Con la llegada de un nuevo año
se repite el ritual de echar la vista atrás para recopilar los "mejores"
trabajos discográficos del que se fue y aventurar un futuro a corto y medio plazo
de los artistas, veteranos o primerizos, que se apuntan a nuevos retos.
Los medios de comunicación,
prensa, radio y tv confeccionan sus correspondientes listados en función de las
preferencias del público a los que van
dirigido. Y como los gustos son variados, las "listas de los mejore del
año" son heterogéneas
Se cumple el dicho de que "cada maestrillo tiene su librillo" que
suelen aplicar creando un marco musical plural, estilísticamente, como son las preferencias
de los aficionados --jazz, blues, pop, rock, electrónica,rap, metal, hardcore,
punk, folk,mestizaje y música étnica, entre otros --.
Una de las revistas musicales
independientes más importantes, "Mondosonoro" ya ha confeccionado su
listado de "Los mejores discos nacionales 2015 " que encabeza el grupo madrileño encuadrado
dentro del post- rock instrumental "Toundra",
con su disco "IV".
Puede sorprender que un disco
de rock instrumental logre está clasificación, lo que en un principio diseña
unas "ganas de cambio" en el entramado musical de diseño indie.
En
esta relación, entre los 10 primeros, figura en el 6º lugar la banda gallega
"Disco Las Palmeras!" , que con su disco "Asfixia" ha levantado
una gran polvareda de halagos de variada procedencia crítica a los que añado mi
visión personal cuando se editó:
"Los títulos de los
discos suelen tener una relación directa con el contenido de los mismos. Son
como un avance de lo que nos vamos encontrar en su escucha, bien en el sonido o
en la temática, o ambas cosas a la vez.
"Asfixia", el
tercer disco de estudio del grupo gallego "Disco Las Palmeras"
formado por Diego Castro (voz y
guitarra), Julián L. Goicoa (guitarra) y Martiño Salgado (batería), que tiene en localidad lucense de Sarria su punto
de encuentro y base de operaciones, es orientativo y nos pone sobre la pista de
música "furiosa", veloz en sus desarrollos, plagada de pedales de
efectos, con letras entre sombrías y melancólicas que conforman un bucle de
"asfixia emocional" que transita entre la angustia de los sueños y la crudeza de la
realidad contemporánea , con sus correspondientes decepciones.
En este tercer trabajo
siguen en la línea de la saturación sonora, experimentando con nuevos sonidos ,
con la inclusión de teclado, y con mayor presencia de voces que en sus
anteriores trabajos , “Nihil
Obstat” (2011) y “Ultra” (2013 ), que los colocaron en una estancia diferenciadora del panorama
indie.
Al escuchar los temas
persiste la sensación de "asfixia", de ansiedad y desasosiego,
creada por la atmósfera dominante de la desmesura sonora
autodestructiva del "shoegaze", desarrollando estructuras con
espasmos de intensidad aliviada por algún aliento pop que alivia los
excesos sonoros que empastan historias de abstractas
relaciones y extrañas relaciones en primera persona que hablan sobre
sentimientos y sensaciones, con una meticulosidad, en la que las voces tienen
más protagonismo que en discos anteriores y la inclusión
de instrumentos como sintetizadores y chelo".
Enhorabuena y a seguir "cogiendo aire" para ensanchar su carrera para proseguir hacia nuevos retos.
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