Para los que amamos la música, hablar de fórmula, la verdad... A mí me suena a química. Te quieren encajar en un sistema, cuando yo trato de dejar que la imaginación vuele.
Iba
yo absorto con mis auriculares marcando el paso musical por la "ruta del
colesterol",-- el Paseo Marítimo coruñés --cuando en el pinganillo
escuché, en una las abundantes radio-fórmulas del díal, que los oyentes pedían
canciones para escuchar, algo así como los discos dedicados" de antaño.
Al
escucharlo empecé a bombear recuerdos de
aquella radio que se escuchaba en los años 50 en el que los "discos
dedicados" eran casi la única oportunidad de escuchar música, hasta que
con la llegada del rock and roll las emisoras de radio empezaron a dar cabida , a
comienzos de los años 60, a la llamada por aquél entonces música
"juvenícola.
El tiempo pasó y las programaciones musicales fueron cogiendo cuerpo y audiencia, más allá de los
"discos dedicados". El 18 de julio de 1966, llega a la radio
española de la mano de Rafael Revert,
una nueva fórmula musical basada en
"Top 40" de la radio norteamericana:"Los 40 Principales".
Revert había trabajado con Ángel Álvarez en el programa "Caravana
musical", creado por el maestro en 1962, que se convirtió en catalizador
de inquietudes musicales.
Todo empezaría a cambiar con la llegada tardía a
España de la FM, en 1973, que se
convirtió en el refugio de la música. Con la llegada de la "nueva radio
musical", las radio-fórmulas encontraron su espacio natural y poblaron los
diales cambiando el "estilo" de presentación de los discos, con voces
variedad de énfasis y adornos.
Contaba Ángel
Álvarez, el gran maestro de la radio musical, que lo de las
radio-fórmulas no era algo de su agrado: "Hombre, no, porque
ya de por sí la palabra es muy desagradable. Para los que amamos la música,
hablar de fórmula, la verdad... A mí me suena a química. Te quieren encajar en un sistema, cuando yo trato
de dejar que la imaginación vuele. Además quita personalidad al presentador, al
establecer un modo determinado de
hablar. Para mí es artificioso, porque quita naturalidad al locutor. Para hacer
giros, énfasis y adornos ya están las escuelas de declamación".
Así era mi
maestro, el maestro de muchas generaciones de aficionados a la música del que
aprendimos mucho y al que se le va a recordar el sábado día 7, en la sala Garufa de A Coruña, a partir de las 11 de la noche, dentro del concierto tributo a la "Música de los Guateques" de los años 50-60.
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