A principios de 1980 daba la bienvenida al nuevo
formato CD, aunque nunca deje de escuchar mis vinilos. que me proporcionaban
sensaciones y satisfacciones más
placenteras por la profundidad de su sonido analógico y la visión de sus portadas
que en muchos casos eran auténticas obras de arte.
Quién más quién menos
asistimos al "entierro del vinilo" con pena. Por entonces escribí un artículo titulado
"El Vinilo muere, pero no se rinde…" .
Y no se rindió, refugiándose en
las cabinas de los DJ´s..
Era ley de "vida tecnológica". "Unos
nacen y otros morirán" cantaba Julio Iglesias.
Pero resulta que el vinilo
no había muerto, solo había entrado en un "trance" impulsado por las
condiciones tecnológicas imperantes y la
normativa de negocio de las grandes compañías.
Pasaron los años y el vinilo se
fue desperezando de su letargo poco a poco, volviendo a la vida. Eso sí, sin
mucho "ruido" -- solo los "scracht" discotequeros -- . Y
cosas de la "life", en la actualidad estamos asistiendo a la recta
final del CD , que en su día fue la "repera", y que a causa de
internet y los soportes inmateriales , está dando las boqueadas.
Porque el
streaming, la nueva mina de oro que ha encontrado la industria musical global, ha
arrinconado, tal vez para siempre a los ya "antiquísimos" cedés; esos
redondeles plateados con aspecto de posavasos de gran tamaño. . Pero lo
"curioso" del caso es que no
ha conseguido terminar con los vinilos .Es más, La cotización de este "viejo
formato" sube día tras día.
Hoy no hay una gran banda que se precie en el
mundo que no coloque en el mercado sus nuevos trabajos en esas rodajas de
plástico negro de belleza singular.
Esos oscuros objetos del deseo que sólo
entregan sus tesoros auditivos cuando sienten sobre su superficie la presión
desgarradora de una aguja de diamante.
En pleno siglo XXI, los melómanos
parecen haber redescubierto la belleza sonora de los "cachivaches"
analógicos.
Tanto es así que, en 2017 el negocio mundial del
vinilo alcanzó un volumen de 1.000 millones de dólares, según las estimaciones
de la consultora Deloitte.
Y en vista de las reediciones en vinilo , aparte de
las novedades, de lo más glorioso del pop mundial, a las que continuamente
estamos asistiendo, auguran un renacer de esas "tortas", llenas de
surcos, con "agujero" en el medio
.De ahí que los " vinilo adictos", como servidor, "saquemos pecho"
.De ahí que los " vinilo adictos", como servidor, "saquemos pecho"
.' Hasta cuándo?...pues
no te sé...
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