ALVARO
PITA, "ALVARITO"
Entrevista publicada en El Ideal Gallego en el año 2004
Por Nonito Pereira
- ME ARREPIENTO DE NO HABERME "VENDIDO" ARTÍSTICAMENTE COMO MERECÍA.
-- ESPERO PODER PUBLICAR LOS POEMAS DEDICADOS A
MI TIERRA, MI CIUDAD Y MIS AMIGOS.
Alvaro Pita García sigue siendo
todo un artista ya que, el arte de envejecer, es el arte de conservar esperanzas. Y él, todavía, conserva alguna en
su corazón de rapsoda. Con apariencia y porte elegante en el sus vivencias
artísticas por medio mundo han dejado trazos imborrables, el showman Alvarito
-- como él se define artísticamente --
acude a la cita con un "maletín
lleno de recuerdos
documentales como fotos, entrevistas,
reportajes de prensa y poesías, para documentar una vida profesional de largo
recorrido: " El baúl me lo dejé en
casa, pero si hace falta voy a buscarlo " -- comenta con gracia ante mi
asombro por la avalancha de documentación que se viene encima --.
Con un
"no hace falta, confío en su palabra" , empieza a relatar con fluidez
de memoria una vida que empezó hace 78
años -- los hará el 2 de marzo --. Hijo de un funcionario de justicia y sobrino
del poeta gallego Emilio Pita, personaje polifacético -- músico, intelectual,
conferenciante, animador cultural, y colaborador periodistico en prensa y radio
-- fallecido en Buenos Aires en 1981, Alvaro Pita nació
en la calle Cortaduría de la Ciudad Vieja y se crió en los Castros. Se
hizo cantante por los "pelos", en una peluquería de la Gaiteira, la
de los hermanos Presedo, y gracias a los
buenos oficios de un exportador del muelle.
" Yo iba por allí porque tenía una
´noviecita´ en la Gaiteira. Como de aquella no había "hilo musical"
(risas) ellos tocaban la guitarra y yo
de vez en cuando cantaba. Un día este exportador, me dijo si quería cantar en
un grupo que estaban formando sus hijos. Como me tiraba la música dije que
sí y a los 18 años me puse delante de un
micrófono. Después de unas cuantas actuaciones con el grupo, Emilio "El
Capitán" me llama para formar parte
de la orquesta "Los Capitanes" de Sada. Con ellos estuve año y medio
hasta que Spallant, me ofreció trabajo en su orquesta. A los dos años, aproximadamente,
Lolito el jefe de Los Satélites, que se había quedado sin cantante, le dice a
Spallant : " me deixas o canario" -- como nos llamaban por entonces a
los vocalistas de orquesta -- y actué cedido, sin ensayar, en Tabeayo con Los
Satélites. A la vuelta, me ofrecen formar parte de la orquesta con un sueldo de
3.000 pesetas al mes, en unos tiempos en los que un smoking costaba 30 duros.
Usted habla y no para de sus
andanzas artísticas por Venezuela. ¿ Cuándo cruzó el charco?.
Siempre fui una persona
afortunada, nunca tuve que buscar trabajo, me lo ofrecían. La papeleta de
"embarque" para Venezuela nos la dio un gallego que viva allí,
después de escuchar a Los Satélites en el Kiosco y ofrecernos una serie de
contratos en Venezuela, entre ellos tocar en el Hogar Gallego. Allá nos fuimos, a "descubrir las Ámericas" con las bajas de algunos de los titulares de
la orquesta y con Pucho Boedo, como
segundo cantante. El viaje, artísticamente hablando, fue un fracaso. ¡Solo a nosotros se nos
ocurrió ir a tocar música tropical a una de las cunas de la misma!. Salimos del paso como pudimos y a los diez meses, el grueso la orquesta se vino para Coruña y allí nos
quedamos cuatro o cinco. Pucho entre ellos, que estuvo once meses, y yo que me
quedé seis años.
¿ Que hay de cierto en el
"pique" que existía entre Pucho Boedo y Alvarito?
Era un " pique"
artístico, que no en lo personal, cuando
él estaba en Los Trovadores y yo en Los Satélites. Era una rivalidad
"fingida" -- lo que ahora se llama "montaje --, que venía dada por la competencia entre ambas
orquestas y a la que los dos echábamos "leña" cuando nos
"ignorábamos" al coincidir, por ejemplo, en un bar del lugar dónde
actuábamos. Una situación que suscitaba comentarios y daba más
"morbo" al duelo artístico sobre el palco. Después tomábamos las copas juntos
Si, pero, comentarios de la
época dicen que usted se llevaba de calle al público de las aldeas y él,
triunfaba en los pueblos. ¿ Quién era
mejor de los dos?
¡Los dos éramos muy buenos!
(risas). Lo que pasaba es que teníamos diferentes estilos de interpretación. Yo
era un showman, bailaba, cantaba, recitaba, conversaba con el público, lo que
se llamaba un animador, mientras que Pucho solo cantaba.
Después de múltiples vivencias
artísticas en Venezuela, un día, el "gallego que canta", decide
volver ...
Efectivamente, "el gallego
que canta", como me conocían, hizo las maletas y se vino para A Coruña,
precisamente cuando mejor me iban las cosas. La morriña pudo más que la buena
plata que estaba ganando y una llamada de Carlos Gónzalez "0´Bo ", en 1961, para formar
parte de un nuevo grupo, decidió mi regreso .
¿Como se llamaba el grupo?
"Sabor Hit". Fue el grupo que
introdujo en España, lo que hoy se conoce como "salsa". Recibimos el
diploma al "Mejor Conjunto de España" de Música Bailable de 1961 -
1962. Con ellos estuve tres años. Tras una temporada con Los Trovadores me
llama Pepe Pazos, para que sustituya en Los Mayorales a Lorenzo Valverde en Los
Mayorales. Después de una semana de ensayos en Barcelona, debuto con ellos en
Morocco de Madrid. Allí, un japonés llamado "Mr. Uchino", nos
propone, con la garantía de pagar los viajes de ida y vuelta, ir a Japón. Fue
una experiencia extraordinaria en la que compartimos escenario con Connie
Francis actuando en varias ciudades.japonesa.
De Japón a España, con parada en
Jordania
¡ Y vaya parada!. En Japón nos
salió un contrato para actuar nueve meses en Jordania, pero, a los dos meses y
medio, el 5 de junio de 1967, estalla la " Guerra de los Seis Dias".
¡ Que miedo pasamos!. Caían bombas por todos lo lados y gracias a un gallego,
de Ferrol, salvamos el pellejo.
¿Que hacia allí un ferrolano?
Era una persona encantadora, que
nos salvo la vida. Se llamaba Manuel Sobredo, padre de la cantante Cecilia, y
era el embajador español en Aman.
Gracias a él salimos de allí "volando" en un avión de la Cruz Roja
lleno de norteamericanos que escapaban del país. Nos hizo sitio y nos dio una
salvoconducto para que el Consúl español
en Irán nos evacuara a España.
Cuenta la "leyenda" de
Alvarito, que usted hizo bailar una muiñeira al mismísimo Hussein de Jordania.
¿ Verdad o mentira?.
El que bailó la muiñeira, fui
yo, en el restaurante Villa Rosa de
Aman, dónde actuábamos, que visitaba con frecuencia con su familia. Un día junto a la princesa Muna me pregunto de dónde
era, y como no hablaba inglés, le dibuje el mapa de España y le puse un puntito en A Coruña. Al
preguntar como era nuestra música, Pepe Pazos cogió el tambor y me puse a
bailar la muiñeira delante de él. Estuvo la mar de simpático.
Después de la odisea, regresa a
su ciudad, actúa
una temporada con Los Trovadores, y se retira de los escenarios. ¿ Espera por
algún merecido homenaje ?
El homenaje ya me lo hicieron
hace siete años en A Gaiteira y me emocionó. Me pagaron 300.000 pesetas y me
dieron una bandeja de plata que agradecí de todo corazón. Yo no quiero nada,
aunque me lo merezca (risas).Solo espero poder publicar los poemas que tengo
escritos a mi tierra, a mi ciudad y a
mis amigos, entre los que hay alguno acróstico
dedicado a Pucho Boedo y Pedro Abelenda
¿Seguir cantando?. Ahora solo
canto para mí, y mis amigos, los sábados, en el café " El Hórreo",
que esta en las Galerías Comerciales de la calle Santiago Gómez. Así mato el
gusanillo que siempre queda dentro.
A estas alturas de la
"película" de su vida. ¿ De que se arrepiente? Artísticamente, de no "venderme" todo lo bien que merecía
(risas). Saber "venderse" es
muy importante. ¿Dolido por algo?. Más que dolor, siento "rabia", al
comprobar como la TVG ha desaprovechado mis cualidades artísticas. Unas
cualidades que demostré en su día en el programa "Radio Onte" que, a pesar de tener
un éxito de audiencia importante,
inexplicablemente, dejo de emitirse.
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