Los
seguidores del boss están de enhorabuena
.Bruce Springsteen acaba de editar su autobiografía "Born to Run" y un disco, "Chapter and Verse", por separado con 18 canciones, cinco de ellas inéditas, que recorren la trayectoria musical del cantante, y que como consecuencia harán de este álbum pieza preciada.
Repasando el amplio listado de conciertos que uno tuvo la suerte de presenciar a lo largo de más de 50 años de contactos con la música, guardo un grato recuerdo del primero que dio el "boss" en España. el 21 de abril de 1981 en el Palacio de los Deportes de Montjuïc. Aunque posteriormente presencié buena parte de los que Springsteen dio en España, la primera fue especial.
.Bruce Springsteen acaba de editar su autobiografía "Born to Run" y un disco, "Chapter and Verse", por separado con 18 canciones, cinco de ellas inéditas, que recorren la trayectoria musical del cantante, y que como consecuencia harán de este álbum pieza preciada.
Repasando el amplio listado de conciertos que uno tuvo la suerte de presenciar a lo largo de más de 50 años de contactos con la música, guardo un grato recuerdo del primero que dio el "boss" en España. el 21 de abril de 1981 en el Palacio de los Deportes de Montjuïc. Aunque posteriormente presencié buena parte de los que Springsteen dio en España, la primera fue especial.
Conocía
a Springsteen por sus primeros trabajos discográficos ,Greetings from Asbury Park, N.J.(1973); The Wild, the Innocent & the E Street Shuffle (1973) ; Born to Run(1975)
y Darkness on the Edge of Town(1978) y el disco doble "The River" cuya presentación motivaba la gira y cuyas canciones resumían lo que sería la obra de Springsteen. Un músico en el que conviven la explosión festiva a lomos de su fastuoso grupo y el lado oscuro; canciones pegadizas junto a reflexiones sobre los tiempos duros, sobre la gente humilde, sobre los perdedores. La otra América.De ahí que estuviera expectante por escucharlo en directo..
En
los minutos previos a la salida del boss, por los altavoces sonaba un surtido
de soul y rhytm and blues que calentaba el ánimo. Música norteamericana que se
alzaba como documento de identidad de lo que posteriormente íbamos a escuchar,
en unos momentos musicales en los que el pop británico vivía un espléndido
momento y “solapaba” en las listas a la de U.S.A.
Springsteen
se plantó en el escenario con una estética de largas patillas, amago de tupé y
chupa tejana acompañado por la E Street Band y con un buen sonido, surcado por guitarra de Stevie Van Zandt y por las vigorosas
entradas del saxo de Clarence Clemons y de la potente sección rítmica de la E Street Band
me aplastó literalmente en el asiento.
Tanto es así que durante la primera parte – por su larga duración tenía un
descanso –ni me levante para ir al ambigú a por más provisiones cerveceras y
eso que ya había acabado el líquido elemento. Si lo hice en el descanso y
compartiendo comentarios con la expedición, todos coincidíamos en las
adjetivaciones superlativas de lo que habíamos escuchado, mientras en el
ambiente sonada a toda tralla canciones de Aretha Franklin y otros monstruos
del soul.
Volvimos
a la grada y ya no me volví a levantar.
No sacaba mis ojos del escenario y la música me dejaba pegado al asiento, algo raro en mi porque en los conciertos suelo ser bastante “saltinbanqui”.
Literalmente me quedé “pasmao” con lo que veía y escuchaba –no había barreras de seguridad y Bruce invitaba a las fans a subirse al escenario (algo inédito por entonces en un concierto multitudinario de rock) - . Al finalizar, ya en el autobús camino del hotel, mi amigo Rafa Revert, mandamás por entonces de Los 40 Principales, me daba su impresión sobre el concierto y coincidíamos...!Impresionante!.
No sacaba mis ojos del escenario y la música me dejaba pegado al asiento, algo raro en mi porque en los conciertos suelo ser bastante “saltinbanqui”.
Literalmente me quedé “pasmao” con lo que veía y escuchaba –no había barreras de seguridad y Bruce invitaba a las fans a subirse al escenario (algo inédito por entonces en un concierto multitudinario de rock) - . Al finalizar, ya en el autobús camino del hotel, mi amigo Rafa Revert, mandamás por entonces de Los 40 Principales, me daba su impresión sobre el concierto y coincidíamos...!Impresionante!.
Un
concierto que aún hoy saboreo cuando pincho el vinilo de Bruce Springsteen “The
River” rememorando el “golpe de entusiasmo” que me produjo escucharlo en
directo durante el primer concierto que dio el boss en España.
Este
anterior "remenber" sale a colación a causa del contenido del nuevo
disco "Chaper and Verse" de Bruce Springsteen, en el que se recogen
cinco canciones anteriores a su despegue discográfico con "The River".
"Baby
I",
encarna con solvencia el rock más clásicamente americano, pero también
Springsteen empezó a hacer música seducido por la «British Invasion», la
avalancha de grupos beat que, procedentes de las Islas Británicas, inundaron el
mercado discográfico americano en la primera mitad de los años sesenta.Su primera
banda fue The Castiles, que emulaban con desigual fortuna a sus colegas del otro lado del charco. «Baby I» fue escrita por Springsteen junto con el guitarrista George Theiss, y es una especie de arrebata versión de los Beatles más desmelenados.
banda fue The Castiles, que emulaban con desigual fortuna a sus colegas del otro lado del charco. «Baby I» fue escrita por Springsteen junto con el guitarrista George Theiss, y es una especie de arrebata versión de los Beatles más desmelenados.
"You
can’t judge a book by looking at the cover" compuesta por Willie
Dixon, era una de las canciones favoritas del circuito del rhythm and blues
británico de los primeros años sesenta (The Animals, The Rolling Stones,
Yardbirds, Alexis Korner…). La versión de los Castiles es ortodoxa y enérgica.
"He’s
guilty (The Judge Song)". Pertenece al repertorio de Steel Mill, la
banda que luego daría lugar a la E Street Band, y en la que ya militaban tres de
sus miembros,Danny Federici,Vini López
y Steve Van Zandt. Grabada en 1970 es una pieza prototípica de la época, en la que se mezcla rock poderoso a lo Led Zeppelin con algo de psicodelia.
y Steve Van Zandt. Grabada en 1970 es una pieza prototípica de la época, en la que se mezcla rock poderoso a lo Led Zeppelin con algo de psicodelia.
"The
Balld Of Jesse James" es seguramente la pieza más valiosa del
lote. Se intuye ya, por fin, el camino por el que iba a adentrarse su autor a
partir de entonces. Un medio tiempo un tanto oscuro un poco a la manera de The
Band en una línea en la que abundaría en sus primeros discos.
«Henry
Boy»
fue grabada como maqueta, y posteriormente presentada para formar parte de su
primer álbum… sin embargo, no pasó el corte.
El
resto de selección del álbum está compuesta por temas tan emblemáticas como «Born to Run», "The River", «Badlands» o «4th of july, Asbury Park (Sandy)», pero en el que
cualquier aficionado echará inevitablemente en falta muchos otros títulos
igualmente trascendentes.
El gran atractivo, pues, de esta nueva recopilación reside esencialmente en las cinco canciones inéditas .
El gran atractivo, pues, de esta nueva recopilación reside esencialmente en las cinco canciones inéditas .
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