Ya están en la puerta las
"vacaciones" de Semana Santa . Aunque en esta época miles de
feligreses asisten a diferentes actividades religiosas, el "espíritu"
de devoción de la Semana Santa ha dado paso a un mayor "aliento" lúdico.
REBOBINANDO RECUERDOS...
Sin entrar en disquisiciones
sobre este hecho, siempre que llegan estas fechas señaladas, se avivan mis
recuerdos radiofónicos, tanto como oyente, como profesional de la radio. Llegaba
la Semana Santa, el ayuno y la abstinencia, y con ella las procesiones y en las
emisoras la llamada música ligera desaparecía de la programación y daba paso a
la música clásica o sacra. En la cartelera de los cines aparecían películas de
índole histórica con argumento centrado en la religión y las salas de fiestas
cerraban por "vacaciones". Eran tiempos de recogimiento que, en los
más jóvenes, llevaba al "aburrimiento" hasta la llegada del Sábado de
Gloria, en el que se solían realizar los estrenos de las "mejores"
películas y las actividades laicas volvían a "resucitar".
Hoy en las emisoras de radio,
en las carteleras de los cines y en las discotecas no existe por lo general,
con las excepciones pertinentes que mantienen el espíritu religioso que
corresponde a la esencia de estas fechas señaladas como "santas", cambios
de programación que reseñen la entidad
religiosa de la Semana Santa, aunque cientos de miles de creyentes siguen
fieles a su tradición que, en muchos casos, como las procesiones, se han
convertido en un escaparate turístico.
ÉRASE UNA VEZ
Llevado por mi afición a la
música, en programas de radio que presentaba, en lugar de seguir la norma
musical, empecé a introducir "cantos espirituales" negros que daban
una "pincelada" de color a la programación. Incluso, recuerdo, tuve
la "osadía" de poner en antena una serie de programas en los que
intentaba explicar las diferentes variantes de estos cantos religiosos, bien
por su melodía : Cantos religiosos de "vaivén" o "call And
response", denominados "ring - shout" - Cantos religiosos con la
melodía corta y rítmica, godpel song" y "jubilees" y los Cantos
religiosos con la melodía larga y sostenida, a los que se le conocen como
"espirituales".
Para dar a estos programas un
mayor contenido musical, dentro del ámbito religioso, aportaba fechas del
nacimiento de los mismos --aproximadamente 1800 -- con la llegada del
"Gran Despertar", conocido con este nombre el gran movimiento
religioso del pueblo de los Estados Unidos, cuando los cantos religiosos,
adquirieron verdadera conciencia en un fervoroso revivir de la música y
costumbres del pueblo y para el pueblo norteamericano. Y a mayores aportaba una
clasificación efectuada teniendo en cuenta los cambios surgidos en el estado de ánimo: Cantos jubilosos y
entusiásticos: jubilees y Cantos reverenciales y profundos: espirituales.
Estos programas radiofónicos habían encajado bien en la audiencia entre la música
clásica y los cantos gregorianos, que por entonces, no tenían la transcendencia
"mundana" que adquirían a comienzos de los años 90 del siglo pasado
cuando el canto gregoriano se consolida como uno de los fenómenos de mayor
aceptación en el mundo de la música, creando tendencia y saltando de los apartados
de música clásica a las listas del "pop" mundial.
EL "GRAN DESPERTAR DE LOS
CANTOS GREGORIANOS "
Y cuando nadie lo esperaba,
llegó fuera del contexto musical religoso de Semana Santa, el "boom",
el "Gran Despertar" mediático de los cantos gregorianos que salieron
de los claustros de la música clásica para convertirse en asiduos de los
"hit - parade", listas de éxitos, más importantes del mundo musical.
¿Cómo llegó a estos lares el
canto gregoriano?. Los analistas culturales y los cazadores de tendencias no
llegaron a ponerse de acuerdo sobre las razones de este "milagro
musical". Aunque lego en la materia
percibo que el éxito mundial del disco MCMXC A.D. de Enigma y especialmente al corte Sadeness
Part I, donde el músico Michael Cretu -quien, por cierto, grabó
este disco en su estudio en España- se atrevía a mezclar ritmos y sonidos
contemporáneos con un melodías gregorianas.
En
1993 ocurrió un fenómeno musical milagroso: los monjes de Santo Domingo de
Silos, el célebre monasterio benedictino de la provincia de Burgod se
convertían en el número uno de
superventas en Estados Unidos. En
realidad no fueron los monjes los que lo promovieron este fenómeno sino que la
casa discográfica decidió pasar a CD discos ya editados en vinilo .Tras la
publicidad pertinente se realizó una tirada de 40.000 ejemplares, pero se
acabaron vendiendo varios millones de ejemplares. La gente empezó a comprar los
CD y alcanzaron las primeras cifras de venta en España. Todo el mundo empezó a
hablar de que los monjes de Silos habían vencido a las grandes estrellas de la
canción. Esto atravesó fronteras y también comenzaron las ventas en Francia,
Alemania, EE UU, Japón...Puede que se llegara a los siete millones de
ejemplares vendidos.
Steve Murphy, presidente de la división clásica de la firma
EMI que ha lanzado el disco, fue el primer sorprendido por la acogida al canto de Silos:
"Jóvenes, adultos y mayores están buscando momentos de tranquilidad
espiritual y contemplación con esta música. Los cantos influyen en el estado
emocional y tienen un efecto tremendamente poderoso", dijo Murphy para
explicar el éxito.
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