“PEPIN”, "CANTERO" Y PROPIETARIO DE LA TABERNA LA
CANTERA, EN STA. MARGARITA
SIEMPRE HAY ALGUIEN QUE PONE PEGAS AL
VINO DE BARRIL PERO QUIEN ESTO HACE DEMUESTRA QUE EN SU VIDA PISO UNA BODEGA.
Entrevista publicada en 1998 en El Ideal Gallego Foto Pedro Puig
Por Nonito Pereira
La entrañable taberna de "La Cantera", cerro las contras hace años...pero queda su recuerdo en los paisajes ciudadanos.
Lo nuestro, de siempre, son las tabernas y no
los “pubs” aunque, las tabernas de “siempre” pasen a mejor vida arrinconadas
por nuevos modos sociales que las colocan en las buhardillas del recuerdo.
Afortunadamente, aún quedan reductos como La Cantera , taberna ubicada al pie
del Monte de Sta. Margarita , en otro tiempo mirador y pulmón verde de la
ciudad y ahora convertido en zona de esparcimiento y solaz de los más mayores,
que se han hecho fuertes a las hordas de
las modas que sin piedad asolan costumbres y tradiciones.
Allí, en la esquina
de la calle Ciudad de Lugo y la Glorieta de América – que antes era ocupada por
una gran roca que “los más viejos del lugar” conocían como el Peñón de
Gibraltar –en las proximidades de la cantera que hoy rellena el Palacio de la
Opera , una taberna se resiste a ser historia y a formar parte del mundo del
recuerdo. La Cantera y su “cantero” Pepín, como le conocen sus clientes que,
sobre todo son sus amigos, mantienen erguido un entorno ambiental que sigue
albergando y acumulando, camino del nuevo siglo, humanidades de varias
generaciones.
. Cuando uno
entra en el local, que también es vivienda,
oye o al menos cree oír, voces del pasado . Conversaciones, risas,
cantos, o penas rezuman bajo vigas y entre paredes de madera que, pulcras, no
pueden disimular una vejez que se convierte en apoteosis ambiental con la
visión de “medios- bocoys” que exhiben su oronda silueta llena de caldos del
Bierzo y riestras de chorizos con algún que otro jamón colgando del techo dando sabor a una decoración funcional
abrillantada por el uso y los cuidados de sus propietarios.
En ese ambiente
interrumpimos el descanso de Pepin, “El de la Cantera”, para que nos haga recuento de un pasado que tiene como banda
sonora la “música” de los ejes de las
carretas de aquellos carros de vacas que transportaban enormes piedras y de las
“trompetillas” de los canteros que anunciaban ¡ Barreno vaaaa...! antes de del
bramido de la explosión: “Estamos aquí desde 1953 y veníamos del Bierzo donde
nací el 2 de enero de 1944, aunque estoy inscrito en el registro como nacido el
31 de diciembre a instancias de mi
abuelo que dijo que “ya se iba muy tarde a la mili”. Cuando llego mi padre este
local era, desde 1936, una abacería donde se vendía de todo, frutas, leña,
piñas, etc..¿ Estudios?. Estudie en el Colegio del Angel y después me hice
profesor mercantil pero, al final me decidí por trabajar en la taberna y seguir
con la tradición familiar. Soy tabernero por elección propia, y estoy contento
de serlo. Cuando llegue aquí de niño subía al monte a jugar y desde la explanada
veíamos como entraban los barcos. Muchas veces parábamos los partidos de fútbol
porque algún amigo, al escuchar la sirena de un barco que entraba en el puerto,
exclamaba ¡ es el de mi padre! y se iba corriendo en su busca”.
Por lo que
veo, Ud. no tiene serrín en la cabeza pero si lo usa para los pies
Hay personas
que dicen que el serrín no es beneficioso pero yo creo que es beneficioso hasta
para que la gente no caiga. Con los nuevos mosaicos que se utilizan ahora, uno
tiene que hacer mil y un equilibrio para no resbalar. Por eso sigo usando
serrín en el suelo del local.
¿ Porque no se ven, o al menos no están a la vista,
en su taberna que tiene fama de buen vino, botellas ? .
¡ La Cantera
tiene fama de buen vino y buenos callos, los domingos.!– responde presto el
tabernero ampliando a la gastronomía la merecida fama alcanzada por su local --
También tenemos buen chorizo, buenas anchoas y cecina para acompañar al vino.
El vino está en los barriles que es donde tiene que estar. Los barriles, son
míos, yo los preparo y los lleno , me los traigo para aquí y el vino lo vendo
yo. Ahora bien, si alguien me pide un Rioja , también tengo botellas, aunque no
estén a la vista.
A la vista está que Ud. no da garrafa y si “vino de barril”
Y a mucha
honra. Siempre hay alguien que pone pegas sobre el vino de barril pero quién
esto hace demuestra que en su vida piso una bodega, ni sabe lo que es una
vendimia, ni tampoco tiene ni idea de lo que es hacer vino. Eso si, se las dan
de entendidos.
Tampoco esta a la vista ningún cartel que “Prohiba
cantar” o que diga “ Si quiere cantar hágalo al lado, en el Palacio de la
Opera?.
¡Solo
faltaría!. Aquí cantar es tradición . Hace algunos años, los días de fútbol, al
terminar el partido venían personas de barrios diferentes que se tomaban sus
“vasitos” de vino y montaban unos
orfeones fenomenales . Cada uno traía un repertorio variado de canciones y
dejando a un lado si unos cantaban mejor que otros, era muy bonito ver y
escuchar el respeto que se tenían entre ellos. Había un ambiente entrañable y
fenomenal. ¿ Ahora ?. Ahora también se sigue cantando y de vez en cuando hay
algún recital improvisado de músicos que vienen a actuar al Auditorio del
Palacio de Congresos y se incorporan al ambiente.
Para Ud,¿ lo de renovarse supone morir?
.A mi ya me
paso la edad de renovar y renovarme, aunque si alguno de mis hijos quisiera
continuar con esto, si pensaría en una reforma que, de momento no esta pensada.
¿Nuevos clientes? . Si que vienen . Se
mantienen los de siempre , porque La Cantera más que una taberna es una casa
donde existe amistad y confianza. Por aquí han pasado, y pasan, personas de
todas las clases sociales y a todas las he atendido y atiendo por igual .
Antes
se hacían “excursiones” al monte de Sta. Margarita y ahora, el barrio esta
plenamente integrado en la ciudad
Así es. El
barrio ha cambiado mucho. Se han hecho muchas casas nuevas y han venido nuevos
vecinos. Pero antes teníamos una romería maravillosa en el monte y ahora parece
que va perdiendo la personalidad que siempre tuvo. Tanto es así que en la del
pasado año, ni hubo sesión de fuegos artificiales por falta de presupuesto. Y
una romería sin fuegos artificiales, es menos romería.
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