"TRIQUI, TRIQUI"... EN LA CORUÑA
"LA NUIT".
Era uno de los "Hijos de Afrodita". Junto al
hoy vitoreado Vangelis, el voluminoso cantante Demis Roussos, nacido en
AlejandrÍa con árbol genealógico
enraizado en Grecia, habían conseguido in cluir el nombre del grupo " Afrodite Childs" en
las listas europeas de éxitos de los
años 70. Má s tarde, ya en solitario, sus canciones con brisas mediterráneas, sus kilos y
su peculiar estilo de canto, convirtieron a Demis Roussos en el,
corpulento y aparatoso " Rey del Triqui, Triqui".
Un buen dia Alejandro Figueroa, propietario de la sala
"Nova Olimpia" de Vigo, me cuenta su intención de traer a Galicia
una serie de figuras internacionales. Actuarían en el Pabellón de Deportes de
La Coruña y en " Nova Olimpia " de Vigo siendo Demis Roussos, el
encargado de abrir esta programación estelar que continuaría con un concierto
de Tom Jones. Aplaudo la idea y ofrezco mi colaboración.
Unos días antes de la fecha del concierto, el
departamento de promoción de la compañía discográfica Philips-Polygram
contacta conmigo para programar la corta estancia de Demis Roussos en
la ciudad,en función de las exigencias del artista que, como figura
estelar
que era, resultaban de lo más llamativo. Demis Roussos
viajaba desde Madrid en una lujosa "limousine" y, se
hospedar¡a en el Hotel Atlántico junto a sus músicos. "Exigía" un abundantisimo
"buffet" para mantener en forma sus 150 kilos de peso y un recorrido
turístico nocturno en compañia de tres chicas. Si no había
recorrido, se conformaba con las tres chicas para pasar la noche en
buena compañia.
Jose Ramón, que así se llamaba el responsable de
promoción de la compañia convertido en " road-manager ", me ruega
encarecidamente que haga lo posible para satisfacer las exigencias del
"pantagrulico" cantante para que no haya ningún problema.
Asumo la organiza
ción del gigantesco "buffet" pero muestro mis
dudas sobre la posibilidad de encontrar compañía femenina por
triplicado...lo iba a intentar pero, no garantizaba nada.
A la hora fijada, paso por él hotel para dar la
bienvenida al cantante que, después de ser presentado por Jose Ramónn como el
"anfitrión" de su estancia en La Coruña, me suelta con
pícara simpatía en un chapurreado "francés-castellano":
"Bién, bién...¨ ¿Que tal de chicas por aquí?. Trato de explicarle que La
Coruña es una ciudad de provincias y que el "ambiente" de la noche
no es como el de Barcelona o Madrid. Intento, con diplomacia, poner las cosas
"difíciles" para que reconsiderara el capítulo nocturno
pero, parece no hacerme caso. Nos despedimos hasta después de la actuación y
camino de la salida José Ramón insiste en la compañia
femenina, contandome la fiesta que se había montado dos dias antes en
Madrid el bueno de Demis Roussos. "Madrid es Madrid!", respondo,
"olvídate de fiestas". Todo lo más, podémos llevarlo a un cabaret y
allí, que se lo monte como pueda. No hay otro plan". No parece agradarle
mucho la idea al "road-manager" que, al igual que yo, confíaa en que
después de la actuación, Demis Roussos esté‚ cansado, y quiera retirarse al
hotel.
Durante el concierto le comento al promotor Alejandro
Figueroa, las "claúsulas" del contrato de Demis Roussos para que las
tuviera en cuenta el día siguiente en la actuación de Vigo.
Bromeamos con ellas y, por su parte, no vio‚ mayor problema para
cumplirlas teniendo en cuenta que la actuación ser¡a en una discoteca y
sería más fácil encontrar "groupies" para hacer compañía a Demis
Roussos.
no vayamos a tiro fijo, no hay nada que rascar".
"Vámos a ver que pasa!, responde.
Sale Demis Roussos, entramos en la tremenda
"limousine", y el chófer pregunta: ¨A dónde?. Demis y Jose Ramón miran hacia
mí y, contesto, " Al Carballeira!" -- un local nocturno
que, por entoncés tenia fama de tener "buena re-putación"--. De
perdidos al río!
.Llegamos a la plaza de María Pita y la
"limousine", se "atasca"...,y que no entra por los arcos de la calle de la Florida. Después de maniobrar cerca de 20 minutos y destrozar el costado del coche
contra las columnas de acceso, nos plantamos a la puerta del establecimiento, con la "limousine" ocupando todo el ancho de la estrecha calle...Me apeo, y hago una avanzadilla para observar el
terreno. ¡Vaya mogollón!. Chicas había
cantidad, pero, el ambiente no me parecía el más adecuado para una
"estrella" de la canción. Vuelvo al coche‚ y digo lo que hay. Demis Roussos no se lo
piensa dos veces y se incorpora del asiento para salir del coche.
La entrada es triunfal. El orondo y redondo Demis
Roussos, con gran sombrero y tremenda túnica, se planta en la puerta del
"Carballeira" atrayendo la mirada de todo el personal, mayoritariamente femenino, que empieza a alborotarse, sacando parecidos. Nos sentamos y
las "damas de la noche" ponen cerco a la mesa..."¡Como
se parece a Demiss Roussos!", dice una, mientras el cantante luce una
sonrisa de complacencia de oreja a oreja. Nos sentamos en un rincón del local, para pasar desapercibidos. mientras que el uniformado chofer
de la "limousine", se levanta y encamina sus pasos hacia la barra para
pedir las consumiciones.
Mientras espera, atiende las preguntas que le hacen las sorprendiadas parroquianas, y acaba confirmando la identidad
del cantante ... ¡Menuda algarabía se
montó!.... De repente, todas las chicas del local se acercaron a la mesa para
pedir "autógrafos","consumiciones" y ofertar amplios "servicios" al
cantante. Jose Ramón se asusta por el caríz que
tomaan los acontecimientos y
quiere sacar a Demis Roussos del local con el pretexto de que, al dia
siguiente, debian de madrugar para viajar a Vigo.No logra convencerlo. Demis
estaba
como un "pachá " rodeado de chicas y disfrutando
del ambiente.
Cuando llega la hora del cierre, Demis Roussos -- de ideas fijas --pregunta
donde se podía seguir la fiesta en compañia de tres de las chicas que habia seleccionado. Al decirle que era muy tarde, y que
practicamente todo estaba cerrado, frunce el ce¤o y comunica su decisión de
marcharse al hotel acompañado por su séquito femenino al que invita a tomar
unas copas en la habitación. Al final se había salido con la suya y, con la
misión cumplida por mi parte, me despido de él, pido un taxi y camino de casa llevó al "road manager" hasta el hotel, cuya dirección había indicado previamente al chófer.
Al despedirnos, en la recepción comprobamos como en recepción se había montando un "alboroto", con el chofer, las tres chicas y Demis Roussos discutiendo con el
recepcionista. Nos acercamos..."¨Que pasa ?", preguntamos...¡No dejan subir a las chicas a la habitación!, responde el chófer ...mientras Demis ponía cara de incredulidad ante la negativa de que el servicio de habitaciones no le sirviera unas copas...Impertérrito el "portero de noche",
apoyaba la prohibición aludiendo a la falta de servicio
de habitaciones a esas horas..."Si quieren pueden bajar a la
Discoteca " As Gabeiras" que aún está abierta" .
Subimos todos a recepción, con una "estrategia"que
posibilitara el acceso de las chicas a la habitación. Formamos un
grupo en las proximidades de los ascensores para esconder a las
acompañantes de las miradas del
recepcionista mientras el "road manager" pedía
las llaves de toda la expedición. Ocupado recogiendo las llaves de los casilleros, las tres
tres chicas y Demis desaparecieran en uno de los
ascensores arropados por la logística de camuflaje que desarrollamos el
resto del grupo. Los músicos fueron subiendo mientras Jose‚ Ramón y yo, nos
quedamos en recepción cubriendo la retaguardia.
Nos despedimos,...con la la consigna de "misión cumplida, regresamos a la base".
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