DOCE CANCIONES DE PROPIA COMPOSICIÓN , A LAS QUE DA VIDA CON UNA VOZ PRÓDIGA EN MATICES , CON SENTIMIENTO, NATURALIDAD Y SIN "FUEGOS DE ARTIFICIO" VOCALES
Muchas veces, los comentaristas musicales andamos a la búsqueda de
"nuevas voces" para incluirlas en el listado de artistas emergentes y
nos olvidamos de artistas veteranos que sin tener un perfil para adolescentes
-- que son más entusiastas que los adultos -- llevan años, muchos años,
mostrando su talento artístico alejados de la mercadotecnia. Profesionales que
en la "penumbra" mediática, trabajando en orquestas o recorriendo
pubs, amenizan con su arte a personas que recurren a la música para
entretenerse y disfrutar con su escucha.
Este es el caso de Javier Alonso Navarro, conocido artísticamente
como Chingla, que después de treinta y cuatro años recibiendo el cariño del
público, formando parte del "Grupo Ceniza", "Orquesta Trébol"
y del dúo "Chingla y Changla",
acaba de estrenar su "ópera prima" discográfica:"Ao fio
do recordo". Un trabajo que me sorprendió gratamente..ya que no esperaba
escuchar lo escuchado. Hace un tiempo que Chingla me había comunicado su
intención de grabar un disco y retomar, con calma, una actividad profesional
que había abandonado por problemas de salud..." Era una cuenta que me
quedó pendiente y ahora, sin mayores pretensiones, quiero hacer", me confesó con humildad. Y esa cuenta quedo
saldada. Doce canciones de composición propia que tropezaron con mi
incredulidad por sus hechuras y su interpretación. Cantadas en gallego,
refugiadas en el medio tiempo, con letras que se forjaron " Ao fio do
recordo" narrando situaciones y emociones propias que desde "Quén" hasta "Vendedora de sardiñas"
-- en alusión a su madre, que lo fue --, pasando por la que dedica a la Torre
de Hércules --"Faro da Humanidade" -- van ondulando e incrementando
una escucha gratificadora.
Canciones "gustosas", de perfil emotivo, a
las que él da vida con una voz prodiga en matices, con sentimiento, naturalidad
y sin ficciones vocales,empujando a las melodías con "sabor y saber"
en medio de un ropaje musical de variada estirpe que entran en la sensibilidad
del oyente para su disfrute...Puede estar contento Chingla por el resultado
final de su trabajo. ¡Ahí queda eso!...como tarjeta de profesionalidad, de buen
quehacer artístico, de amor por la música, que desde su infancia le inculcó su
padre al que define cariñosamente como "cantor de taberna".
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