domingo, 28 de enero de 2018

VUELVE JOAQUIN SABINA ¡Y VAN TRES "NEGACIONES" EN CONCIERTO..



El "flaco de Úbeda" , está que se sale...Después de "negarlo todo" por España adelante durante 2017 -- en Coruña lo hizo en dos conciertos en el Coliseo, los días 22 y 23 de julio, con entradas agotadas -- y cruzar el "charco", sigue "negándolo todo" , menos el éxito de su  último disco -- el más vendido en España -- y la gira del mismo nombre que entra en el sprint final en su etapa de despedida. 

Y como no hay, dicen, dos sin tres, Sabina anuncia concierto de despedida, el 21 de abril, en el Coliseo de A Coruña. Ciudad que para él tiene un "encanto especial".



Sabina cogió aire tras su larga gira del 2017  que inició en mayo en México el 14 de mayo, dando 55 conciertos por España, Europa y Latinoamérica donde más de 350.000 personas lo han negado todo hasta la fecha. La gira remató por Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Argentina, con un tremendo éxito arrasando con la venta de entradas. Un éxito que  ha "forzado" -- es un decir -- al "poeta de los escenarios" a prolongarla durante 2018 con 25 conciertos más con final el 16 de junio en Madrid.

 No me extraña que Sabina haya elegido nuevamente A Coruña, ciudad donde siempre ha tenido una gran acogida desde su primer concierto en el verano de 1986, en el Palacio de los Deportes con "Viceversa". El éxito de sus conciertos posteriores y la cariñosa acogida del público que a ellos asistió, me había dado pié para un titular, publicado en El Ideal Gallego en julio de 1990:

“Vuelve Joaquín Sabina y yo, lo propondría, además de coruñés de adopción, como pregonero para las fiestas del próximo año”.


 Joaquín va camino de la "leyenda", aunque "lo niegue". Cuenta Benjamin Prado, poeta que participó en la gestación literaria del disco "Lo niego todo"  con las aportaciones musicales de Leyva, que Sabina quería hacer una canción contra su propio mito, de "golferas y bohemio ":

 "Ya sabes, se trata de cambiar la leyenda del calavera, el juglar del asfalto y el profeta del vicio, como me llamaron en un periódico de Chile, por la imagen de un tipo que llora con las películas de sobremesa... una canción contra su propio mito, aparecer en ella como alguien que si nunca fue del todo la persona de la que hablan cuando se refieren a él, a estas alturas tiene muy poco que ver con ella". 

Y le salió el "tiro por la culata" porque, lo que algún comentarista, por aquello de que había que  "negarlo todo", "tacho" de "anécdota e insípido" que "quiere alimentar una mitomanía absurda que desnuca de aburrimiento", resultó ser el disco más vendido en España en 2017 y decenas de miles de personas le rindieron reverencia en sus conciertos.


Sabina es desde hace tiempo un cantautor de culto. Su éxito inter generacional está asentado en su autenticidad, su franqueza, la versatilidad musical de sus temas, su imagen de rebelde con causa justa, y, en especial, la hondura y mordacidad de sus palabras. 


Su "poemario" nace con esencias en la línea existencial de Leonard Cohen, sin olvidar su forma de expresarlas con voz "candorosa"... Sus detractores, que los tiene,  lo acusan de que tiene “mala voz”, "voz de lija o estropajo",  de que “ronca en lugar de cantar”. 

Bueno, pero da la casualidad que esa voz "conquista", más allá de las vibraciones de sus cuerdas vocales. Y lo hace convirtiéndose en la voz de los casos perdidos, de los amores imposibles, de las voces confusas de los bares de copas, las voces de las "princesas", y de los que quieren vivir 100 años… Su voz, es la del juglar de los callejones más oscuros, la del alquimista de los secretos de alcoba… 

Su voz es la voz del "gran" Sabina. 

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