locales de espectáculos coruñeses, situación que me lleva a
la recámara de la nostalgia con la disyuntiva
de opinar si está situación será mejor o peor que la conocida. En principio,
que haya "abundancia" de locales de espectáculos, pinta bien, ya que
en el pasado siempre fui un "franco tirador" ante la escasez de
espacios públicos con capacidad adecuada para acoger variadas
representaciones artísticas.
En un próximo futuro, con la expansión de recintos públicos, habrá, es de suponer , una mayor oferta
cultural, mayor variedad de espectáculos
-- con precios llamados "asequibles" -- , eventos culturales y
festivos...
El cómo se gestionen y el
coste de esa gestión, que se supone "considerable" es lo que produce
inquietud.
Es de suponer que las diferentes capacidades de los recintos sean
selectivas en sí mismo a la hora de las programaciones y que la política
cultural del Ayuntamiento sea quién marque los contenidos.
Si son muchos o no,
el tiempo lo dirá . También si se llenan de una actividad socialmente "adecuada",
y no partidista, o son de nuevo objeto de
concesiones como años atrás. Lo escrito, " en mis tiempos, las cosas eran
diferentes".
El tema es complejo y tiene muchas aristas. Si mejor o peor
es una valoración que corresponde a los lectores.
Ejerciendo de lo que soy, esperaré
en mitad de la escalera...
.
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