"UN PASO ATRÁS EN EL
TIEMPO": 13 DE NOVIEMBRE DE 1981 EN A CORUÑA
Aunque
" adoptados" por los Riazor Blues , Los Suaves son de
Ourense , la llamada "tierra de las mil gaitas", que ellos no tocan
-- al menos en público --. Allí, en la ciudad de las Burgas, nacieron como
grupo, aún sin nombre, entre los años 1978 - 79 cuando Yosi cantaba guitarra en
ristre, junto a su hermano Charly que tocaba la guitarra, Angel el bajo y a la
batería un desconocido , versionando temas de grupos como Sex Pistols, Jimy
Hendrix o Neil Young en un pub a donde solían ir a tomar copas.
Pero, fue
en A Coruña donde, esta banda de rock hoy aclamada y reverenciada por las
huestes rockeras españolas, celebró ya como Los Suaves, su bautizo musical, y
lo hizo con unos padrinos de postín: ni más, ni menos que Los Ramones.
LOS
RAMONES, DE REBOTE
Recordaba
con Lluis Rovira, ejecutivo de "Gamerco" -- en su día "Gay&Company"
-- la empresa organizadora de buena parte de los conciertos internacionales que
llegan a España, como se había gestado la actuación de Los Ramones en el
Pabellón de Los Deportes de A Coruña. Un concierto que se celebro de rebote y
gracias a que no había apenas ciudades interesadas en contratar la gira de esta
banda de punk americana. Lo que hay que oír. Pero, así se escribe la historia.
A
falta de lugares donde “colocar” a Los Ramones, la organización de Gay Mercader
se lía la manta a la cabeza y se hace empresa para traer a Coruña un concierto
no apetecido por otras ciudades. Rovira habla conmigo y negocia la posibilidad
de que La Radio Feliz se embarcara en la aventura como
soporte promocional de la misma, en vista de los buenos resultados obtenidos en
la colaboración anterior con el concierto de Uriah
Heep celebrado en la ciudad.
Antes
de darle una respuesta, reúno a los especialistas musicales que forman el
equipo de la FM - 88 para saber su parecer al respecto. La decisión de
colaborar es unánime y se acepta la propuesta. Al poco tiempo se pone en
contacto conmigo Caramés, persona conocida en el ambiente musical de Ourense,
que se presenta como productor del concierto de Los Ramones en A Coruña.
BUSCANDO
TELONEROS
Contrasto
telefónicamente con Rovira la identidad del enviado y nos ponemos a trabajar en
la promoción del concierto que, una vez anunciado, mueve los engranajes
musicales de la ciudad levantando una expectación hasta la fecha no vista por
estos lares. Cuando Caramés trae las entradas para vender de forma anticipada,
me da la noticia de que como teloneros actuarían unos "tal " Suaves,
un grupo de heavy rock de Ourense que estaba dando sus
primeros pasos en pequeños locales ourensanos.
Bromeo
con Caramés sobre el nombre y el estilo de música que hacia la banda:
"Deben de dar caña a mazo...". Y me cuenta su historia y como
fueron elegidos para telonear a Ramones: " Estaba pasando unos días en
Ourense Jordi Tardá de "Gay & Company" y unos amigos de Los
Suaves lo llevaron a una de las actuaciones del grupo y los fichó como
teloneros". . Fue tan buena la impresión que Jordi, que por entonces
estaba organizando la gira de conciertos de Los Ramones, les propuso que
actuaran como teloneros en A Coruña avisándoles que estuvieran dispuestos
a todo en el escenario.
Los
Suaves aceptaron dicho honor a pesar de que Jordi les advirtió del peligro que
corrían al ser teloneros de este grupo, toda vez que a los anteriores teloneros
de la gira europea les habían tirado de todo. "Son muy buenos, verás como
te gustan Nonito " añadió Caramés. La verdad es que, dado el poco
caso que se les solía hacer a los teloneros por parte del público, la elección
de los mismos no solía tener mucha incidencia en la taquilla, por lo que
tampoco le di más vueltas a la elección ya que, quienes en realidad vendían
eran los Ramones.
EL
"GRAN SECRETO"
Caramés
me pica la curiosidad sobre el grupo ourensano diciéndome: " Si no lo
comentas, te cuento un "secreto" de Los Suaves". ¡Soy una tumba,
cuenta, cuenta...!..."Yosi, el cantante, es "madero"...¡No me
digas!..."Lo que oyes, es policía. Comprenderás que esto no puede salir de
aquí porque se puede montar una gorda en el concierto". Lo comprendí y
guarde el secreto de "Los Suaves" hasta hoy, fecha en la que el
pasado de Yosi ha dejado de ser un secreto -- incluso a veces en los conciertos
de llaman "madero" -- y circula por las páginas de Internet, no sé si
como noticia o para dar más "morbo" a la historia del grupo ya que,
un "madero" en un grupo de rock duro tiene su
"aquel"... Si a los anteriores teloneros de Los Ramones les habían
obsequiado tirando al escenario "de todo", de conocerse la profesión
de Yosi por aquél entonces no se yo lo que hubiera pasado...
LA NOCHE
DEL BAUTISMO
Y llegó
el día. Mejor dicho, la noche del bautismo. Los Suaves, antes de subir al
escenario estaban...¿cómo les diría yo?...¿con los "congojos" de
corbata?... Pues eso, nerviosos ante la visión de aproximadamente 6.000
personas ansiosas por devorar la comilona musical de Los Ramones. Ellos eran el
"aperitivo". A los pocos minutos de estar encima del escenario, Los
Suaves hicieron sentir sus canciones y la gente empezó a prestar
atención a los teloneros.¡ Inaudito!. Pocas veces, por no decir ninguna, asistí
a un concierto -- y han sido miles los vistos y escuchados a lo largo de
cuarenta años de oidor de los mismos -- en el que el "telonero", hoy
llamado "artista invitado" para dar mayor "cuartelillo"
artístico, se le hiciera tanto caso como a Los Suaves. No solo no les habían
tirado nada sino que fueron despedidos con aplausos y cánticos de "otra,
otra" En el backstage, y como invitado especial al evento,
tuve el privilegio de haber sido el primero en "mojarme" con sus
sudores cuando, después de recibir las muestras de entusiasmo que su actuación
había provocado en el público, me abrace a ellos al pie de las escaleras del
escenario para felicitarles. En un ambiente de emoción regado por abundantes
lágrimas de alegría Yosi y su hermano Charly, los dos únicos componentes
históricos de la banda presentes en todas las grabaciones del grupo, estaban
pletóricos de alegría. Y la verdad que no era para menos ya que incluso, fueron
felicitados por Los Ramones que, de viva voz, proclamaron que habían sido
los mejores teloneros que habían tenido en su gira europea. Fue el principio de
una carrera hacia al éxito con el logotipo del gato como enseña de su escudería
musical. Un gato, que un día se había encontrado Yosi, al que llamó Rufo.
LO QUE NO
MATA...
¡Engorda!.
Y así fue, el eco del éxito obtenido en aquel concierto de A Coruña corrió como
reguero de pólvora por los mentideros del rock de toda Galicia, y se mascaba el
disco Así llegó en 1981 su primer trabajo discográfico para Edigal, una
discográfica gallega, que llevaba por título "Esta vida me va a
matar". Y no solo no los mató, sino que los engordó del éxito que hoy aún
siguen disfrutando
LA PRIMERA NOCHE PUNK CORUÑESA
Luis P.
Ferreiro | A Coruña
Hace exactamente
treinta años, el 13 de noviembre de 1981, se vivió en la ciudad un
acontecimiento musical del que, tres décadas después, todavía se habla. Esa
noche, uno de los grupos más influyentes del rock, Los Ramones pasó como una
locomotora por las tablas del Palacio de los Deportes de Riazor, teloneado por
unos imberbes Los Suaves, que no solo lograron que los rudos fans de los
neoyorquinos no les expulsaran a botellazos del escenario, sino que terminaron
su breve pase entre vítores.
El
artífice de que la segunda gira española de Los Ramones —en la que presentaban
el popero e infravalorado Pleasant Dreams— pasara por la ciudad fue el crítico
y promotor Nonito Pereira: “La cosa surgió un poco de casualidad; un amigo mío
que trabajaba en una importante productora me planteó la posibilidad de
traerlos. Me pareció una idea fenomenal”.
El hijo
de Pereira, Nonito Pereira Jr., que por entonces tenía doce años, fue el
encargado de la pegada de carteles del evento y de otras labores logísticas.
Todavía fanático ramonero a día de hoy, recuerda la nutrida afluencia de
público foráneo que desfiló por la tienda de discos de su padre para adquirir
las localidades del concierto. “Vino mucha gente de Vigo, Ponferrada,
Asturias... Aquí todavía no había mucho movimiento”.
En
total, se concentraron más de 5.000 rockeros en el pabellón, esperando vibrar
al ritmo de Blitzkrieg Bop y Sheena is a punk rocker. Pero la primera terapia
de choque con la que se toparon no se la proporcionó el cuarteto de Queens,
sino unos melenudos de la cercana Ourense. “Para esa gira los promotores
decidieron contratar a bandas locales, porque Los Ramones estaban en la cresta
de la ola y sus fans eran muy duros; si no les gustaba el grupo telonero, lo
echaban del escenario a botellazos. Entonces, optaron por buscar a un grupo de
paletos kamikazes de las montañas de Galicia para el trabajo.
Eso
era lo que calculaban, y allí nos fuimos”, cuenta con su habitual retranca el
bajista de Los Suaves, Charly Domínguez. “Alguno del grupo no quería ir,
pero al final accedimos porque nos gustaban mucho Los Ramones, y así, por lo
menos, los veríamos gratis —prosigue el músico—. Y una vez allí, parece que se
juntó el sol y la luna, porque durante nuestra actuación, que solo duró media
hora, el público no paró de jalearnos y vitorearnos. Aún me para gente y me
recuerda ese concierto”
.
El
impactante pase de los de Yosi y los suyos también impresionó a Pereira:
“Cuando acabaron su actuación, Los Suaves se abrazaron y empezaron a llorar
como niños de la emoción. Fue un momento muy entrañable, y lo cierto es
que lo hicieron muy bien. Ahí empezó su carrera”. Incluso el díscolo bajista de
Ramones, Dee Dee, felicitó a los ourensanos y les aseguró que habían sido los
mejores teloneros que habían tenido en esa gira europea, aunque Charly, entre
risas, afirma que eso se debe a que al resto de bandas que abrían para ellos
las echaban del escenario.
“Recuerdo a Los Ramones hieráticos, menos Dee Dee, que no paraba de saltar —rememora Pereira Jr. sobre la actitud escénica de los neoyorquinos—. Y me llamó mucho la atención el guitarrista Johnny, con sus piernas arqueadas, su guitarra, y su enorme mano tocando en plan metralleta. Fue todo muy precario en cuanto a medios, pero había mucha emoción ahí dentro. No era postureo. Además, dio lugar a la aparición de una generación de grupos que participó, meses después, en el concurso Pop-Rock Cidade da Coruña. Me consta que esa noche vino al Palacio de los Deportes gente de Radio Océano, Bar, Metro y Siniestro Total”.
Charly Domínguez es incapaz de olvidar el atronador volumen con el que Ramones descargaron sus himnos: “Sonaron demasiado alto, sobre todo el bajo, y manda cojones que diga yo esto”.
“Yo lo recuerdo como un hecho histórico —sonríe Pereira—. Tener a Los Ramones aquí era algo impensable. Fue un gran concierto de rock and roll”.
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