BARCELONA 21 DE ABRIL DE
1981
PALACIO DE DEPORTES DE MONJUICH
Repasando el amplio listado
de conciertos que uno tuvo la suerte de presenciar a lo largo de mis más de 40
años de contactos con la música, hay uno que aún hoy saboreo cuando pincho el
vinilo de Bruce Springsteen “The River” rememorando el “golpe de entusiasmo”
que me produjo escucharlo en directo durante el primer concierto que dio el
boss en España. el 21 de abril de 1981 en el Palacio de los Deportes de Montjuïc.
Allí estuve, y lo tengo mitificado, junto a colegas de la prensa, radio y Tv española, invitado por la multinacional discográfica
CBS. Habría alrededor de 6000 personas y
bastantes huecos en las gradas hacia donde nos dirigimos para contemplar y
escuchar el concierto de quién se
anunciaba promocionalmente como el “nuevo Bob Dylan” en sus primeras
grabaciones .
En
los minutos previos a la salida del boss, por los altavoces sonaba un surtido
de soul y rhytm and blues que calentaba el ánimo. Música norteamericana que se
alzaba como documento de identidad de lo que posteriormente íbamos a escuchar,
en unos momentos musicales en los que el pop británico vivía un espléndido
momento y “solapaba” en las listas a la de U.S.A.Springsteen se plantó en el
escenario con una estética de largas patillas, amago de tupé y chupa tejana
acompañado por la E Street Band y con un buen sonido me aplastó literalmente en
el asiento. Tanto es así que durante la primera parte – por su larga duración
tenía un descanso –ni me levante para ir al ambigú a por más provisiones
cerveceras y eso que ya había acabado el líquido elemento. Si lo hice en el
descanso y compartiendo comentarios con la expedición, a que también se había
apuntado Ramoncín, todos coincidíamos en
las adjetivaciones superlativas de lo que habíamos escuchado, mientras en el
ambiente sonada a toda tralla canciones de Aretha Franklin y otros monstruos
del soul.
Volvimos
a la grada y ya no me volví a levantar…No sacaba mis ojos del escenario y la música
que dejaba pegado al asiento, algo raro en mi porque en los conciertos suelo
ser bastante “saltinbanqui”. Literalmente me quedé “pasmao” con lo que veía y escuchaba –no había barreras de
seguridad y Bruce invitaba a las fans a subirse al escenario (algo inédito por
entonces en un concierto multitudinario de rock) -. . Al finalizar, ya en el autobús camino del
hotel, mi amigo Rafa Revert mandamás por entonces de Los 40 Principales—me daba
su impresión sobre el concierto y coincidíamos…¡Impresionante!.
LLEGA
NEBRASKA Y ME COMPRO LA "MÁQUINA" SONY TC-788-4
Entregado
en cuerpo y alma al boss, aparece al año siguiente el que será su sexto álbum
de estudio,”Nebraska”, tomando por sorpresa al público y a la misma compañía
discográfica ya que Springsteen lo había grabado en su rancho con una grabadora
de cuatro pistas. Los demos contenían exclusivamente guitarras acústicas, una
guitarra eléctrica en el caso de "Open All Night", harmónica y la voz
de Springsteen. Posteriormente, Springsteen grabaría el álbum en un estudio
junto a la E Street Band. Aun así, tanto Bruce como los
ingenieros de sonido que estaban trabajando con él observaron que la esencia de
la música folk
se conservaba mejor en los “demos”grabados
en su hogar que en las canciones orquestadas con la banda, por lo que acabarían
publicando las versiones iniciales de las distintas canciones.
En
lugar de las tradicionales y vigorosas entradas del saxo de Clarence Clemons y
de la potente sección rítmica de la E Street Band, 'Nebraska' mostraba a Bruce
en solitario, acompañado sólo por una guitarra y una armónica. Las melancólicas
canciones de 'Nebraska' siguen las huellas de la música country y folk de Woody
Guthrie y Hank Williams. La rígida simplicidad de la nueva propuesta musical de
Springsteen le costó sin duda un gran número de fans,. Hasta hoy 'Nebraska'
sigue siendo uno de los álbumes de mayor ruptura jamás publicados por una gran
estrella del rock, junto a 'John Wesley Harding' de Bob Dylan (1968) y 'Plástic
Ono Band' de John Lennon (1970). Grabado con una simple rnesa de cuatro pistas
colocada en el salón de su casa, 'Nebraska' dio a Springsteen la oportunidad de
reexaminar con gran madurez sus raíces y creencias artísticas. Este álbum cerró
una época para Springsteen. .
Tanto me impacto el disco y como había sido grabado que al final me compré el “aparato” de cuatro pistas, un Sony TC-788-4, que el boss había utilizado para la grabación de las “demos” y que conservo como oro en paño, sacándole brillo de vez en cuando, aunque las “cabezas” ya están un poco “tocadas”.
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