Un show "sexy- romántico" de largo recorrido-- dos horas cuarenta minutos-- en el que el repertorio estuvo bien "acoplado".
Vino de nuevo "El Potrillo" y
alrededor de seis mil personas, con mayoría femenina, lo recibió con entusiasta griterío. Y Alejandro
Fernández no llegó solo al Coliseo de A Coruña. Trajo un nutrido grupo de
acompañamiento musical, con un trompetista que saco brillo a su instrumento en
momentos puntuales del concierto, un mariachi y una espectacular puesta en
escena a base de tecnología punta, con un innovador sistema de estructuras móviles , luces
robóticas y pantalla gigante.
Venia en plan "confidencial" a cantar a
las cosas del amor y el desamor envueltas en canciones "clásicas" y
de cosecha propia matizadas con buena voz y simpatía escénica.. Empezó, en
medio de un fervor ambiental con el tema "Concavo y convexo" de
Roberto Carlos, que de alguna manera era indicativo de lo que sería el "show "sexy- romántico" de largo recorrido-- dos horas cuarenta minutos-- en el que el repertorio estuvo bien "acoplado, marcado por cambios en su
indumentaria.
De entrada "hecho un dandy" con "coleta". De
esa guisa puso voz a canciones como "Hoy tengo ganas de ti", de
Miguel Gallardo, "Te quiero", de Nino Bravo y "Abrázame" de
Rafael Ferro y Julio Iglesias, que junto a sus
éxitos propios enardecieron a su público que no tardo mucho en seguir
las cadencias rítmicas y convertirse en masa coral. Por momentos me recordó a
José Luis Rodríguez, "El Puma".
Salió el Mariachi, espectacular, y el
concierto ganó en energía. Enfundado
en su traje de charro , y se "desmeleno". Alejandro hizo honor a su país, a su
mariachi y a la música mexicana, y salieron a relucir banderas mexicanas entre
el auditorio..
Nuevo cambio de "look", informal y con coleta, con el
grupo y el mariachi en escena, enfilo el tramo final interpretando un
popurrí -- en el que no figuraban "Volver, volver" ni "El
rey" como algunos esperaban -- en homenaje a su padre, Vicente Fernández, a quién definió
como “mi amigo, mi ejemplo, mi confidente y mi maestro”.
Fue un concierto
completo, en el que Alejandro Fernández mostró su categoría artística, encontrándose
a gusto en las canciones de medio
tiempo--baladas, boleros rancheras -- mayoritarias en un repertorio que
encandiló a sus seguidores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario