DATOS PARA LA HISTORIA, RECUPERADOS DEL DISCO DURO DE LA MEMORIA
Unas veces porque me apetece
y otras por qué me “empujan” las
circunstancias me doy unos garbeos por tiempos remotos, pasados, que me dejan
el cutis como el “culo de un bebé”, sin las arrugas que surcan y endurecen la
expresión de un “setentón” como un servidor. Hay quién recurre a la cirugía estética para adornar el
careto y otros preferimos inyectarnos los recuerdos que rejuvenecen
interiormente,aunque sea por poco tiempos. Este es el caso…
Resulta que un amigo del
Facebook , Pablo Morán me menciona en un artículo en el que hace referencia a
1975:
Difícil época o 75, vivindo aínda baixo o
autoritarismo dunha dictadura putrefacta. Pero había o underground, que era
onde respirábamos para non asfixiar do noxo cultural imposto. Había canles de
comunicación verbal, había algúns programas de radio e televisión, e empezaban
a chegar revistas como Vibraciones, Popular 1, Ozono, Ajoblanco ou Disco
Express, que facían malabarismos para poder falar de outras músicas, de outra
forma de vivir o espectáculo, a cultura, o que daquela empezaron a chamar o
"rollo"…
Pablo habla de su hermano Cesar: .
César iba acreditado como corresponsal de La Voz de
Galicia . Fora a Burgos con Daniel Val, que anos despóis sería o noso
baixista en Agra, e con Myriam Peón, que realizóu fotos de aquel gran festival.
Fixeran unha reportaxe, con fotos incluídas, que publicóu o xornal coruñés. Seguramente Nonito
Pereira Revuelta recorda algo máis disto, xa que fora él quen tramitara a
acreditación periodística. Mesmo trouxeran gravacións das entrevistas
realizadas por eles coa maioría dos músicos, ainda que non sei se nestes
momentos estarán accesíbeis.
¡ Allá
voy!...situándome en aquella época
aunque no logró enfocar el hecho puntual de la acreditación de Cesar
para el Festival de Burgos celebrado en 1975, aunque si el lo dice será verdad
porque por aquella yo andaba en La Voz de Galicia enredado con la música. Pero
si me acuerdo de aquella época difícil, como escribe Pablo y de la “revolución
musical” que cambiaría el panorama musical español. Era el año en que Paco de
Lucia estaba “Entre dos Aguas” compartiendo las listas de éxitos españolas con
otro guitarrista fenomenal como Manolo Sanlucar, Sergio y Estíbaliz, Cecilia,
Barrabas, José Luis Perales, Juan Carlos Calderón, Camilo Sesto, Georgia Dann,
Mocedades, Lolita, La charanga del tio Honorio y Desmadre 75,, con “Saca el
whisky Cheli”.
Artistas nacionales que compartían
liderato con otros trabajos de artistas internacionales como los incluidos en
la BSO de Jesuscristo Superstar, Billy Swan, Barry White, George Baker
Selection, Morris Albert y Eagles. Era también la época de la consagración de los cantautores como Lluis Llach, Joan
Manuel Serrat, Paco Ibañez, Hilario Camacho, Pablo Guerrero y Luis Eduardo
Aute, entre otros…y también empezaron a
sonar las primeras grabaciones del “sonido discoteca”.
Se iniciaba la transición política española después de la
muerte de Franco y empezaban a llegar, esta vez desde las zonas marginales de
las grandes ciudades una nueva oleada del rock español con grupos como Burning
o Volumen con ganas de llamar la atención con sus conciertos en garitos, ante
la pasividad de las compañías multinacionales que “pasaban” de ellos.
Un programa de radio,
“Musicolandia”, de Mariscal Romero y un sello alternativo discográfico, “Gong”,
de Gonzalo García Pelayo, fijaron su
atención en estos grupos y abrieron las
primeras ventanas, que no puertas a estos músicos que protagonizaron la
“revolución musical” de 1975.
LLEGA LA “INVASIÓN DE LA
COCHAMBRE”
El mencionado ”Festival de
Burgos” fue quién abrió la puerta para que el público fijara su atención en
este fenómeno musical. El sábado 5 de julio de 1975, el periódico “La Voz de
Castilla”, por entonces diario del Movimiento de Burgos” con motivo de la
celebración de dicho festival, publicaba en primera página y a toda página : “ La invasión de la cochambre. A Burgos
le ha cambiado la cara. Ahora tiene legañas”…¡Toma titular!...El “cabreo”
periodístico, estaba motivado por la indignación que acarreaba la celebración de
dicho festival colectivo en el que se reunían grupos que vivían en la “miseria”
discográfica y que se valían de estas reuniones para darse a conocer. Festivales
que los jóvenes acogían con agrado mientras que los adultos los repudiaba. Nada
nuevo ya que desde sus inicios el rock siempre concito estos enfrentamientos.
Al agresivo titular le salió
“el tiro por la culata” ya que fijo la atención de la gente y de los
especialistas musicales sobre este tipo de festivales que empezaban a asomar la
cabeza en las grandes ciudades, sobre
todo en Madrid en barrios como Vallecas, Usera o la Elipa, ya que el rock
barcelonés iba por otros caminos..
¡VIVA EL ROLLO!
El “rock cochambroso” estaba
servido condimentado por nuevas inquietudes y servido en establecimientos que
no figuraban en la guía musical de las grandes compañías discográficas. La “cochambre”
estaba servida aunque las dificultades permanecían por falta de estudios de
grabación asequbles y con los circuitos de promoción condicionados por la
multinacionales.
Fue mi amigo Mariscal Romero
el que al grito de ¡Viva el rollo!, recogió discográficamente las primeras
canciones de grupos como Indiana, Burning, Volumen y Moon y puso en marcha el legendario sello "Chapa". A partir de ahí
empezaron a desquebrajarse las estructuras de la industria que tiempo después
propiciarían la creación de los sellos “independientes”
Estos son mis recuerdos, y
de quiénes vivieron en aquella época, que pueden servir para que las
generaciones de hoy ojeen y conozcan una
parte de la “historia” de la música española.
Y escrito eso,misión cumplida y regreso a la base ... a la actualidad...
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