Durante
los meses estivales los grupos de pop, rock y folk, hacen su
"agosto" -- junio y julio incluidos -- participando en innumerables
festivales de diferente graduación presupuestaria que se celebran en Galicia.
Pero estos, con ser numerosos, no llegan ni a la "suela de los
zapatos" de las 3.000 verbenas anuales que alumbran las fiestas de aldeas,
villas y ciudades gallegas. Una fiesta sin orquesta, como que no tiene
"alma festeira", aunque a estas agrupaciones que cada año luchan por
convertirse en las más cotizadas, este año
Hacienda les está "aguando la fiesta".
En
realidad el "ovillo" de la cuestión, del que ahora Hacienda está
tirando del "hilo", tiene el
IVAZO cultural del 21 por ciento, en su origen al ser reclamado en las
transacciones con las comisiones de fiestas desde hace dos años , además de las
nuevas exigencias legales, seguridad incluida, que tienen que cumplir.
De momento se publico
una querella del ministerio público contra una de las principales empresas del
sector por "supuesto" fraude
millonario. Ante este "alboroto" que amenaza con desestabilizar
el sector, los músicos se bajaron de los palcos y se plantaron , el "Día
de la Música", en las calles de Santiago en una manifestación, con
repertorio de "canciones protesta" ,organizada por la Asociación de Músicos e Cantantes da Verbena Galega
(AMúsica) y la Asociación Galega de Orquestras (AGO) interpretando a
capella la necesidad de que el Gobierno gallego
cree una figura que reconozca y proteja las verbenas, “un bien de
gran valor económico y cultural”, aseguran.
"No
existe un lugar en el mundo donde tantos profesionales vivan del sector de las
verbenas"... Son miles de personas, músicos, cantantes y técnicos se dejan
cada día la piel en Galicia para que en cada rincón de la comunidad disfruten
de la tradición con más poder de convocatoria: la verbena
Y desde AGO, formada
por unas 300 agrupaciones ---- entre orquestas, tríos, dúos, etc -- se advierte
que si se le sigue exigiendo el pago de un IVA tan elevado -del que, sostiene
su presidente Manuel Fariña, estaban exentos
tradicionalmente-, al final se lo repercutirán a las comisiones de fiestas y
los festejos estarán condenados a desaparecer.. «La
verbena es patrimonio cultural, motor turístico y factor de concentración de
gente. Si te cargas la orquesta matas la verbena, que es la labor del vecino
para el vecino: un fenómeno social que tiene un poder de convocatoria que no
tienen muchos artistas de primera línea», aseguran.
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