Como
ya son "pocos" los problemas políticos y sociales a debatir e intentar solucionar en el
Congreso de los Diputados, ahora la elección del representante español para
Eurovisión, se ha convertido en un "problema de estado" para que RTVE
aclare el "embrollo" de la final, en el que hubo de todo, incluido el
"pasional" comportamiento de los "seguidores ultras" de
algún participante frustrados por la derrota, a los que el ganador dedico un
"diplomático corte de mangas" en directo en devolución a los "piropos"
recibidos.
Como siempre suele suceder, el "jurado profesional" es el
objetivo y más cuando los votos del público discrepan de su valoración. Entonces,
suele montarse la marimorena.
Y lo escribe un habitual componente en decenas de
jurados profesionales -- uno de ellos el de Eurovisión en la elección de José
Velez -- que tuvo que salir escoltado por la Guardia Civil en una ocasión o
esquivar los palos de una pancarta de las fans decepcionadas con las votaciones
en otra.
Cuando uno admite ser jurado debe tener muy claro que su valoración únicamente
será "aplaudida" por los seguidores de quién gana y vituperado por el
resto de los "hinchas" de los concursantes desbancados. Cuando se
"enfrentan" los votos del jurado y del público, casi nunca coinciden
y de ahí llega el "negocio" de las llamadas telefónicas que colapsan
las líneas para votar por el suyo -- el festival de Eurovisión es un claro
ejemplo --.
Si hay empate como este caso entre Mirela y Manel Carrasco, y es la
votación del jurado la que prevalece,...suena el "tongo habemus" .
Siempre se
dijo que hay que saber perder, pero cuando se está a punto de ganar, toca
arrebato...¡Están comprados! y por ahí van los "tiros" que han
llegado hasta el Congreso de los Diputados para que se aclare la polémica
surgida en el programa, que ya venía caldeada por presentar una canción en
inglés para representar a España.
En el punto de mira de la batería de
preguntas a responder en la Cámara están los componentes del jurado que no votaron a Mirela
y dieron el triunfo a Manel --a los que votaron a Chikilicuatre recibieron
risas por el cachondeo --. Cierto que algún jurado en la explicación de su voto,
y anteriormente mostró una predilección previa que no debía -- , «Ojalá sea Manel Navarro quien nos represente» --, y que levantó
indignación en las huestes contrarias hasta el punto de no descartar emprender
acciones legales.
Comprenderán porque no digo quién me gusto más de los dos. Primero
porque mi voto no cambiaría nada y segundo porque no me apetece que me "acosen"
en las redes sociales.
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