JE
T'AIME,MOI NON PLUS...
LA CENSURA EN LAS "PATATAS"
Mi primer punto de referencia del
ambiente musical a nivel discográfico fue, sin duda, la amistad con Víctor
Villegas, una persona carismática y muy
eficaz que trabajaba en el departamento de Promoción de Fonogram – Philips .
Tanto es así, que hoy el Auditorio y Centro de Congresos de la Región de Murcia
lleva su nombre Víctor Villegas, por haber dejado constancia de su buen quehacer profesional en la
dirección de este recinto , tras abandonar la compañía fonográfica.
Cada vez que viajaba a Madrid,lo primero que hacia era
desplazarme a la Avenida de América y allí, en el edificio de esta
compañía pasaba por lo menos, una mañana
entera yendo de departamento en departamento, conociendo las interioridades del mundo del disco en sus facetas de
producción, promoción y ventas. Mi gran aliada era "Pepa", la
eficiente secretaria de Víctor Villegas con la que prácticamente compartía "mesa" de
oficina a la espera de ser recibido por Víctor .Tengo que reconocer, y lo reconozco,
sin pudor, que era un autentico "pelmazo".Muchas veces pensé que, al traspasar
las puertas de recepción , el portero debía comunicar a los respectivos
departamentos mi presencia : ¡Esconderos que viene Nonito!.
Llegó un momento en que andaba por la planta baja de
Fonogram como por mí propia casa."Compartía" la audición de cintas
enviadas por los artistas y grupos en la sala de producto, opinaba sobre sus calidades
artísticas y sus cualidades comerciales y "vivía" el nacimiento de
proyectos de promoción. Me sentía "importante"….Una de mis
"debilidades" era el departamento de producto, donde se decidía la
edición de las muestras discográficas llegadas del extranjero. Algunas de las
piezas más queridas de mi discoteca provienen de los "descartes" que
se producían en esta sección. Discos fenomenales que, por falta de mercado, nunca llegaron a editarse
en España y que,"caían" en mi poder gracias a la insistencia y
"perseverancia" de mi presencia.
Recuerdo mi participación "activa" en la edición
de los dos primeros álbumes "revivals" del mercado español. Se
trataba de una selección de grupos y
solistas de los años 50 de la música norteamericana del sello
"Mercury".Toda una "gozada" que iba camino, y nunca mejor dicho, del baúl de los recuerdos
ya que en la dinámica del mercado, a comienzos de los 70, aún no se había hecho
"hueco" para el recuerdo. Expuse coloquialmente mi parecer al
respecto, aduciendo bajos costos de esta edición y la necesidad de fortalecer
el llamado "fondo de catálogo". Philips y Polydor lo tenían y muy
bueno. .Al parecer mi "defensa" del producto tuvo su efecto y esos
ejemplares se editaron.
También la comedura de coco a la que sometimos, tanto Xerardo
Rodriguez -- por aquél entonces trabajando en Radio Popular de Vigo -- como yo,
a los encargados de producto -- la " Pepa " nos ayudaba en la empresa
-- sobre la necesidad de editar la discografía del patriarca de la música celta
Alan Stivell . Una insistencia que cumplió su objetivo.
LOS JADEOS “SEXY - MENTALES”
Un buen día, al llegar a las oficinas de Fonogram, me
encuentro con una algarabía en los despachos de producto y promoción .Caras de sorpresa,
risas, comentarios...Aquello no era normal . Algo pasaba…!Y tanto! ..Le
pregunto a Victor Villegas el motivo de aquella alteración ambiental y, cogiéndome
por el brazo, me lleva a la sala de audición.
Una vez allí coloca un "single" en el giradiscos y
me lo hace es cuchar. La canción era agradable, con cadencias
"sexy-mentales" que acariciaban la pituitaria del morbo y ponía a cien
las elucubraciones sexuales con el
diálogo “ardoroso” entre una chica y
un chico... Jadeo viene, jadeo que se
va, más jadeos...todos los jadeos del
mundo. !Tremendo!.
Acabamos la audición y me pasa la portada al tiempo que me pregunta mi parecer. Mientras leo el título de la canción y el nombre de los intérpretes,
--Serge Gainsborough y Jane Birkin.- Je T'aime moi... non plus" --, doy
opinión sobre lo que acababa de escuchar:" Esto es la repera. Vais a vender
toneladas si pasara la censura…lo cuál veo bastante difícil”.
Me mira con sonrisa “socarrona” y dice..." Tampoco
nosotros teníamos esperanzas de que pudiera pasar la censura pero, ¡la pasó!... ¿Que
me dices?, respondo sorprendido, ¿estás de coña?...!Eso es imposible!
--exclamo--. Me coge del brazo y me dice…"Ven conmigo"...Me lleva a
su despacho y me enseña el permiso de edición y el visto bueno de la censura.! Increíble!..”Je T'aime...moi non plus" tenía las bendiciones de la
censura.
En los corros de la oficina se bromeaba con el
"despiste" del censor y se barajaban diversas hipótesis al respecto, desde
la posibilidad de que el "comisario moral" tuviera las pilas del
"sonotone" gastadas y confundiera los jadeos del "climax erótico"
con respiraciones asmáticas, hasta las más diversas situaciones --a cada cuál
más risible -- causantes de la "autorización".
Despu‚s de la celebración del despiste
"censor",alguien eliminó en seco las sonrisas y las bromas al
preguntar,¨¿Qué vamos hacer?.¨Editamos el disco?.¨¿No editamos el
disco?...Todos teníamos claro que una vez en el mercado se iba a organizar una
buena... ¨ Tú lo pondrías en tu programa de radio? -- me preguntan--."Si
está autorizado si, pero me temo que habrá muchas " protestas " por
parte de los oyentes más"
conservadores " y la dirección pueda ejercer la censura que no ejerció el
censor".
Todos los comentarios incidían en que, una vez en el
mercado, el disco iba a ser retirado de inmediato a pesar del
"permiso" oficial. Las dudas asaltaron a los responsables de la
edición del disco --quiénes, después de
mucho pensar, concibieron una estrategia para su lanzamiento. Se prensaría una
importante cantidad de copias y se "endiscarían" las tiendas sin
ninguna promoción para evitar que las "tijeras" de la censura
entraran al "paño".Así se hizo y cuando el disco se presentó a las
tiendas, estas compraron un buen número de copias que empezaron a vender como
"rosquillas" hasta que la canción salió de los conductos de
"promoción clandestina" para escucharse en algún programa de radio
como el que por aquel entonces tenía en Radio Juventud de A Coruña. Recuerdo que
el “dire” me llamó a su despacho para decirme que no emitiera esa canción…Le
dije que estaba autorizada por la censura a lo que me contesto cordialmente…con
una pregunta –a la gallega --… ¿No crees que esos jadeos son de mal gusto…?. Y
dejé de emitir la canción.
Como se esperaba, el revuelo fue apoteósico y la autoridad competente, el Ministerio de
Información y Turismo, se ordenó la
retirada del mismo de las tiendas y se prohibió su radiación .La mayoría de los
establecimientos que habían comprado importantes cantidades de este disco ,lo
pusieron bajo llave y cuando llegaron los inspectores, dejaron que
"secuestraran" cantidades mínimas pues tas en las estanterías como
"cebo".El resto, lo fueron vendiendo de "estrángulis" a
precios muy por encima del "oficial".Fue todo un número uno en el
mercado negro.
MARCHAS MILITARES COMO “PENITENCIA”
Las reacciones oficiales no se hicieron esperar y la compañía
de discos que, en ningún momento había incumplido la ley, se vio acosada por
quiénes, habiendo dado luz verde al disco, querían "lavar" responsabilidades.
Incluso las instancias mas altas del país entraron en juego para implantar el
orden moral. La compañía discográfica tuvo que retirar oficialmente el disco
del mercado, pedir "perdón" y dar mil disculpas por el "error
cometido",para devolver la "honorabilidad" a los censores, y
cerrar el caso con la edición de una "Antología de Marchas Militares"
– por cierto estupenda --como "penitencia" por el grave pecado
"cometido".
No hay comentarios:
Publicar un comentario