La expresión de tapadillo, indica que una cosa se hace a escondidas o con la intención de ocultar la verdad.
A la vista de una filtración que pone en evidencia que algunos artistas reciben "Discos de Oro y Platino sin alcanzar las ventas requeridas, recupero un artículo escrito por mi hace ya algunos años cuando tuve la tentación de impulsar esos galardones dentro de la industria musical gallega para promocionar y dar a conocer los merecimientos de los artistas gallegos
Pasen y lean...
LA AVENTURA DEL DISCO DE ORO GALLEGO
Los discos de oro y de
platino – y demás metales preciosos --
son galardones honoríficos que se entregan para premiar los trabajos discográficos de
mayor éxito tras la correspondiente certificación de unidades vendidas emitida por organizaciones directamente relacionadas
con la industria de la música. Es sin duda una
de las estrategias promocionales que mejores resultados da ya que indica
al público las cualidades – no solo calidades – de aquellos artistas y grupos
cuyo trabajo ha sido merecedor de una atención personalizada por parte de los
consumidores de música. Con el tiempo,
la dinámica de este preciado galardón ha pasado de ser una “triquiñuela”
promocional puesta en marcha sin apenas acreditaciones oficiales de ventas, al
menos en España, hasta convertirse en un galardón otorgado con todas las de la
ley para evitar “suspicacias”...
Eso escribía, aunque las “suspicacias”
han vuelto al redil de la industria musical saltándose –no siempre claro está –
las normas. Ante las últimas irregularidades , “gazapos”, que han aparecido en la entrega de esos
galardones, Promusicae ha salido al paso
para poner las cosas en su sitio:
“Las certificaciones responden a los discos puestos en venta –endiscados que se
llaman --, no a los adquiridos por el cliente.
SIGAMOS...DORANDO LOS DISCOS ...
En la actualidad los discos de oro
y platino los certifica en España “Promusicae “– Productores de Música de
España -- asociación que agrupa en la actualidad a 65 asociados, cuya actividad
integra todos los estilos musicales que se producen en nuestro país. Entre sus
funciones principales figuran la difusión y promoción de la música, el
reconocimiento y apoyo a la labor de los productores de música y a todos
quienes integran la industria musical en este país, la promoción de cualquier
iniciativa y proyecto que contribuya a mejorar el marco legal o económico de la
creación y difusión de la música en España y la representación de sus asociados
ante la Administración Pública y ante otros colectivos relacionados con su
actividad.
UN POCO DE HISTORIA O ASÍ…
La historia del “disco de oro”
comienza cuando la RIAA - Recording Industry Association of America -- Asociación
de la Industria Discográfica de Estados Unidos – crea un baremo para medir el
número de ventas de los discos con certificados procedentes de las compañías
discográficas cuya cifra de otorgamiento – en función del movimiento del
mercado norteamericano --, se establece en 500.000 copias certificadas como
vendidas.
El primer disco de oro de la historia le fue
otorgado el 14 de marzo de 1958 al
single de Perry Como, "Catch A Falling Star" (RCA Records). Como la
industria gozaba de muy buena salud, ocho años más tarde la RIAA saca a la
palestra, en 1976, la concesión del “disco de platino” por alcanzar 1.000.0000
de discos vendidos. El primer disco de platino certificado fue el álbum The Eagles' Their Greatest Hits 1971-1975”,
que en la actualidad ha superado los 26 millones de copias vendidas mientras
que el primer single de platino es "Disco Lady" para Johnny Taylor's
.
Con la llegada del “boom” del CD,
a mediados de los años 80, la RIAA instituye el “multi platino” que se otorga a
ventas de 2 millones de discos o más. “Thriller
de Michael Jackson es el primer álbum certificado en esta categoría.
En 1999 la RIAA lanza la
concesión del “disco de diamante” para honrar ventas de 10 millones de copias
de un álbum o single y el primero en
llevarse el galardón es “Sgt. Pepper’s
Lonely Hearts Club Band” de los Beatles. Las cantidades para certificar los
diferentes galardones aún se mantienen
en Estados Unidos a pesar de la crisis por la que pasa la industria
fonográfica.
SPAIN IS DIFFERENT
Los excelentes resultados
obtenidos por la iniciativa promocional de la RIAA hacen que diferentes países
europeos, con Inglaterra a la cabeza, sigan sus pasos e institucionalicen a
través de la asociación de las más importantes compañías europeas, la entrega
de los discos de oro y platino a finales de los años 60 adecuando las cifras
necesarias para su otorgamiento a las características de cada mercado.
Como en la legislación española
no se reconocía el derecho de asociación, hubo que esperar a la Ley Reguladora del Derecho de Libertad
Sindical de 1977, para la constitución de una asociación de carácter no
comercial, bajo el nombre de Asociación Fonográfica Española (AFE), que sería
la encargada de conceder los certificados.
Hasta ese momento si se otorgaban
discos de oro, pero, de “aquella manera” y por iniciativa de unilateral de las
compañías discográficas. Recuerdo que a principios de los años 70 Philips había
entregado a Formula V el que posiblemente fuera el primer disco español y lo
hizo sumando las ventas de “tres álbumes”
de este grupo. Es decir, cada compañía era la encargada de certificar las
ventas lo que daba motivos de desconfianza inicial por parte de la
“competencia”.
Pasado un tiempo y con la llegada
de AFE, posteriormente convertida en AFYVE y actualmente en PROMUSICAE, que
agrupa a 74 miembros que, en su conjunto, representan más del 95 por ciento de
la actividad nacional del sector de la música grabada -- entre sus asociados se
encuentran tanto filiales de grandes multinacionales como compañías
independientes, que cubren todos los estilos musicales existentes-- los certificados para alcanzar los discos de
oro y platino adquirieron la credibilidad avalada por dichas asociaciones que
hasta hace unos meses estaban en 50.000 copias vendidas para el oro y 100.000
para el platino.
En noviembre de 2005 PROMUSICAE
establece un nuevo baremo en la concesión de certificados de disco de Oro y
Platino debido a la difícil situación que arrastra la industria fonográfica
española desde hace algunos años y que ha supuesto una nueva realidad en las
expectativas de ventas de los productores de música españoles.
De esta forma, las unidades
requeridas para la concesión del certificado de Disco de Oro serán 40.000 para
los álbumes (antes 50.000) y 10.000 unidades (antes 25.000) para los singles.
En cuanto a la concesión del certificado de Disco de Platino, las unidades
requeridas se sitúan en 80.000 para los álbumes (hasta ahora 100.000) y en
20.000 para los singles (antes 50.000).
LA MÚSICA GALLEGA EN EL
ESCAPARATE PROMOCIONAL
En medio del estallido del “boom
celta” de los años 90 del pasado siglo, varios grupos y artistas gallegos se
hicieron acreedores por la venta de sus discos en toda España, a discos de oro
y platino ( de los de antes) – Luar na Lubre , Carlos Núñez… --, con la
dificultad añadida de provenir de un territorio musical como el folk que no
tenía las cotas de popularidad del pop o el rock. La música gallega necesitaba
de un escaparate promocional propio y empecé a trabajar para lograrlo asesorado
por dos gallegos de pro: Juan Santaballa y Jesús López.
El primero fue en su día director general de la editora discográfica
Fonomusic, que tantos discos de artistas gallegos puso en el mercado , y el ferrolano
Jesús López, presidente ejecutivo -- de Universal Music Latin America y
Península Ibérica, una de las grandes compañías del ramo a nivel mundial. Con
ambos me une una buena amistad que viene de largo y que nos ha llevado a
confraternizar en numerosas charlas y reuniones en las que la música, los
discos, marcaban territorio.
Ellos eran los profesionales y de
ellos aprendí buena parte de mis conocimientos del funcionamiento de la
industria discográfica española. Cuando saque a colación la posibilidad de
organizar a imagen y semejanza de los Premios Amigo que organizaba la AFYVE –
cuya presidencia ostentaba por entonces Jesús López -- unos “Premios de la Música Gallega” y
otorgar, previa certificación, los discos de oro y platino para los discos
vendidos por los artistas y grupos
gallegos en Galicia, para así centrar la atención del público sobre el
potencial creativo de nuestra música, a ninguno de los dos les parecieron
descabelladas estas ideas.
Es más, me facilitaron, además de una serie de
datos, un organigrama para poder llevar adelante sendos proyectos que pasaba
por la creación de una asociación en la que estuvieran representados compañías
discográficas gallegas, músicos y productores.
Con este impulso inicial – gracias Juan,
gracias Jesús -- me puse en marcha con la esperanza de que la por entonces
incipiente industria discográfica gallega uniera esfuerzos y pusiera en marcha
una asociación que avalara la puesta en marcha de estas importantes acciones
promocionales para la música gallega en plena expansión. Mantuve contactos con
discográficas, músicos y productores y a todos les parecían unos proyectos
necesarios solo que el “individualismo” siempre latente en la escena musical
dificulto, aunque se hicieron intentos, la creación de una asociación en la que
estuviera representada un porcentaje de la actividad autonómica del sector de
la música grabada que cubriera todos los estilos musicales existentes, no fue
posible. (Hoy ya existe una asociación, la Asociación Galega de Fonografistas,
“Agafono” que integrada por cuatro compañías discográficas gallegas Clave
Récords, Zouma, Sons Galiza y Do
Cumio quiere convertirse en un referente
del sector cuando le vieron las orejas al lobo de la “piratería”).
A pesar de este contratiempo
seguí adelante con ambos proyectos buscando patrocinios en entidades,
instituciones y organismos oficiales relacionados con la cultura que, veían con
buenos ojos el proyecto aunque finalmente acababan rechazando el proyecto.
No me rendí y por fin el proyecto
se hizo realidad, aunque solo por un año, con los “Premios de la Música
Gallega”, realizados a través de las votaciones populares de los lectores del
Ideal Gallego y los oyentes de la Radio Gallega. Solo hubo una edición pero el
proyecto que fue retomado por Oscar Losada quién, en el diario “La Opinión”,
lleva ya cinco ediciones de los Premios de la Música que llevan el nombre de
dicho diario y suscitan el interés de los aficionados a la música gallega. ¡
Enhorabuena Oscar por tu constancia!.
HACIENDO
NÚMEROS: DISCOS VENDIDOS DE VERDAD NO "ENDISCADOS"
Animado por los resultados
obtenidos con otros proyectos como la creación de la “música celta gallega”, por citar alguno, que nacieron
y se desarrollaron hostigados por la incredulidad y el tiempo se encargo de
darles la vitalidad de lo creíble por muy increíble que fuera su apariencia,
puse en el punto de mira la entrega del “Disco de Oro Gallego” para premiar a artistas
y grupos gallegos que superaran una cifra de ventas de discos que obtuve a
través de una simple operación matemática.
Si en España se certifica el
disco de oro actualmente por 20.000 copias vendidas -- antes era 40.000 pero la crisis puso el listón más bajo -- y el mercado gallego
oscila entre el 4 y el 6 por ciento del mercado nacional, lo tenía claro. Le
asigne al mercado gallego una media del 5 por ciento del nacional y el
resultado fue que si un artista o grupo gallego vendía en Galicia por entonces 2.500 discos era merecedor del disco de oro. ¿Fácil, no?.
Pues, no. Cuando expuse el
proyecto a algunas discográficas gallegas para que tomaran cartas en el
“asunto” lo primero que escuche fueron risas…La cifra les parecía ridícula para
ser premiada. Profundizando en ella les demostré – aunque ellos ya lo sabían
por padecerlo en sus “carnes” -- que llegar a vender en el mercado gallego
2.500 discos es toda una “heroicidad” que roza ese “milagro” que no se produce
todos los días -- ¿años? --. Era cuestión de hacer llegar a la opinión pública,
sin ninguna vergüenza, y con la verdad
por delante el estado real de la industria gallega y valorar en su justa medida
a quienes lograran esa cifra.
Es más, cuando a un artista o
grupo se le concede con bombo y platillo promocional el “disco de oro” a nivel
nacional, los “agraciados”, a tenor del trozo de tarta que le corresponde al
mercado gallego, han vendido en Galicia 2.500 discos – ahora menos por la
rebaja de las certificaciones a 20.000 -- . ¿Queda claro?.
¿Y si vendemos más de esa
cantidad?, me preguntaban algunos grupos gallegos que veían la cifra asequible de conseguir. “Si vendéis más de esa
cantidad -- les decía disfrazando de
broma mi pesimismo -- os podéis dar con un canto en los dientes …”. Si llega
ese momento emprenderéis el camino al platino
por los 5.000 vendidos y desde ahí, ya estaréis más cerca del “disco de
oro” a nivel nacional”.
De repente, cuando todo hacía predecir que el “disco de oro gallego” se incrustaría en las acciones individuales de las discográficas gallegas, a la espera de que la asociación de empresas fonográficas de señales de vida para defender los intereses de la “industría musical” y de paso promocionar a sus artistas más vendedores…incomprensiblemente el proyecto queda “almidonado” a la espera de que alguien lo "planche" de nuevo y lo vista de "gala".
En la Galicia musical seguimos mirándonos el ombligo y lamentándonos de que el futuro está muy oscuro para el negocio. Cierto que la cosa está muy “chunga” y más que estará si no se aplican fórmulas para salir del atolladero en el que actualmente ha caído la industria musical.
Por mi parte, decir que el interés por sacar adelante el proyecto del “disco de oro gallego” no estuvo nunca motivado por fines lucrativos y si por intentar, desde mis posibilidades, que la música hecha en Galicia tenga unas plataformas dignas de difusión y promoción. Ojala que así sea.
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